Nacida como campamento militar romano de la Legio VI Victrix hacia 29 a. C., su carácter de ciudad campamental se consolidó con el asentamiento
definitivo de la Legio VII Gemina a partir del año 74. Tras su parcial despoblación con motivo de la conquista musulmana de la península, León recibió un nuevo impulso como parte del Reino de
Asturias, y en 910 comenzó una de sus etapas históricas más
destacadas al convertirse en cabeza del Reino de
León, participando
activamente en la Reconquista contra los
musulmanes, y llegando a ser uno de los reinos fundamentales en la configuración
de España. La ciudad albergó las primeras Cortes de la historia de Europa en 1188, bajo el reinado de Alfonso IX.
Desde la Baja Edad Media la ciudad dejó de tener la importancia de antaño, en parte debido a la
pérdida de su independencia tras la unión definitiva del reino leonés a la Corona
castellana desde el año 1301. Sumida en un período de
estancamiento durante la Edad
Moderna, en la Guerra de la Independencia fue una de las primeras ciudades en sublevarse de toda España, y años
después del fin de la misma, en 1833, adquiriría su rango de capital provincial.
Su patrimonio histórico y
monumental, así como diversas celebraciones que tienen lugar a lo largo del
año, entre las que destaca la Semana
Santa, así como su situación
de paso obligado del Camino de
Santiago, considerado Patrimonio
de la Humanidad por la UNESCO, la convierten en una ciudad receptora de turismo
nacional e internacional.
Entre sus monumentos más representativos se encuentran la Catedral, el mejor ejemplo del gótico
clásico de estilo francés en España, la Basílica de San Isidoro, el Convento de San Marcos, el Palacio de Los Guzmanes, el Palacio del
Conde Luna, la Casa de las Carnicerias y la Casa
Botines, todos ellos
declarados Bien de Interés Cultural.
Construida sobre la antigua Catedral románica
hacia el año 1205, es de estilo gótico y está inspirada en la Catedral francesa
de Reims, reducida su planta en 1/3. Su planta es de tres naves, con bóveda de
crucería, y una
característica peculiar es que las torres aparecen separadas de la nave central
mediante arbotantes. El cuerpo principal del edificio fue terminado a
principios del siglo XIV junto al claustro
y la torre norte, mientras que la torre sur fue terminada en el siglo XV, en estilo gótico
flamígero.
Lo más impresionante de esta
catedral es su interior, destancando los más de 1.800 metros cuadrados de
vidrieras de los siglos XIII al XVI, incluyendo tres grandes rosetones y vidrieras en
la parte baja y el triforio. También
debemos destacar el coro de la catedral, uno de los más antiguos de España,
tallado por artistas flamencos en el siglo XV.
BASÍLICA DE SAN ISIDORO
Constituye
el conjunto románico más importante que existe en España, por cuanto que en él confluyen arquitectura,
escultura y pintura, albergando en esta última técnica el Panteón
Real, llamado por los
expertos Capilla Sixtina del Arte
Románico.
Impulsada su construcción por los
reyes Fernando I y su esposa Doña
Sancha en el siglo XI, originariamente fue un monasterio dedicado a San
Juan Bautista, y se supone que anteriormente se asentaba en sus cimientos un
templo romano
CONVENTO DE SAN MARCOS
Impulsada su construcción por los Reyes
Católicos como sede de la Orden de
Caballería de Santiago, puesto que de hecho fue erigido a orillas del río Bernesga y literalmente junto al puente
medieval de San Marcos, por el que los peregrinos continuaban el Camino de
Santiago, es hoy uno de
los monumentos más importantes de León. De estilo plateresco su historia ha estado llena de
avatares y su uso original no duró mucho: tras ello ha sido cárcel (en ella
encerró el Conde-Duque de Olivares a Francisco de Quevedo), cuartel, sede de los estudios veterinarios, origen de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León y del Instituto General y Técnico
fundado en 1846, e incluso fue campo de
concentración durante la Guerra
Civil. Actualmente es
un parador encuadrado dentro de la red de Paradores del Estado.
De forma trapezoidal, los dos
primeros cuerpos tienen vanos protegidos por rejería, siendo los balcones del
superior adintelados, y el tercer cuerpo presenta una galería o paseador con
arquillos entre pilastras corintias y gárgolas de grandes dimensiones. Tiene dos
puertas del siglo XVI, una de ellas con
una estructura de dos columnas
jónicas, flanqueadas por
dos soldados con los escudos de armas de la familia.
PALACIO DEL CONDE LUNA
Del Palacio del Conde Luna, del siglo XIV, se conserva el
cuerpo central de la fachada. Está construido de piedra y tiene cerca
de once metros de ancho. La portada es gótica con dintel sobre modillones, un gran arco apuntado cobija el tímpano, y se encuadra en ancho molduraje.
Se conserva también uno de los grandes torreones, de finales del siglo XVI. El edificio ha tenido diversos usos a través de
la historia, además de su función original de residencia de los condes de Luna,
como el ser sede del Tribunal de la Inquisición de la ciudad y vivienda particular, entre otros.
Obra de Antonio
Gaudí, de estilo neogótico, con una planta trapezoidal,
flanqueada por cuatro torres rematadas en pináculos. Las ventanas tienen su inspiración
en las ventanas del triforio de la catedral
leonesa. En la portada hay una talla de San Jorge matando al dragón. El edificio fue
concebido para el negocio de tejido en su planta baja y semisótano,
destinándose las cuatro plantas restantes a viviendas de renta. La construcción
del edificio se debió a la iniciativa de unos comerciantes de tejidos de León
que estaban relacionados con industriales textiles catalanes, uno de los
cuales, Eusebi Güell, recomendó a
Gaudí como arquitecto para diseñar la nueva sede del negocio en la capital
leonesa, ya que por entonces estaba construyendo cerca de León el Palacio
Episcopal de Astorga.
Dejando atrás los monumentos más
representativos de la ciudad, merece una mención especial para todo aquel que
visite la ciudad de León, el barrio húmedo, y más concretamente el epicentro
del mismo, la plaza de San Martín. Se trata de una zona del casco antiguo de la
ciudad que encontraremos a la derecha de la Calle Ancha y la Catedral,
donde la mayoría de los establecimientos lo forman bares, tabernas o locales de
ambiente nocturno. Esta zona es muy conocida por los lugareños pues aquí se
junta la gente a tomar copas y a realizar una de las actividades preferidas por
los españoles, el tapeo. En la ciudad de León es casi obligado servir una tapa
por cada consumición, por lo cual los locales se han ido poco a poco
especializando en platos tan variopintos como las patatas del Flechazo o las morcillas de La Bicha.