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PARÍS ROMÁNTICA


  París es la capital de Francia y constituye una de las ciudades más importantes e influyentes del mundo, siendo la más visitada de Europa.


  A diferencia de otras grandes ciudades europeas, París no tiene un centro definido alrededor del cual se expande la ciudad, más bien todo París es centro, y esto es debido a que París no ha ido absorbiendo las pequeñas ciudades que se encontraban a sus afueras, sino que estas han mantenido su independencia administrativa pese a que el límite entre una de estas pequeñas ciudades y la gran ciudad de París es tan solo un paso de peatones. Este hecho de permanecer encerrada desde hace tiempo hace que todo París tenga un aspecto antíguo y clásico, y que un paseo por París sea un paseo por un lugar donde el tiempo no parece existir, donde pese al bullicio y al movimiento propio de una de las ciudades más importantes del mundo el visitante tendrá la sensación de encontrarse en un lugar que no ha cambiado durante décadas o incluso siglos.  

  Visitar la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o la Catedral de Notre Dame, acudir a un espectáculo de cabaret en el mítico Moulin Rouge, o bien pasear por algunos de los barrios más pintorescos de la ciudad como Montmartre o Montparnasse, son algunas de las experiencias que todo el mundo debería tener la ocasión de disfrutar.

  Cualquier excusa es buena para viajar a París, tanto su cercanía con España, como el precio de los vuelos de bajo coste. Y si tenéis niños, ¿por qué no regalarles un viaje a Disneyland?

HISTORIA DE LA CIUDAD

  La historia de París comienza con su fundación por la tribu celta de los Parisii, que se establecieron en una isla del Sena (Île de la Cité) debido a su situación estratégica. Este primer poblado de pescadores y marinos cayó en poder de los romanos en el año 62 a.C. que lo denominaron Lutecia.

  La ciudad cambió su nombre por el de París en el siglo IV. Durante esta época resistió la invasión de Atila, cuentan que por la intervención de Santa Genoveva, desde entonces patrona de París.

  Clodoveo, rey de los francos, instaló en ella su capital en el año 508. En el 987 se instaló la dinastía capeta que perduraría hasta 1328. París ganó importancia a lo largo del siglo XI, entre otras causas, gracias al comercio de la plata y a que formaba parte de la ruta de peregrinos y comerciantes.

  A principios del siglo XII los estudiantes y profesores se enfrentaron a la autoridad episcopal y consiguieron de Inocencio III la creación de una corporación "universitas". Luis IX concedió a Robert de Sorbon la fundación de un colegio "La Sorbona". París se convirtió también en centro de estudiantes.

  Durante el Siglo XIV París vivió al menos tres revueltas: la Rebelión de los Comerciantes de 1358, a cuyo frente estuvo Etienne Marcel; la Revuelta de los Maillotins de 1382, ciudadanos contra la subida de impuestos, y la de 1413 de Caboche, comerciante que encabezó una turba que llego a tomar la Bastilla.

  Cuando la pobreza hizo de París una ciudad peligrosa, se nombró un lugarteniente de policía que se encargó de la "persecución de la corte de los milagros". Estamos en el siglo del racionalismo, de la enciclopedia, de las luces. El paro y la carestía de los víveres provocaron la Revolución de 1789 con la histórica Toma de la Bastilla.

  La situación económica se fue agravando según pasaba el tiempo, vinieron los fusilamientos del campo de Marte, se instaló La Comuna, la violencia de los "sanculottes" y el asalto de las Tullerías.

  Con la llegada de Napoleón al poder y la proclamación del Imperio París vive una época de expansión. Tras la derrota de Napoleón, París recapituló y se sometió a los aliados.

Torre Eiffel
  Desde 1815 hasta 1848 París vivió una gran expansión, surgiendo grandes diferencias sociales que dieron lugar a las conjuraciones de 1830 y 1848, del pueblo base y la burguesía contra los grandes burgueses, acabando con una terrible represión en 1848 llevada a cabo por la Asamblea Constituyente.

  La tradición revolucionaria resurgió tras la caída del imperio en 1870, acallada esta vez por las tropas prusianas. Un año después vino la insurrección de La Comuna que finalizó con más de 20.000 muertos.

  La proclamación de la Tercera República es la época de la prosperidad económica de París. En 1889 se construye la Torre Eiffel, su máximo exponente.

  Durante la Primera Guerra Mundial París resistió y recibió numerosos bombardeos. Durante la segunda los alemanes no encontraron resistencia, pues París no se defendió.

GASTRONOMÍA

  La gastronomía francesa es sin dudas una de las mejores del mundo. Cuando pensamos en la gastronomía parisina hay varios productos que destacan entre los demás principalmente por su fama: baguette, croissant, paté, queso y vino.

  Son varias las comidas típicas y conocidas que se ofrecen en París, gourmets que bien merece la pena degustar en una de las múltiples terracitas de esta ciudad.
  • Coq au vin: pollo especialmente combinado con verduras, vino y laurel
  • Confit de pato: carne asada que se mezcla con ajo y sal.
  • Quenelle: pasta de sémola que se debe mezclar con harina, leche y huevo. Se acompaña con carne de ternera o ave. Se fríe y se sirve con salsa bechamel o de tomate
  • Ratatouille
    Ratatouille: vegetales que se fríen todos juntos. Es un plato netamente vegetariano
  • Fondue: puede ser de queso, chocolate o carnes. En una cazuela especial se introduce aceite. Cuando hace ebullición cada comensal irá introduciendo unos tenedores largos especiales. La de queso se come con pequeños trozos de pan. En la de chocolate, se sumergen frutas. Las de carne se acompañan con diferentes salsas.
DE RUTA POR SUS LUGARES DE INTERÉS

Isla de la Cité

  La Isla de la Cité fue el lugar donde nació París en el s. III a.c., cuando llegaron los primeros habitantes. La ciudad se fue expandiendo a las dos orillas del Sena durante la Edad Media, siendo durante años el centro de poder real y religioso. Son varios los monumentos que podemos visitar en esta isla parisina, siendo el principal y más famoso la catedral de Notre Dame.


Catedral de Notre Dame

  El nombre de la catedral significa Nuestra Señora y está dedicada a la Virgen María. Es la catedral gótica por excelencia, y una de las más antiguas del mundo.
 Empezó a construirse en el año 1163 y no se culminó hasta más de 180 años después, en el año 1345. Se emplaza en el lugar donde se hallaba la primera iglesia cristiana de la ciudad, la Basílica de Saint Etienne, construida a mediados del s. I a.C.

  Fue testigo de acontecimientos importantes en el curso de la historia, como la coronación en 1431 de Enrique IV de Inglaterra, la coronación de Napoleón en 1804, o la beatificación en 1909 de Juana de Arco.



  En literatura, Víctor Hugo la hace escena principal en el romance entre Cuasimodo y Esmeralda llamado “El jorobado de Notre Dame”.


  En sus ocho siglos de historia, la Catedral de Notre Dame ha sido reformada en varias ocasiones, siendo la más importante la de mediados del siglo XIX. A lo largo de estos años se sustituyeron los arbotantes, se insertó el rosetón sur, se reformaron las capillas y se añadieron estatuas.
  Sus dimensiones son colosales, y su fachada principal y más popular es la de occidente con tres niveles horizontales y las dos torres de 69 metros de altura. Accediendo a la parte superior de las torres, además de apreciar las fantásticas vistas, podremos visitar el campanario en el que vivió el mítico Jorobado de Notre Dame y ver de cerca las múltiples gárgolas.

  Para visitar las torres se accede a través de la entrada del lateral izquierdo de la catedral y se suben 387 empinados escalones a pie, al no disponer de ascensor.

   Como consejo, la mejor opción es madrugar y llegar antes de las 10 de la mañana para ser de los primeros en la cola. Ésta va realmente lenta y durante el día puede durar más de dos horas.

  En su interior destaca el órgano, llamado François, que cuenta con 7.800 tubos, así como los tres rosetones repletos de coloridas vidrieras.


Sainte Chapelle

  La Santa Capilla, también conocida como Capilla Real de la Île de la Cité, es una obra maestra del gótico temprano. Construida entre los años 1241 y 1248, encargada por Luis IX (San Luis de Francia) para guardar su colección de reliquias del martirio de Jesucristo, la corona de espinas, la lanza, un trozo de la cruz…
 Con la compra de las Sagradas Reliquias a los emperadores de Costantinopla, Luis IX logró que el prestigio de París creciera a nivel mundial, convirtiéndose en la segunda capital de la cristiandad. Las reliquias costaron el triple que la construcción de la iglesia.


  A parte se ser relicario, también cumplía la función de capilla real, que estaba compuesta a la vez de dos capillas: la inferior, para la gente común, y la superior para la corte.



  La capilla inferior está dedicada a la Virgen y destacan las columnas azules con flores de lis, por ser el símbolo de Francia, y las columnas rojas con castillos de oro, por ser el símbolo de Castilla de donde venía Luis IX, siendo hijo de Blanca de Castilla.
 Era el lugar de culto del personal del palacio.

  En la capilla superior destacan las vidrieras representando escenas religiosas. Las quince vidrieras que apenas dejan espacio a las escasas paredes, están compuestas por 1.113 escenas que narran la historia de la humanidad, desde el Génesis hasta la Resurrección de Cristo. A este lugar sólo podían acceder el rey y sus allegados, y fue el lugar en el que se colocaron las reliquias.

  A pesar de haber sido construida como un relicario, en la actualidad no guarda ninguna de las reliquias que albergaba tras su construcción, sino que las que sobrevivieron a la Revolución fueron depositadas en el Tesoro de la Catedral de Notre Dame.


Palacio de Justicia


  Este es uno de los edificios más importantes de la ciudad, y se ubica junto a la Conciergerie.
 Se construyó sobre el Palacio Real de Saint Louis, del cual solo queda la Santa Capilla, y cuenta con unos doscientos mil metros cuadrados. Al principio era una residencia real y se le llamo Palacio de Justicia tras la Revolución Francesa, ya que fue el lugar donde se juzgaba a las personas.
Sufrió varias remodelaciones a lo largo de su historia debido a incendios y destrozos en las guerras civiles.

Conciergerie

  El edificio de la Conciergerie, ubicado en el Muelle del Reloj, también se conoce como Palais de la Cité.
En sus orígenes fue la residencia de los reyes del s. X al XIV, y más tarde, en 1392, se convirtió en prisión. En esa época, los presos estaban en la planta baja, mientras que las plantas superiores estaban reservadas para el Parlamento.


  La palabra "conciergerie", que en francés designa la vivienda del conserje, fue el nombre que por extensión terminó tomando la prisión que vigilaba, y de la cual muy pocos salieron con vida y en la cual fueron ejecutados más de 2700 presos. Entre sus prisioneros destacados se encontraba en 1793 María Antonieta.

  Actualmente está abierta al público, y durante el recorrido se puede ver una pequeña reconstrucción de las cárceles revolucionarias, en las que se aprecian las diferentes condiciones en las que vivían las personas pobres, que dormían en el suelo, y las más adineradas, que poseían camas, mobiliario e incluso algunos sirvientes.

  Existe una reconstrucción muy detallada de la celda en la que se recluyó a María Antonieta tras un intento de fuga, después del cuál situaron a unos guardias en su propia celda.



Puente Nuevo



  A pesar de ser llamado Pont Neuf, se trata del puente más antiguo de París, y de paso sea dicho, también el más largo, ya que conecta la isla con la orilla derecha y la izquierda del río.
Fue construido bajo el reinado de Enrique III, quien colocó la primera piedra en mayo de 1578. Se concluyó en 1607, durante el reinado de Enrique IV. La obra tardó en concluirse porqué se suspendió el trabajo a causa de las guerras civiles.
Consta de siete arcos, y una especie de balcones encima de las columnas en forma de semicírculo.

  Decorado con preciosos candelabros negros y más de 300 máscaras talladas en la cornisa, fue el primer puente en ser decorado con una estatua ecuestre.
El barrio latino

  El Barrio Latino de Paris, situado a escasos metros de Notre Dame, cruzando el Sena, es uno de los lugares más animados sobre todo en la tarde y noche parisina, conformando el 5º arrondissement o distrito de la ciudad. Lo forman una serie de pequeñas calles y callejuelas donde no hay más que bares y restaurantes de todos los lugares del mundo y para todos los bolsillos, pudiendo tener en pocos metros distintos restaurantes griegos, italianos, chinos o japoneses, y pubs irlandeses junto a típicos pubs al más típico estilo fashion parisino. Sin la menor duda, el Barrio latino es uno de los pocos lugares donde se puede comer barato en París, aunque hay que decir que la calidad casi siempre es acorde con el precio, así que si lo que queremos es probar las exquisiteces de la comida francesa mejor es probar en otro sitio, ya que en el Barrio Latino la mayoría de restaurantes ofrece comida para que el turista se quite el hambre.

  El Barrio Latino es un lugar donde es muy agradable pasear, y donde el no conocer la lengua francesa no suele ser un gran inconveniente, ya que está atestado de turistas por lo que siempre  nos podrán echar una mano. Son varios los monumentos de interés que encontraremos en este barrio así como en sus cercanías, entre ellos cabe destacar el Panteón.

Jardin des Plantes



  Creado en 1635 como jardín medicinal para Luis XIII, el Jardin des Plantes ha servido como lugar de investigación para botánicos, médicos y farmacéuticos a lo largo de diferentes épocas. Con el final de la Revolución se convirtió en el jardín botánico (Jardin des Plantes), y en 1793 se instaló en las inmediaciones el Museo de Historia Natural.


  El Jardin des Plantes posee una gran extensión y se encuentra dividido en diferentes ambientes. Es un lugar en el que se pueden contemplar las diferentes especies vegetales más que una zona verde en la que tomarse un descanso. Algunas de las zonas que merece la pena destacar son las siguientes:
  • Ménagerie: Inaugurado en 1794 es uno de los zoológicos más antiguos del mundo.
  • Laberinto: Una especie de cuesta realizada con setos que como laberinto deja mucho que desear.
  • Árboles históricos: Diseminados a lo largo del jardín se pueden encontrar algunos árboles especialmente llamativos que fueron plantados a partir de 1734.
  • Rosaleda: Creada en 1990, la rosaleda alberga 170 variedades de rosas europeas.
  • Jardín alpino: Compuesto por más de 2.000 plantas procedentes de los Alpes, los Pirineos, América del Norte y el Himalaya.
  • Museo de Historia Natural: Está compuesto por diferentes edificios que se extienden a lo largo de los jardines. Destaca especialmente la Galería de la Evolución en la que se pueden encontrar cientos de animales disecados.
Galería de la evolución
Panteón

  Se trata de uno de los primeros monumentos neoclásicos del país. 
Su construcción ordenada por Luis XV al arquitecto Jacques-Germain Soufflot comenzó en 1764, pero tras morir repentinamente y las dificultades económicas de la época, se terminó veintiséis años más tarde, en 1790, en plena Revolución.
Cuando todavía no se consagra como iglesia, se decide utilizar el edificio como mausoleo para hombres ilustres, siendo remodelada y adquiriendo el aspecto actual.

  Luego fue un lugar de culto tras la caída de Napoleón en 1830 volviendo a ser panteón. El Segundo Imperio lo devuelve a su uso como iglesia, hasta que en la Tercera República vuelve a tener un uso laico.


  Algunas personalidades que aquí descansan son Víctor Hugo, Voltaire, Jean Jaurès, Louis Braille, Jean Monnet, Soufflot, Rousseau, o Marie Curie.

  Puede verse en el interior una réplica del Péndulo de Foucault, experimento realizado por Léon Foucault en 1851, en el cual aprovechando la altura del edificio, instaló su péndulo para demostrar la rotación del planeta Tierra y la fuerza de Coriolis.

Iglesia de Saint Etienne du Mont
  Esta iglesia empezó a construirse en 1492 y no se concluyó hasta 1622, si bien el campanario es del s. XVI, por lo que se trata de una mezcla de estilo gótico y renacentista.
El interior alberga el relicario de Santa Genoveva, la patrona de París y destacan elementos como la escalera de caracol, la mampara del presbiterio que lo separa del coro (es la única iglesia que lo conserva, en las demás se retiró porqué no permitía a los fieles ver al sacerdote cuando oficiaba la misa), los vitrales o el púlpito sobre una talla de Sansón, como si lo levantara, entre otros.


La Sorbona

  Se trata de una de las universidades más antiguas del mundo, fundada en el s. XIII, concretamente en 1257 por Robert de Sorbon, con el fin de dar estudios de teología a los jóvenes pobres.
Actualmente se ubica en el mismo lugar donde se fundó en la Edad Media, aunque también se han ampliado los edificios por el Barrio Latino y a otros puntos de la ciudad.
 Está dedicada a las letras, las lenguas, las civilizaciones, humanidades, las ciencias sociales y las artes.
 La iglesia se construyó entre los años 1635 y 1642 por orden del Cardenal Richelieu, director del colegio, y cuyos restos todavía descansan en el lugar.

Montparnasse

  Perteneciente al 14 arroundissement, se encuentra el barrio de Montparnaisse, cuyo nombre proviene del monte que existía en el lugar, y que en el siglo XVIII fue nivelado para construir el bolevard Montparnasse. Esta zona se hizo famosa a principios del S. XIX al convertirse en corazón de la vida intelectual y artística de París, abriendo sus puertas en la zona numerosos clubs de baile y cabarés.

  Destacan en esta zona entre otros monumentos representativos la torre Montparnasse, así como las famosas catacumbas de París.

Catacumbas de París

  Las catacumbas se crearon en 1786, para solventar los problemas de higiene que sufría París debido a la gran cantidad de cementerios que había. Así que se exhumaron los huesos y se almacenaron en unas canteras que se conocían como los “túneles de París” que en ese entonces estaban es desuso.

  En un inicio estos túneles sirvieron como canteras de piedra caliza para construir gran parte de los monumentos y edificaciones que se pueden visitar en la actualidad. En ésta época los túneles se llamaban Les Carrières de Paris (las canteras de París).
  Se calculan cerca de 6 millones de personas en más de 300 kilómetros de túneles.
 La entrada es en un pequeño edificio de color verde en el centro de la place Denfert Rochereau, y la salida es a 700 m. en la rue Reny Dumoncel.

  Aunque la visita a las catacumbas es algo escalofriante, resulta curioso contemplar los infinitos huesos humanos y calaveras agrupados formando extensas construcciones.

Torre Montparnasse

  Con una altura de 210 metros, la Torre Montparnasse se alza como uno de los mejores miradores para contemplar la ciudad desde las alturas.

  Inaugurada en 1973, la Torre Montparnasse fue el primer edificio de oficinas que se construyó en el centro de la ciudad y fue la causante de una enorme controversia, ya que los parisinos opinaban que desentonaba con el entorno clásico en el que se ubicaba.
Torre Montparnasse desde los jardines de Luxemburgo
  En la actualidad cerca de 5.000 empleados trabajan en 53 de las plantas del edificio, mientras que más de 750.000 visitantes suben cada año hasta las terrazas de las plantas 56 y 59 para disfrutar de las mejores vistas de los principales monumentos parisinos.

  Tras una subida exprés en uno de los ascensores calificados como de los más rápidos de Europa, en la planta 56 es posible disfrutar de unas impresionantes vistas de la ciudad protegidos por enormes ventanales. Además de las vistas, también es posible aprender algunos datos curiosos sobre la ciudad gracias a las aplicaciones multimedia, o bien transportarse a tiempos pasados por medio de la exposición de fotos antiguas de París.

  Las mejores instantáneas de la capital se pueden tomar subiendo tres plantas más, en el piso 59. Desde ese punto es posible contemplar la ciudad como si se tratara de una maqueta, sin cristales de por medio.

Palacio y Jardines de Luxemburgo

  Situado en el 6 arrondissement o distrito de París, encontramos los preciosos jardines de Luxemburgo, que junto con el Palacio de Luxemburgo, actual sede del senado Francés, componen una de las visitas más bonitas de la ciudad.
  Los Jardines de Luxemburgo son uno de los lugares más populares de la ciudad tanto para los parisinos como para los turistas, que pueden encontrar un lugar de descanso merecido después de pasear por toda la ciudad. Entre las numerosas estatuas y esculturas que se alojan en los jardines, es posible encontrar centenares de sillas de metal en las que relajarse y disfrutar de la tranquilidad.

  Se trata de un espacio agradable, repleto de plantas y árboles bajo los que cobijarse durante los calurosos días estivales, aunque también es posible realizar muchas otras actividades como jugar al tenis o a la petanca, realizar cursos de arboricultura, o bien elegir la apicultura para aprender a tratar con las abejas de la gran colmena que habita en el jardín.

  Entre las diferentes áreas de juego para los más pequeños destaca el estanque situado junto al Palacio de Luxemburgo, en el que se pueden alquilar pequeños barquitos de vela para manejarlos con una vara, como se hacía en los viejos tiempos. En el parque también hay un teatro de marionetas.
Fontaine de Medicis

  La construcción del palacio y los jardines tuvo lugar entre los años 1615 y 1617 cuando María de Médicis, cansada de la vida en el Louvre, decidió ordenar la construcción de un palacio a la italiana hecho a su medida.

  Con el paso del tiempo se fueron adquiriendo los terrenos más próximos al palacio para la ampliación de los jardines, los cuales alcanzaron su máxima dimensión en 1792. Los siguientes propietarios del palacio realizaron algunos cambios en los jardines, que quedaron en el abandono en diversas ocasiones.

  Con el estallido de la Revolución Francesa el Palacio acabó convertido en una prisión, mientras que durante la Segunda Guerra Mundial fue utilizado como cuartel por los alemanes, que construyeron un búnker en el jardín.
Iglesia de Saint Sulpice

  Se trata de un enorme edificio con un aspecto sencillo e inacabado. Además de ser una de las iglesias más altas de París, es una de las más conocidas gracias a su protagonismo en el Código da Vinci.

  La Iglesia de Saint Sulpice resulta imponente tanto desde el exterior como cuando se accede a ella. Sus enormes paredes y columnas de piedra desnuda le proporcionan un aspecto inacabado que también puede verse en una de sus torres.

  Uno de los principales atractivos de la iglesia son los frescos de Delacroix, situados a la derecha de la entrada, en la Capilla de los Ángeles. También se puede observar una figura de San Pedro (similar a la de la Basílica de San Pedro en El Vaticano) con el pie desgastado por las caricias de miles de fieles.

  El sacerdote Languet de Gercy encargó a un astrónomo la construcción de un gnomon de la meridiana solar para calcular la fecha de Pascua mediante el control de los equinoccios. Se trata de una columna de mármol que marca la hora mediante la sombra que proyecta en el suelo.

  Gracias a la existencia de este gnomon la iglesia se salvó de ser destruida durante la Revolución Francesa y hoy se conserva en óptimas condiciones.


Fuente Saint-Michel


  La fuente, cuya estructura principal es la de un arco de triunfo, se enmarca dentro del plan de transformación de París durante el Segundo Imperio puesto en marcha por Barón Haussmann bajo Napoleon III de cara a ocultar una antiestética fachada generada por las obras de apertura del bulevar Saint-Michel.

  Descartada la idea inicial de decorarla con una estatua monumental de Napoleón Bonaparte, se optó finalmente por una obra que representara la lucha del Bien y del Mal donde el Arcángel Miguel, espada en mano, aparece sometiendo al Demonio.


  La obra ocupa la totalidad de una de las paredes de un edificio de seis plantas, alcanzando los 26 metros de altura y 15 de ancho. La estatua del arcángel sometiendo al Demonio es obra de Francisque Duret. En la parte baja, dos dragones, escupen agua a un estanque situado a los pies de la escalinata que lleva hasta el pedestal de la escultura principal. La decoración de la fuente se completa con cuatro estatuas de bronce situadas sobre otras tantas columnas corintias adosadas de mármol rojo del Languedoc que representan a las cuatro virtudes cardinales: la templanza, la justicia, la prudencia y la fortaleza. Por último en la parte superior, se sitúa un panel de mármol verde con una inscripción que conmemora el edificio, rodeado por dos pilastras de apoyo, rematados en su cúspide por un frontón roto que muestra el escudo de armas del emperador.


  Fue la última gran fuente parisina situada en la fachada de un edificio, pues las posteriores se situaron en plazas o parques de la ciudad

Iglesia de Saint-Germain des pres


  La abadía de Saint-Germain des pres fue fundada por el rey merovingio Childeberto I para glorificar y santificar una reliquia de San Vicente Mártir, su túnica, traída desde Zaragoza en el año 542. Es considerada por los historiadores como el edificio religioso más antiguo de París.



  Durante el periodo merovingio fueron enterrados en ella el propio Childelberto, Chilperico I (584) y Clotario II (628). Los cuerpos, cubiertos por un sudario o las ropas del rey, fueron colocados en tumbas ubicadas en el coro, por lo que la abadía de Saint-Germain-des-Près fue la primera necrópolis real de Francia, anterior a la abadía de Saint-Denis.

  En el siglo XVIII sufrió una explosión fortuita que afectó al claustro y un incendio en 1794 destruyó la importante biblioteca. Con la Revolución francesa la abadía fue disuelta. En el edificio actual subsisten la iglesia y el palacio abacial.

Museo de Orsay

  Situado en el 7 arrondissement de París, es uno de los distritos más importantes de París por albergar entre otros la torre Eiffel. El Museo de Orsay está dedicado a las artes plásticas del siglo XIX y cubre los períodos artísticos que transcurren entre las creaciones expuestas en el Museo del Louvre y las del Centro Pompidou, conteniendo pinturas impresionistas y post-impresionistas, además de una gran colección de escultura, artes decorativas y elementos arquitectónicos.


  En las salas laterales de la planta baja del extenso edificio se muestran obras pertenecientes al período de 1848 a 1870, mientras que en la zona central se pueden ver llamativas esculturas.

  En la planta superior se muestran las obras pertenecientes a la época floreciente entre 1874 y 1886, donde se pueden encontrar las obras de grandes maestros como Renoir, Cézanne, Gauguin o Monet. En esta planta se pueden ver algunos elementos decorativos además de una preciosa sala de fiestas decorada con todo lujo de detalles.

  Ubicado en una antigua estación de tren que fue inaugurada en el año 1900 con motivo de la Exposición Mundial de París, desde finales de la Segunda Guerra Mundial la estación fue quedando en abandono y en 1960 se planeó derruirla. Fue en el año 1977 cuando la estación se libró de su fatal destino gracias a que se planteó la transformación del edificio en un museo, que se vería inaugurado en 1986.

  En la actualidad el edificio aún conserva el antiguo encanto de la estación de trenes que albergó en el pasado, y al contrario que otros museos demasiado extensos y complicados de recorrer (como el Louvre), el Museo de Orsay resulta cómodo de visitar y sus exposiciones son muy completas. Todo esto unido al ambiente especial que le otorga el antiguo edificio de la estación de trenes, hace que sea uno de los mejores museos en París.

Palacio Borbón


  El Palacio Borbón (Palais Bourbon) es uno de esos edificios que en ocasiones pasan desapercibidos por muchas guías turísticas, pero que merece la pena visitar para observar su arquitectura y conocer su historia. Se encuentra en el distrito siete, en la orilla izquierda del río Sena y es la actual sede oficial de la Asamblea Nacional.

  El palacio fue construido en el año 1722 por orden de la Duquesa de Borbón, hija del rey Luis XIV y Madame de Montespan.

 Las obras se prolongaron hasta la llegada de la Revolución Francesa. El palacio fue confiscado y se declaró Patrimonio Nacional, quedando prácticamente en desuso hasta 1795 cuando se le asignó la función de alojar el futuro Consejo de los Quinientos. Nuevas obras se realizaron en el interior con el fin de construir un gran hemiciclo de asambleas, que se convertiría en uno de los espacios oficiales más grande para la reunión de legisladores franceses. Se utilizó por primera vez en 1798.

  La reforma exterior más importante es la que ordenó Napoleón I en 1806, quien mediante los planos diseñados por Bernard Poyet, decidió modificar la fachada norte instalando doce columnas neo griegas, dando al palacio el aspecto que presenta en la actualidad y otorgándole un cierto parecido con la cercana Iglesia de Madeleine, al otro lado del río Sena.

  Desde el año 1830 el Palacio Borbón es la sede oficial de la Asamblea Nacional. En su interior se pueden encontrar los despachos de los diputados y salas de reuniones donde se debaten asuntos de Estado. Además, en su interior se encuentra el Museo de la Asamblea Nacional, donde destaca su magnífica biblioteca con un gran número de volúmenes y manuscritos confiscados a la aristocracia.

Puente de Alejandro III

  Es el más bonito de los puentes parisinos. Situado entre la explanada de los Inválidos y el Grand y Petit Palais, fue inaugurado para la Exposición Mundial de 1900.

  La decoración del puente resulta simplemente espectacular gracias a las cuatro columnas de 17 metros, con caballos alados dorados en la parte superior, que se encuentran situadas en los extremos.

  Preciosos candelabros negros, querubines y otros elementos decorativos convierten el puente en una construcción de ensueño que las parejas suelen elegir para realizar sus fotos de boda.

  Está formado por un solo arco de acero, algo que constituyó todo un reto para aquella época.



Pont de l'Alma



  El Pont de l´Alma no es uno de los más bellos de la ciudad, tampoco el más largo ni el más antiguo, pero desde su construcción los ojos de los parisinos se fijaban en él para comprobar las crecidas del río.

  Las mediciones se hacían mediante la estatua de un zuavo (soldado de la infantería) que se encuentra tallada en uno de los pilares del puente. Durante la Inundación de 1910 el cauce del Sena llegó hasta los hombros del zuavo.

  En la actualidad los turistas también se acercan hasta el puente para visitar el túnel en el que la princesa Diana perdió la vida. En la parte superior del túnel se puede ver la Llama de la Libertad, un monumento con el que América agradeció a Francia la restauración de la Estatua de la Libertad, pero que muchos utilizan para colocar sus ofrendas a la princesa fallecida.

Los Inválidos

  El imponente complejo arquitectónico formado por el Palacio Nacional de los Inválidos (Hôtel National des Invalides) fue edificado en el siglo XVII como residencia para los soldados franceses retirados del servicio.
  Durante el año 1674 comenzaron a ingresar los primeros huéspedes de los Inválidos, llegando a ser más de 4.000 a finales de siglo. Los soldados que habían prestado servicio a la armada francesa durante más de diez años podían retirarse y, lejos de lo que pudiera pensarse, no dedicaban su tiempo a contar anécdotas sobre la guerra y a jugar a las cartas, sino que lo aprovechaban para culturizarse y realizar algunos trabajos arreglando uniformes o zapatos, entre otras tareas.

  El Palacio Nacional de los Inválidos es uno de los monumentos más importantes de París, no sólo debido a su gran riqueza artística y su imponente aspecto coronado por una preciosa cúpula dorada, sino por ser una parte importante del pasado de la armada francesa y acoger la sepultura de Napoleón.

  La iglesia de Los Inválidos fue concebida para servir al rey y a los soldados, y aunque todos asistían a misa de forma simultánea, debían acceder al templo por lugares diferentes.

  La iglesia del domo fue construida entre 1677 y 1706. La capilla real pasó a convertirse en un panteón militar en el que se guarda el sarcófago con las cenizas de Napoleón I. Desde el exterior, la cúpula dorada de 100 metros de altura resulta llamativa desde diferentes partes de la ciudad.

  La iglesia de los soldados está decorada con un centenar de trofeos que fueron arrebatados al enemigo, los cuales representan la historia del ejército francés desde 1805 hasta el siglo XX.

  En el interior también se puede visitar el extenso Museo del Ejército.



Academia Militar



  La École Militaire es un gran edificio de estilo neoclásico ubicado en el extremo sureste del Parque del Campo de Marte.
 El edificio es obra de Jacques-Ange Gabriel, mandado a construir por Luis XV quien quiere que sus militares estén bien formados tras la Guerra de Sucesión Austríaca, que aunque fue ganada por Francia denotó la falta de preparación.
 Uno de sus alumnos más conocidos fue Napoleón Bonaparte, quien estuvo desde 1784 a 1785.
 Actualmente continúa con su función y además alberga la administración central del Ministerio de Defensa.

Campo de Marte.

  Este parque se ubica entre la Academia militar y la Torre Eiffel. Su nombre viene del dios romano de la guerra (Marte), pues se utilizaba para ejercicios y desfiles militares cuando se creo la academia militar en 1765.

  Posteriormente la explanada ha sido el lugar de celebración de diferentes acontecimientos, desde las fiestas revolucionarias hasta otros más dramáticos como la matanza de 1791.

  El Campo de Marte ha sido el escenario de las célebres exposiciones mundiales realizadas en París en los años 1867, 1878 y 1889, viviendo muy de cerca el nacimiento del que se convertiría en el símbolo de la ciudad, la Torre Eiffel.

  En la actualidad el Campo de Marte es uno de los lugares elegidos tanto por los parisinos como por los turistas para relajarse y disfrutar de un momento de tranquilidad prácticamente bajo los pies de la Torre Eiffel.

Torre Eiffel

  La Torre Eiffel es el símbolo más emblemático de París. Construida para la Exposición Universal de 1889, su diseñador fue el ingeniero francés Gustave Eiffel. Tiene 324 m. de altura contando la antena, y está formada por 10.000 toneladas de acero. Fue el edificio más alto del mundo hasta la construcción del edificio Chrysler de Nueva York en 1929.
Se construyó en poco más de dos años por cerca de 250 trabajadores, y muchos artistas parisinos estuvieron en contra de su construcción, pues la veían como un monstruo de hierro y dada su baja rentabilidad al terminar la exposición, se planteó derruirla en diferentes ocasiones, aunque finalmente se conservó para experimentos científicos, meteorología y telegrafía. A principios del siglo XX, con la llegada de las guerras mundiales, las autoridades encontraron su utilidad como antena de radiodifusión y con ella captaron mensajes que ayudaron a los aliados de forma decisiva. Hoy día su uso sigue siendo como torre para la radio y televisión, además de haberse convertido en uno de los monumentos más visitados del mundo, recibiendo al año más de siete millones de visitas.

  Se pueden visitar 3 niveles, subiendo por ascensor o por escaleras, aunque de esta última forma solo se pueden visitar los dos primeros niveles, siendo obligatoria la subida en ascensor hasta el tercer y último nivel

  Los mejores momentos para subir a la torre son la primera hora de la mañana, cuando aún no se han formado interminables colas, o bien al anochecer para disfrutar de la ciudad de las luces en todo su esplendor.

Jardines de Trocadero

  Estos jardines se ubican entre el Sena y el Palacio de Chaillot, justo después de la Torre Eiffel. Estos jardines se crearon en 1937 para la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas en la vida moderna y el diseñador fue Roger-Henri Expert.
 Está repleto de estatuas y fuentes que se iluminan por la noche entre las que destaca la Fuente de Varsovia.
 El nombre de estos jardines se debe al antiguo Palacio de Trocadero que estaba en el lugar donde hoy se encuentra el Palacio de Chaillot.

Palacio Chaillot

  Este palacio se ubica en la colina Chaillot.
En sus orígenes fue un palacio construido por Catalina de Médicis, más tarde fue un convento por orden de la reina de Inglaterra y luego el Palacio de Trocadero mandado a construir por Luis XVIII.
 El edificio fue demolido en parte y reconstruido para la Exposición Internacional de 1937. 
El palacio alberga el Museo del Hombre, el Museo de la Marina, la Ciudad de la Arquitectura y el Patrimonio (antiguo Museo de los Monumentos Franceses) y además es la sede del Teatro Nacional de Chaillot.

Aquarium de París

 Ubicado en los Jardines del Trocadero, cuenta con más de 10.000 peces e invertebrados en los 43 acuarios, entre los cuales destacan, el mayor tanque de tiburones de Francia y un acuario táctil. 
También alberga tres salas de cine donde se proyectan documentales y películas infantiles y se realizan actividades para toda la familia como espectáculos, talleres y charlas educativas sobre el ecosistema marino.


Estatua de la Libertad

  Millones de veces filmada, fotografiada, dibujada o pintada, la Estatua de la Libertad de Nueva York es conocida en el mundo entero, aunque un gran número de personas desconocen que en París se alza una segunda Estatua de la Libertad.

  En la isla de los cisnes, sobre el río Sena y algo alejada de los circuitos turísticos (aunque relativamente cercana a la Torre Eiffel) aquella espera nuestra visita. Visible desde algunos de los cruceros que se hacen por el río Sena y, evidentemente, desde la orilla del río, la estatua parisina es una réplica exacta de la estadounidense aunque un cuarto más pequeña que ésta, con 11,5 metros de altura.

  Toda ella hecha en bronce, fue un regalo del gobierno de EE. UU. a la ciudad de París con ocasión de la Exposición Universal de 1898 y para celebrar el centenario de la Revolución Francesa.

  Otro dato que todavía más personas desconocen es que ésta no es la única Estatua de la Libertad que se alza en París. Y es que el viajero que se acerque hasta el bonito parque de Luxemburgo, descubrirá una réplica aún de menor tamaño, que en realidad, más que de una réplica se trata del verdadero original, puesto que es el modelo sobre el que Gustave Eiffel finalizó en 1884 la que se alza en New York.

Arco del Triunfo

  Se trata del arco más famoso de París, y se ubica en la Plaza Charles de Gaulle, la rotonda más grande del mundo, ya que en ella convergen 12 avenidas,
 separando a su vez tres distritos de la ciudad.

  Con unas dimensiones de 50 metros de alto y una base de 45 por 22 metros, se comenzó su construcción en 1806 por orden de Napoleón, inspirado en el Arco de Tito de Roma, para conmemorar sus victorias, y se terminó treinta años después, bajo el reinado de Luis Felipe, que lo dedicó a la gloria del ejército de la Revolución y del Imperio.
 En cada uno de los pilares hay una estatua que representan: El Triunfo, La Resistencia, La Paz y La Marsellesa.
 Además, en ellos se encuentran grabados los nombres de las batallas ganadas por los ejércitos napoleónicos y los de 558 generales franceses, algunos de los cuales murieron en combate y sus nombres se encuentran subrayados.

  En la base del Arco del Triunfo se encuentra la Tumba del Soldado Desconocido, un monumento erigido en 1921 que con una llama siempre encendida representa a todos los franceses que murieron en la Primera Guerra Mundial y nunca fueron identificados.



  El Arco del Triunfo ha sido testigo de innumerables momentos históricos entre los que se podría destacar el paso de los restos mortales de Napoleón el 15 de diciembre de 1840 y los desfiles militares de las dos guerras mundiales en 1919 y 1944.

  Dentro del arco hay una especie de museo donde se explica la historia de su construcción y se puede subir hasta arriba  para obtener una bonita panorámica de la ciudad.

  A pesar de que su altura es muy inferior a la de la Torre Eiffel, las vistas desde la parte superior del Arco del Triunfo resultan igual de impresionantes. El dinamismo de París en la confluencia de doce de sus principales avenidas es digno de admirar. Las vistas de los Campos Elíseos y de Barrio de la Defensa tampoco desmerecen la subida.

Catedral de Alejandro Nevski de París

  Se trata de una iglesia ortodoxa rusa dedicada a San Alejandro, el Gran Príncipe de Rusia, fallecido en 1263.
 Su construcción nace a raíz de que los rusos ortodoxos residentes en Francia no tenían más que la embajada rusa para rezar, y el espacio no era el suficiente, entonces, el cura de la embajada propone construir una iglesia en 1847, proyecto que acepta Napoleón III. 
Se financia por Alejandro III y por gran cantidad de rusos de todas partes del mundo. 
Se construyó en estilo neobizantino y se consagró en 1861.
 Fue el primer lugar de culto para la comunidad ortodoxa en el país y actualmente es la sede central en la Europa Occidental.
 Se convirtió en catedral en 1922, cuando el arzobispo la convierte en sede de la diócesis.
Precisamente en esta catedral se casó Pablo Picasso con la bailarina rusa Olga Khokhlova en julio de 1918, primera mujer del pintor y madre de su primer hijo.

Parc Monceau

  Situado en el 8 arrondisement de la ciudad, uno de los más turísticos y emblemáticos, este parque lo mandó a construir Felipe de Orleáns, Duque de Chartres en 1778.
 Quiso tener en el jardín réplicas en miniatura de algunas construcciones tan características como un templo romano, un castillo gótico, una pagoda, o una pirámide egipcia. 
Durante la Revolución Francesa, Felipe de Orleáns fue guillotinado, y el parque pasó a manos públicas, hasta la Restauración Borbónica que volvió a la monarquía.
 Fue escenario del primer aterrizaje de salto en paracaídas en 1797.

  Tuvo protagonismo en la Semana Sanguinaria durante la Comuna de París y fue inmortalizado por Monet en 1878.
 Actualmente se conserva la pirámide, la Naumaquia, que es el estanque rodeado de columnas corintias, la rotonda de Claude-Nicolas Ledoux construida tras morir Felipe de Orleáns, y el Pabellón Chartres.
 También puede verse estatuas de mármol de músicos y pintores entre la vegetación.
Campos Elíseos


  Con una longitud de casi dos kilómetros que comunican el Arco del Triunfo y la Plaza de la Concordia, los Campos Elíseos componen la arteria más bella y conocida de París, además de una de las avenidas más famosas del mundo.
 Alberga hoteles de lujo, tiendas de alta costura, galerías de arte, y es el punto de encuentro de los parisinos a la hora de festejar triunfos deportivos o el fin de año. Además, en ella se sitúa la línea de meta de la última etapa del Tour de Francia.

  El nombre de los Campos Elíseos procede de la mitología griega y designaba un lugar equivalente al paraíso cristiano.


  Esta avenida se crea en el reinado de Luis XIV y el encargado de diseñarla es André Le Nôtre, pero no es hasta el Segundo Imperio, tras la construcción de bellas mansiones que conoce el glamour actual.


   La Avenida de los Campos Elíseos está rodeada por los Jardines de los Campos Elíseos, unos jardines de estilo inglés con alamedas de castaños.
 En este espacio se encuentran el Teatro Marigny, el Teatro de Rond Point, el restaurante Ledoyen, el Café Lenôtre, el Grand Palais y el Petit Palais.

Palacio del Eliseo

  El Palais de l’Elysée es la sede de la Presidencia de la República Francesa.
 Data del s. XVIII, y era propiedad de Jeanne-Antoinette Poisson, más conocida como Madame de Pompadour, al parecer amante de Luis XV,  hasta que fue confiscado durante la Revolución Francesa.
 Desde 1848 es la residencia oficial del Presidente de la República de Francia.
 Solamente puede visitarse durante las jornadas europeas del patrimonio.


Grand Palais


  Este edificio, al igual que su vecino el Petit Palais, comenzó a construirse en el año 1897 con el fin de albergar la Exposición Universal de 1900, en el mismo lugar donde se alzaba el Palacio de la Industria, construido para la Exposición de 1855. 
De su arquitectura destaca la ornamentación en la fachada de piedra y el gran techo acristalado con vigas de hierro y acero al estilo art nouveau.
 Los treinta primeros años se dedicó al arte, luego en 1937 se instaló el Palais de la découverte, Palacio del Descubrimiento, y a su vez se utilizaba para salones comerciales, como el del automóvil, y desde 1964 se instaló la Galería Nacional del Gran Palacio, para realizar exposiciones temporales provenientes de museos franceses.
 Es Monumento Histórico desde 1975.

Petit Palais

  Este edificio ubicado en los Campos Elíseos se construyó para la Exposición Universal de 1900, y el arquitecto encargado fue Charles Girault. 
Es un conjunto de cuatro edificios que rodean un jardín semicircular con el porche adornado.
 Actualmente alberga el Museo de Bellas Artes de la Villa de París, donde se muestran pinturas, dibujos y objetos de arte desde la Edad Media al Renacimiento, una colección de mobiliario del s. XVIII, y una colección de pinturas de artistas franceses como Eugène Delacroix.


  El palacio posee una excelente decoración en los vestíbulos y las zonas de paso, que fue elaborada durante más de veinte años. También merece la pena visitar el jardín central, remanso de paz donde se encuentra situada la cafetería del museo.

Plaza de la Concordia

  Situada entre los Campos Elíseos y los Jardines de las Tullerías, es una de las plazas más representativas de París. Se construyó entre 1755 y 1779 y su elemento característico principal lo constituye el obelisco de 23 m. de altura situado en el centro. Este obelisco es de granito rosa proveniente de Lúxor de más de 3.000 años de antigüedad, regalo del virrey de Egipto, Muhammad Ali.


  Al principio se llamó Plaza de Luis XV, luego fue la Plaza de la Revolución, donde se instaló la guillotina que sesgó cabezas a más de 1.200 personas incluidas Luis XVI, María Antonieta y Robespierre. 
Al finalizar el Terror, tomó el nombre actual para recordar las masacres que en ella tuvieron lugar.


  Alrededor de la plaza se encuentran 8 estatuas femeninas representando las ocho ciudades más grandes e importantes de Francia.


  La Plaza está cerrada sólo por uno de sus lados, donde se encuentran los imponentes edificios de la sede del Ministerio de la Marina y el Hotel de Crillon, uno de los más antiguos y lujosos del mundo.

  Desde el obelisco se obtienen unas preciosas vistas de París. De un lado los Jardines de las Tullerías con el Museo del Louvre de fondo, en lado contrario se pueden contemplar los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo. Al frente tenemos la vista del Palacio Borbón, y si nos giramos, a nuestra espalda aparece la bonita iglesia de la Madeleine.

Iglesia de la Madeleine

  Situada muy cerca de la Plaza de la Concordia, en una zona muy comercial de alto standing, la Iglesia de la Madeleine  llama muchísimo la atención por su arquitectura en forma de templo clásico griego.


  La construcción comenzó en 1764 por Contant D´Ivry, siendo luego reconstruida con planos de Guillaume Couture, aunque a causa de la Revolución Francesa  las obras se interrumpieron de 1790 a 1805, transformándose en 1806 en Templo homenaje a la Gran Armada, función que tuvo hasta que se acabó de construir el Arco del Triunfo, que la relevó en esa función.
En  1842 volvió a ser iglesia católica, función que continúa representando en la actualidad.
  En la fachada principal se sitúa un extenso frontón en el que se representa un altorrelieve de El Juicio Final. A su alrededor tiene 52 columnas corintias de 20 metros de altura que le confieren su aspecto de templo griego.


  Su interior es todo de mármol y está formado por una sola nave con tres cúpulas que no resultan visibles desde el exterior. Sobre el altar mayor se puede ver una escultura que representa la Asunción de la Magdalena, mientras que en la cúpula que lo recubre se encuentra un fresco sobre la historia del cristianismo. Merece la pena prestar especial atención al órgano de tubos de la iglesia, considerado uno de los mejores de la ciudad.


  Si bien el interior de esta iglesia no es tan interesante como el exterior, merece la pena como mínimo subir sus escaleras para contemplar desde allí la Rue Royal, con la plaza de la Concordia y el Obelisco al fondo.

Columna Vendome

  La columna Vendôme es un monumento parisino situado en la Plaza Vendôme, creada entre los siglos XVIII y XIX erigida por orden de Napoleón Bonaparte, para celebrar su victoria en la batalla de Austerlitz.

  Tiene una altura de 44 metros y 3,60 de diámetro medio, y está coronada por una estatua de Napoleón I vestido de general romano, esculpida por Auguste Dumont, y que su sobrino, Napoleón III, mandó erigir. A lo largo de los años ha sido nombrada también Columna de Austerlitz.

Jardín de las Tullerías



  El Jardín de las Tullerías se ubica entre el Louvre y la Plaza de la Concordia y con algo más de 25 hectáreas es el parque más grande de París, declarado Monumento Histórico en 1914.



  Fue el primer jardín de París que tuvo carácter público, y en la actualidad es uno de los más concurridos y encantadores de la capital.

  En 1564 comenzaron las obras de construcción del Palacio de las Tullerías, el cual, bajo las caprichosas órdenes de Catalina de Medicis, iría acompañado por unos preciosos y extensos jardines de estilo florentino. El palacio y sus jardines deben su nombre a las fábricas de "tuilles" o tejas, que antes se encontraban situadas en ese lugar.
  Los jardines se convirtieron en el lugar de celebración de lujosas fiestas en las que los invitados disfrutaban entre los verdes parajes, fuentes y esculturas. En aquella época los jardines se encontraban rodeados por altos muros que protegían la privacidad de la alta sociedad.

  Tras el traslado de la Corte a Versalles, el palacio y los jardines quedaron en el abandono y no volvieron a recuperar su esplendor hasta su vuelta, cuando los jardines fue transformados al estilo inglés. Posteriormente Napoleón ordenó la construcción del Arco de Triunfo del Carrusel, uniendo los jardines con el Louvre.

  En 1870 el Palacio de las Tullerías fue destruido a manos de la Comuna de París, pero los jardines lograron salvarse y sobrevivir hasta nuestros días como jardines públicos.

Arco de triunfo del Carrusel

  Este arco se ubica en la Place du Carrousel, junto donde antes se levantaba el Palacio de las Tullerías, destruido en 1870 durante la Comuna de París.
 Se construyó entre los años 1806 y 1808 para conmemorar las victorias de Napoleón de 1805. 
Tiene 19 metros de alto, las columnas están decoradas con escenas de las victorias en mármol rosa y en un principio se coronó con los caballos de la Basílica de San Marcos de Venecia.

  Tras la restauración de los Borbones, devolvieron los caballos y en 1828 se reemplazó por una cuadriga esculpida por el Barón François Joseph Bosio, que conmemora la restauración borbónica tras la caída de Napoleón.

Museo del Louvre

  El Museo del Louvre se ubica en el primer arrondissement de París, una de las zonas más clásicas de la ciudad, llena de grandes mansiones, plazas y jardines con esculturas. 
Es una zona muy concurrida debido a la cantidad de tiendas que hay sobretodo en la Rue de Rivoli y en la de Saint Honoré.

  Es el Museo Nacional de Francia y uno de los museos más importantes y más visitados del mundo con más de ocho millones de visitantes anuales. Tiene unas dimensiones asombrosas, 160.000 metros cuadrados de exposiciones que convierten a este museo en uno de los más grandes del mundo, haciendo necesaria su visita en más de una jornada si no queremos terminar exhaustos.


  Se ubica en el Palacio Real del Louvre, que data del s. XII, aunque quien se encargó de darle el aspecto actual fue Catalina de Médicis.
 Fue residencia real hasta la época de Luis XIV a finales del s. XVII, en que se trasladó toda la corte al recién construido Palacio de Versalles.
  A principios del s. XVIII se instaló la Academia Francesa, y tras la Revolución el edificio se dedicó a funciones artísticas y científicas.
 El Museo del Louvre abrió sus puertas el 8 de noviembre de 1793.
 En una importante reforma en la década de 1980, se instaló la pirámide de cristal inaugurada en 1989 y diseñada por Ieoh Ming Pei, con el fin de centralizar a los visitantes, pues se accede a través de ella al interior de un vestíbulo que distribuye a los visitantes por las diferentes alas del museo.

  Las colecciones del museo mostradas son anteriores al impresionismo, ya que las obras del impresionismo se trasladaron al Museo de Orsay y las de arte contemporáneo y moderno, al Centro Pompidou.
 Las obras, más 300.000 piezas, provienen de colecciones de la monarquía francesa, de las piezas requisadas en las guerras napoleónicas, de la iglesia y de donaciones de coleccionistas privados. 
Se pueden ver colecciones de pintura, escultura, antigüedades orientales y artes del islam, firmados por artistas de sobra conocidos.

  La inmensa colección está organizada de forma temática en diferentes departamentos: antigüedades orientales, antigüedades egipcias, antigüedades griegas, romanas y etruscas, historia del Louvre y el Louvre medieval, pintura, escultura, objetos de arte, artes gráficas y arte del Islam.
Victoria Alada de Samotracia
Libertad guiando al pueblo
La Gioconda

  Algunas de las piezas más famosas son, La Gioconda, La Virgen de las Rocas, ambas de Leonardo da Vinci, La Libertad Guiando al Pueblo de Delacroix, El Rapto de las Sabinas de Jacques-Louise David, El entierro de Cristo de Tiziano, La nave de los locos de El Bosco, Las bodas del Caná de Veronese, El niño mendigo de Murillo, y esculturas como La Venus de Milo, El escriba sentado, o Victoria alada de Samotracia entre muchas otras.


Palacio Real

  Este palacio fue encargado por el Cardenal Richelieu a Jacques Lemercier y las obras se iniciaron en 1624.
 En él vivió Ana de Habsburgo con el cardenal Mazarino y su hijo Luis XIV, tras ésta quedarse viuda de Luis XIII.
 Actualmente es la sede del Consejo de Estado del Gobierno y no puede visitarse, pero sí sus jardines, que también fueron deseo del Cardenal Richelieu. Tenían estanques, estatuas, alamedas de olmos y un bosque. A principio del s. XVIII se abrieron al público, si bien el aspecto actual es de la época de Carlos X que decidió modificarlos.


Forum Des Halles


  Les Halles significa los mercados, y eso es lo que había en el lugar desde mediados del s. XII hasta la década de 1969 que se trasladó a las afueras de París.
 En el lugar se construyó un centro comercial subterráneo con paredes de cristal. 
Actualmente dentro del Forum les Halles se puede visitar el Pavillion des Arts, donde se realizan exposiciones temporales que cuenta con un jardín en la azotea.
 Cercana se encuentra la Fontaine des Innocents, una fuente renacentista que debe su nombre al Cementerio de los Inocentes que ocupó el mismo lugar hasta la Revolución Francesa.
 En sus alrededores es habitual ver como se reúnen los raperos y hiphoperos de París.
Iglesia de San Eustaquio


  Es una de las iglesias que recibe más visitantes de la ciudad y está considerada como uno de los edificios religiosos más bonitos. Originariamente, en el s. XIII, en su lugar había una capilla dedicada a Santa Inés y luego se fue ampliando y se le cambió el nombre probablemente porque se trasladaron las reliquias del mártir San Eustaquio.

 Construida entre los años 1532 y 1633 es de estilo gótico tardío, considerada una obra maestra, y tiene unas dimensiones considerables.
 En esta iglesia tomó la comunión Luis XIV, se bautizó Richelieu y Molière, que también se casó allí.
 A parte de ser una de las iglesias más bonitas es famosa por su órgano con 8.000 tubos, superando el de Notre Dame. Se organizan conciertos a lo largo del año donde también participa el Coro de San Eustaquio.

Centro Pompidou


  Situado en el 4 arrondissement de la ciudad, este centro cultural se crea por iniciativa del que fuera presidente de la República Georges Jean Raymond Pompidou. También conocido como Beaubourg, este museo alberga una de las mejores colecciones de arte moderno y contemporáneo del mundo, comparable con la del Moma de Nueva York o la del Tate Modern de Londres.

  Inaugurado en 1977 en uno de los barrios más antiguos de la ciudad, el Centro Pompidou fue una obra pionera de la arquitectura contemporánea, capaz de crear un gran contraste con el gris paisaje urbano de la zona gracias al vidrio, las vigas metálicas, las escaleras mecánicas en forma de oruga, los grandes conductos de ventilación y sus colores vivos.
  El edificio está dividido en seis plantas de 7.500 metros cuadrados cada una, de las cuales la cuarta y la quinta acogen las exposiciones permanentes del Museo Nacional de Arte Moderno.

  La quinta planta está dedicada al arte moderno, desde comienzos del siglo XX hasta 1960, destacando especialmente los trabajos de Matisse, Picasso, Kandinsky o Miró.

  En la planta cuarta es posible realizar un recorrido a través de las obras contemporáneas realizadas desde 1960 hasta la actualidad, entre las que abundan los trabajos minimalistas y conceptuales.

Hotel De Ville

  Esta mansión es la sede del ayuntamiento de París desde 1357.
 La construcción actual se encarga en 1533 a los arquitectos Domenico de Cortone y Pierre Chambiges y no se termina hasta 1628.
 Fue reconstruida en 1874 en estilo neorrenacentista, tras ser destruida en la Comuna de París en 1871. En su interior alberga exposiciones temporales.

  En su parte frontal se encuentra la plaza del Hotel de Ville, antigua Place de Grève, que desde la Edad Media fue testigo de ejecuciones, quemas de libros, rebeliones, celebraciones y huelgas.

Marais


  La zona del Marais antiguamente era un pantano, que no empezó a edificarse hasta que Enrique IV mandó a construir lo que actualmente es la Plaza des Vosges. Luego la zona comenzó a atraer a las clases más selectas de la sociedad, que construyeron las más exquisitas residencias y palacetes. En la actualidad aún se pueden visitar algunos de ellos convertidos en museos, como es el caso del Museo Carnavalet, el Museo Picasso, el Museo Cognacq-Jay o la Casa de Victor Hugo.

  Hoy en día el barrio continúa siendo una zona muy agradable y tranquila en la que se puede encontrar una gran variedad de restaurantes y tiendas. En la zona reside la comunidad judía más grande de Europa, además de conformar el barrio gay de la ciudad.


Plaza de los Vosgos


  Se trata de la plaza más antigua de París, y se inauguró en 1612 como Place Royal. Mandada a construir por Enrique IV en seguida se convirtió en el prototipo a seguir en las plazas residenciales europeas.
 A su alrededor hay 36 casas simétricas con arcadas en las plantas bajas, buhardillas y techos inclinados, donde vivieron algunas personalidades de la época como el Cardenal Ricehelieu entre 1615 y 1627 o Víctor Hugo entre 1832 y 1848.


Casa de Víctor Hugo

  El novelista Victor Hugo vivió de 1832 a 1848 en el segundo piso del Hôtel de Rohan-Guéménée en la Place des Vosges.
 En la casa–museo se hace un recorrido de su vida antes, durante y después del exilio, mostrándose varios recuerdos, libros, manuscritos, dibujos, mobiliario.

Museo Carnavalet

  En este museo se pueden ver colecciones de pintura, escultura, maquetas, dibujos, estampas, fotografías, carteles, documentos, objetos y mobiliario, que muestran la evolución de la ciudad de París, desde la prehistoria hasta nuestros tiempos. 
Está emplazado en dos mansiones renacentistas del s. XVI.


Hotel De Sully


  Esta mansión aristocrática fue construida en 1624 y es una de las más bonitas de la ciudad. En ella vivió Maximilien de Béthune, duque de Sully, responsable de las finanzas de Enrique IV. 
Desde 1967 es la sede del Centro de Monumentos Nacionales, donde se encargan de fomentar las visitas a los monumentos del Estado, conservarlos, restaurarlos y mantenerlos. Detrás de la mansión hay unos espectaculares patios de estilo renacentista.

Plaza de la Bastilla


  Situada al límite de los distritos 4, 11 y 12 de París, la Bastilla fue construida por Carlos V en el s. XIV para albergar una fortaleza que defendían las puertas de entrada a la ciudad. Más tarde, el cardenal Richelieu la convirtió en prisión y fue escenario del primer acto de la Revolución el 14 de julio de 1789 cuando se tomó y se liberaron a sus reclusos. En 1792 se decidió crear una plaza en el lugar con la instalación en junio de 1794 de una guillotina que llegó a ejecutar en el lugar a 73 personas. En 1840 se inauguró la Colonne de Juillet (Columna de Julio), para conmemorar las víctimas de la revolución de julio de 1830. Cuenta con 52 m. de altura y en la punta con una figura dorada y alada que representa a la libertad.


  En esta plaza podemos visitar también el moderno edificio de la ópera, que tiene capacidad para 2700 espectadores en unas instalaciones con cinco escenarios móviles y un techo de acristalado, sin duda una  obra maestra del ingenio tecnológico.

Plaza República

  La zona alrededor de la Plaza de la República es un lugar tranquilo, sobretodo por el Canal San Martín, con sus plataneros y puentecitos. Aquí hay importantes comunidades procedentes de la India, Turquía y Pakistán, respirándose cierto ambiente bohemio.

  En la plaza de la República encontramos esta estatua de 1884, instalada por la recién proclamada república, en 1879. 
La escultura representa a Marianne, la madre patria francesa, en bronce, de unos diez metros de altura, sobre una base de piedra de quince metros de altura. En la base hay figuras que representan la libertad, la igualdad y la fraternidad, que son los valores de la república francesa y sus ciudadanos.


Puerta de San Martín


  Este arco de triunfo de 17 m de altura está construido en piedra caliza y mármol en la parte superior.
 Fue construido en 1674 también por orden de Luis XIV para conmemorar sus victorias.

Puerta de San Denis


  Este arco de triunfo mide unos 24 metros de alto y unos 5 metros de ancho. Lo mandó a construir Luis XIV en 1672 sobre un bastión que había mandado a construir Carlos V. Con él se conmemora la victoria sobre el Rin y sobre el Franco Condado. 
Está inspirado en el Arco de Tito en Roma, y se ubica en Boulevard Saint Denis esquina con Rue Saint Denis.

La Bolsa

  Situado en el 2 arrondissement, este edificio circular en sus orígenes fue una mansión construida en el s. XIII para Jean II de Nesle, quien al morir sin hijos la dejó a Blanca de Castilla, y así fue pasando de mano en mano por la monarquía.
 Más tarde, en 1498, en el lugar se hizo un convento para niñas, en 1572 lo adquirió Catalina de Médicis como residencia personal y en 1720, después de tener varios propietarios más, Victor Amadeo de Saboya crea la Bolsa de París. La cúpula de cobre se añadió en 1813.


Ópera Garnier

  Situada en el Palacio Garnier, perteneciente al 9 distrito de París, la Ópera Garnier es un imponente edificio neobarroco que, junto con la Ópera de la Bastilla, conforma la Ópera Nacional de París. Se trata del lugar que inspiró la conocida obra "El Fantasma de la Ópera".

  Tras la decisión de Napoleón III de crear un nuevo edificio para la ópera, se organizó un certamen en el que más de 170 arquitectos presentaron sus proyectos. Finalmente el joven arquitecto Charles Garnier fue el que logró llevar a cabo el diseño del edificio.

  Antes de que el edificio se finalizara, Napoleón decidió que era necesario construir una avenida que uniera la ópera con el Palacio de las Tullerías, por lo que decenas de familias fueron expropiadas de sus casas para que su ambición se viera satisfecha. Paradójicamente el emperador nunca utilizó la avenida que había ordenado construir.


  Los trabajos de construcción del edificio comenzaron en 1860, pero no se verían finalizados hasta 1875 debido a diversas complicaciones como la falta de estabilidad del terreno, la guerra de 1870 o la caída del régimen imperial.

  Finalmente, después del elaborado trabajo realizado por 14 pintores y artesanos y 73 escultores, en 1875 tuvo lugar la inauguración del edificio, a la cual el propio arquitecto no fue invitado por haber tenido trato con Napoleón, por lo que tuvo que costearse una entrada y colocarse en un segundo plano.

  Durante el recorrido por el Palacio Garnier es posible contemplar el lujo y la opulencia que rodeaba a las personas que acudían a la ópera, no sólo para disfrutar del espectáculo, sino para ver y ser vistos.

  Algunos de los puntos más llamativos del edificio son los “foyers”, vestíbulos en los que los espectadores paseaban durante los entreactos, los cuales están ricamente decorados con pan de oro y preciosos mosaicos.

  La sala de espectáculos, decorada en tonos rojos y dorados, está iluminada por una enorme araña de cristal instalada en el curioso techo decorado con unas extrañas pinturas que parecen realizadas por un niño pequeño. Resulta llamativo el pequeño tamaño de la sala, que sólo cuenta con 1.900 asientos de terciopelo rojo, si lo comparamos con las vastas dimensiones del edificio, que ocupa 11.000 metros cuadrados.


  Probablemente uno de los elementos más llamativos del edificio sea la gran escalera de mármol blanco con una balaustrada de mármol verde y rojo que une los dos niveles.


Galerias LaFayette

  Se trata de un gran almacén de París situado en el Bulevar Haussmann. Actualmente recibe más de 20 millones de visitantes al año, es decir, unos 55.000 diarios, y se trata de la mayor superficie comercial del mundo occidental y del principal gran almacén europeo por cifra de negocios. 

  Merece la pena su visita para admirar la opulencia que se respira en estos grandes almacenes “todo lujo”, en los cuales no falta ninguna de las marcas más internacionales.



Capilla Expiatoria


  Encargó su construcción Luis XVIII de Borbón en 1815, para consagrar la memoria de su hermano, Luis XVI y a su mujer María Antonieta, por lo que sus tumbas se encuentran aquí instaladas.

Pigalle

  Aunque se puede visitar de día y la visita puede resultar curiosa, a Pigalle hay que ir de noche, que es cuando el barrio está de verdad animado. Aunque no estemos atraídos por la cantidad de establecimientos que ofrecen espectáculos eróticos y similares, el espectáculo de luces al más puro estilo "Las Vegas" resulta llamativo.  

  Pigalle se encuentra al norte de París, al final del 9 arrondissement e inicio del 18,  muy cerca de Montmartre, así que una buena opción puede ser visitar el Sagrado Corazón de Montmartre por la tarde aún con buena luz, disfrutar del atardecer en lo alto de la colina, cenar en la Place du Tertre disfrutando de un ambiente sin igual y luego bajar dando un paseo hasta Pigalle, donde podemos tomar algo en cualquiera de sus pubs o discotecas, o por qué no, hacer como miles de turistas hacen todos los años, entrar al archifamoso Moulin Rouge y disfrutar del famoso "French Cancan", un espectáculo único en el mundo.


  Construido en 1889 por el español Josep Oller, que también era propietario del Olimpia, desde hace más de cien años el Moulin Rouge es un lugar de visita obligada para muchos turistas, pues continúa ofreciendo en la actualidad gran variedad de espectáculos para todos aquellos que quieren evocar el ambiente bohemio de la Belle Époque y que todavía está presente en el interior del local. No obstante, el estilo y el nombre del Moulin Rouge de París han sido imitados por otros muchos cabarets en todo el mundo.

  El Moulin Rouge presenta hoy en día "Féerie", una espectacular revista en la que no faltan las plumas, brillo, y lentejuelas. 60 artistas en escena para 2 horas de deslumbramiento total. Al mismo tiempo podemos disfrutar de una gastronómica y tradicional cena francesa con  champán organizada por la renombrada Maison Dalloyau, en una sala para 850 personas, con una decoración Belle Epoque.

Montmartre

  Montmartre se encuentra en el 18 arrondisment de Paris, en la zona norte de la ciudad, y es uno de los barrios con mayor encanto, si no el que más,  de la ciudad. Sus calles en cuesta, sus escaleras, y sus inconfundibles y acogedores cafés, hacen de Montmartre una cita inexcusable para el turista. Si bien todo el barrio es realmente bonito, la guinda nos la encontramos al llegar a la parte alta de la colina, a donde podemos acceder, bien dando un paseo por sus bonitos jardines y escaleras, o bien utilizando el funicular de Montmartre, que nos dejará a los mismos pies de la Basílica del Sagrado Corazón evitando así la subida tras 197 empinados escalones. También es posible subir por la parte de atrás de la colina, por sus empinadas y curvadas calles, llegando a la Place du Tertre.

Place du Tertre

 Situada detrás de la Basílica de Montmartre, la Plaza es un lugar siempre concurrido, principalmente por los turistas, aunque también por los parisinos, atraídos por esta Plaza mágica y sus animadas terrazas y su gran ambiente.

  Tanto la plaza como sus calles adyacentes están llenas de tiendas de recuerdos y restaurantes tradicionales para todos los bolsillos, todo enfocado para recibir y ofrecer al visitante todo lo que necesita.

 Aparte de la singular composición de la plaza, con restaurantes y terrazas por todos lados, destaca la presencia masivas de pintores, artistas urbanos que acuden allí a pintar la plaza, hacer retratos a todo aquel que lo desee o vender sus pinturas en plena calle. Precisamente esta afluencia de artistas hace que a Montmartre se le llame a menudo el “Barrio de los Pintores”.

 Basílica del Sagrado Corazón

   La Basílica del Sacre Coeur está en pleno alto de la colina de 130 metros, desde donde la vista de París es realmente espectacular.

  Sus orígenes datan de 1870, en aquel año Francia, en guerra con Alemania, no vivía su mejor momento, ya que parte de su territorio se hallaba ocupado por el enemigo y además las relaciones con el Vaticano no pasaban por su mejor momento.


  Entonces se empiezan a achacar las desgracias del país más a un castigo de Dios que a una errónea política exterior, lo que se tradujo en la idea generalizada de que era necesario construir un templo para redimirse ante Dios y suplicar el perdón por las faltas cometidas.

  De este modo, en 1872 el Cardenal Guibert aprueba la construcción de una iglesia, y elige Montmartre como lugar más apropiado para ellos. En 1873 la Asamblea Nacional aprueba el proyecto, y con ello se da luz verde de forma definitiva a la construcción de la iglesia.
 Encargada la obra a Paul Abadie, comenzó a construirse en 1875 y se completó en 1914, siendo consagrada como basílica a los cinco años de su construcción, el 16 de octubre de 1919, lo que la convierte en lugar de peregrinaje, un santuario que atrae cada año a miles de peregrinos de toda Francia y el mundo entero.

  Como curiosidad, destacar que la construcción se realizó con dinero obtenido con colectas en toda Francia, estando los nombres de los donantes, muchos de ellos modestos, inscritos en la piedra de la Basílica. 

  Las dimensiones de Sacré Coeur hablan por si solas: 83 metros de longitud en su torre principal, y 35 metros de anchura. La basílica ofrece la posibilidad de su subir hasta su cúpula para contemplar la ciudad.


OTRAS VISITAS EN PARÍS

  Existen varios lugares de París que aunque no se encuentran tan cerca del centro, bien merece la pena su visita. En este caso deberemos valorar el número de días de que disponemos para ver si este desplazamiento no nos impide disfrutar de otros monumentos más representativos de París.



Castillo de Vincennes



  Construido a finales del siglo XII, el Castillo de Vincennes es la única residencia real francesa construida durante la Edad Media que conserva su forma original. Se encuentra situado a las afueras de París, en un bosque de más de 6 hectáreas.

  El Castillo de Vincennes, con un imponente torreón de 50 metros es uno de los más altos de Europa. Está rodeado por una muralla de 1.100 metros de longitud coronada con nueve torres, y a su vez protegido por un foso de 27 metros de anchura.

  Al igual que la mayor parte de las fortalezas, el Castillo de Vincennes comenzó su historia como una casa de campo ubicada en una zona de caza. Posteriormente fue remodelada y diferentes generaciones de monarcas lo eligieron como lugar de residencia.

  Entre los siglos XVI y XIX el torreón se transformó en una prisión real, en la que fueron encarcelados generales, aristócratas y personajes ilustres como Diderot, el Conde de Mirabeau, Fouquet, o el Marqués de Sade.

  En el interior de sus murallas, la Santa Capilla del Castillo de Vincennes fue edificada tomando como modelo la Sainte Chapelle de la Île de la Cité, aunque  es mucho más sobria y carente de decoración

  La iglesia posee una enorme iluminación que le otorgan los extensos ventanales en los que apenas se conservan las valiosas vidrieras.
Basílica de San Dionisio

  La Basílica de Saint-Denis se encuentra situada en el barrio con el mismo nombre, al norte de París. La basílica es conocida por ser el lugar de sepultura de la monarquía francesa, además de tratarse del primer templo que se construyó en estilo gótico.

  San Dionisio, primer obispo de París y santo patrón de Francia, fue enterrado en el lugar en el que más tarde se erigiría en su honor la abadía de Saint-Denis. Durante el año 1136 comenzó la transformación del templo al carácter gótico, que no se vería completado hasta finales del siglo XIII.


  Durante la Revolución de 1793 las tumbas de la basílica fueron profanadas y los restos de los miembros de la realeza fueron enterrados en una fosa común, donde permanecieron hasta 1817. Desde entonces los restos que fueron identificados descansan en sus tumbas, mientras que los huesos de los monarcas que no pudieron diferenciarse permanecen en el gran osario situado en la cripta.

  La Basílica de Saint-Denis es un templo grandioso con una gran luminosidad que le otorgan las coloridas vidrieras. La parte más especial de la basílica es la compuesta por el deambulatorio, el coro y la cripta, que forman parte del museo en el que se exponen las tumbas de los reyes de Francia.

  Entre los grandiosos sepulcros se pueden encontrar las tumbas de personajes históricos como Luis VIII el León, Felipe IV el Hermoso, Carlos V el Sabio, Isabel de Baviera, Ana de Austria o María Antonieta.

La Defense


 Está considerado el principal centro de negocios y actividad empresarial no solo de París, sino de toda Francia. Como muestra de su importancia económica, valga el dato de que en esta ciudad de los negocios se produce tanto dinero como el Producto Interior Bruto de Grecia (número 40 del mundo).

  En realidad, La Defense no forma parte del término municipal de París, sino del de Puteaux, pero pese a esto la cercanía con la capital es tal, que partiendo del Arco del Triunfo de los Campos Elíseos en metro podremos llegar a la explanada en menos de 10 minutos, y eso habiendo atravesado antes paradas de otra ciudad distinta, Neuilly-Sur-Seine, la más rica de las ciudades que encierran a París.


  Cuando uno llega a la Defense y sale del metro o bien de la terminal de autobuses, se encuentra en mitad de una gran explanada de cemento, a cuyos laterales aparecen modernos centros comerciales, y detrás de estos, un sinfín de torres y enormes rascacielos acristalados, característicos de una arquitectura moderna, y con mil formas distintas, de manera que parecen competir entre sí para ver cual es el más bello y original. Esta arquitectura puede que no sea del agrado de los amantes de lo más clásico, aunque sí que suele impresionar y asombrar a la mayoría de los visitantes que acuden allí.
  Pasear por la explanada de la Defense es como pasear por un museo de arte moderno al aire libre, y es que esta explanada alberga multitud de esculturas y fuentes, a la cual más sorprendente y llamativa, alguna incluso obra genios de la talla de Salvador Dali.

  En cualquier caso existe un peculiar edificio que por sí solo bien merece acercarse hasta allí, el llamado Grand Arche de la Défense, o El Gran Arco de la Defense, un moderno edificio en forma de arco que preside como si fuese un altar la explanada de la Defense.

  El Gran Arco de la Defense es un prodigio de la arquitectura moderna, diseñado por el arquitecto Otto Von Spreckelsen, e inaugurado en 1989 para conmemorar el bicentenario de la Revolución Francesa. Sin duda el hecho de ver de cerca este singular edificio-monumento justifica una pequeña excursión si se dispone del tiempo necesario para ello.


Bois de Boulogne

  Situado al oeste de París, el Bois de Boulogne o Bosque de Boulogne es un enorme parque que ofrece más de treinta y cinco kilómetros de caminos, un auténtico paraíso para todos aquellos que deseen disfrutar de la naturaleza.

  La zona estaba ocupada por el antiguo bosque de Rouvray desde cientos de años atrás. Las tierras fueron convertidas en reserva real de caza, y posteriormente Isabel de Francia fundó una abadía.

  En el transcurso de la Guerra de los Cien Años el bosque funcionó como escondite para muchos forajidos, hasta que en 1417 fue destruido en un incendio intencionado.

  En la segunda mitad del siglo XV Luis XI repobló el bosque, lo cerró y colocó varias puertas. En 1852 Napoleón III ordenó la construcción del parque, que fue dotado de grandes espacios de césped y todo tipo de plantas.


  El parque cuenta con una extensa y variada vegetación formada en su gran mayoría por cedros, que cubren más de la mitad del bosque. Existen dos extensos lagos situados a diferentes niveles, que se encuentran unidos por una cascada.

  En el norte del parque se sitúa el Jardin d'Acclimatation, una zona muy recomendable para visitar con niños ya que se trata de un parque de atracciones y una reserva de animales.







DE RUTA POR LOS ALREDEDORES DE PARÍS


Versalles

  A sólo 25 kilómetros, una media hora de París, llegamos a Versalles, una ciudad burguesa de unos 87.000 habitantes donde se encuentra el palacio más famoso y grandioso de toda Francia.

  El Palacio de Versalles tiene su origen en 1624, cuando Luis XIII compra un terreno y se construye una modesta casa que utiliza para ir de caza, y que con el paso de los años va ampliando.

  Su hijo, Luis XIV (el Rey Sol) cuando empieza su reinado se interesa en la propiedad y le pide a Le Vau y Le Nôtre en 1661 que la transformen en un palacio, triplicando la superficie, decorando con todo lujo y adornando los jardines con un invernadero, un zoológico, esculturas y estanques. La construcción de los jardines fue un duro trabajo, ya que el terreno estaba ocupado por bosques y terreno pantanoso, por lo que se necesitó la ayuda de miles de hombres que se ocuparon de transportar tierra y todo tipo de árboles.

  En 1668 decide ampliar aún más el palacio y optan por una construcción de estilo italiano que rodea el primer palacio, volviendo en 1678 a reformarlo con el fin adaptarlo para recibir a toda la Corte, para lo cual se añaden las dos alas laterales. Versalles fue creciendo, y los más de 5.000 cortesanos se fueron construyendo casas alrededor del palacio donde tenían sus pertenencias y se alojaba su propio servicio.


  La última etapa de ampliación tiene lugar entre 1678 y 1692, llevada a cabo por Mansart, cuando se inicia la construcción de la Capilla Real, y la Galería de los Espejos. Luis XIV deseaba tener una gran galería como la que tenía el Palacio del Louvre, así que cierran una terraza del edificio nuevo, en la fachada oeste, naciendo así la Galería de los Espejos, con 73 metros de largo, que a su vez servía para comunicar los departamentos del rey con los de la reina.

  En este año también se empieza a construir el Estanque de los Suizos, la Fuente de Neptuno y el Gran Trianón que era el lugar donde el rey se alejaba de la Corte.
En 1682 el rey se instala, aunque el palacio aún está por terminar.
 Durante los dos años siguientes, se prepara y decora el Salón Oval, el lugar donde se exponía la colección de arte real.
  En 1685 se construyen las Caballerizas, el ala norte para los cortesanos y un nuevo invernadero, sustituyendo al anterior y para 1689 estaban listos los Departamentos del Rey y los Departamentos de la Reina.

  El 1 de septiembre de 1715, Luis XIV muere. Cuando el Rey Sol muere, Luis XV tan solo tiene 5 años, así que Felipe de Orleáns ejerce como tutor y regente, y éste decide trasladarse al Palacio Real del Louvre, mientras que la Corte se aloja en las Tullerías.

  Cuando el pequeño monarca cuenta con 12 años vuelve a Versalles.
 Fue en esta época cuando se construye el Salón de Hércules, la Ópera y el Pequeño Trianón y se transforman los Departamentos del Rey, de la Reina y de las princesas; el arquitecto encargado fue Ange-Jacques Gabriel, mientras que Robert Cotte se encargó de la decoración. 
También se creó el Salón del Consejo transformando el antiguo Gabinete del Rey y el Salón de las Thermes (o de las Pelucas).
Vista de los jardines con el pequeño Trianón al fondo
   En 1774 comienza el reinado de Luis  XVI y en esa época también se realizaron reformas en el palacio. Se construye el Belvedere y el Templo del Amor. 
Luis XVI le regala a su esposa María Antonieta el Pequeño Trianón, donde ella se refugia de la Corte, y tiene su intimidad, cerca de los jardines y el Caserío.
  Luis XVI y María Antonieta con la Corte vivieron en el palacio hasta que fue tomado por el pueblo el 6 de octubre de 1789, por lo que la familia real se vio obligada a trasladarse nuevamente a París.

  Luis XIV fue guillotinado en 1793, al igual que su esposa María Antonieta, terminando así la monarquía absolutista en Francia.

  Después de esto el palacio quedó vacío y tras la caída de la monarquía fue saqueado y se utilizó en ocasiones puntuales, como en la coronación del emperador alemán en 1871 en la Galería de los Espejos. Se usó también como refugio durante la Comuna de París, fue centro de las elecciones presidenciales de la III y IV República, y en 1919 se firmó el Tratado de Versalles que dio por terminada la Primera Guerra Mundial.


  Actualmente el Palacio de Versalles está a disposición de la presidencia y se utiliza para la recepción de jefes de estado, albergando también museo desde 1837.



  El Palacio tiene 700 habitaciones, 2513 ventanas, 352 chimeneas, 6300 cuadros, 483 espejos, 67 escaleras, 2000 esculturas y estatuas, 15000 grabados y 50000 objetos de decoración y muebles. 
Cuenta con algo más de 67.100 metros cuadrados, y 50.000 están abiertos al público.
 Los jardines se extienden en 800 hectáreas, entre las que hay repartidos 55 estanques.

  El conjunto palaciego de Versalles está comprendido por el Palacio de Versalles, el Gran Trianón y el Pequeño Trianón, entre otros edificios como las Caballerizas y los jardines.

Aldea de la Reina en el Pequeño Trianón
  Durante la visita al Palacio de Versalles es posible recorrer infinidad de estancias con una gran riqueza artística entre las que merece la pena destacar la enorme capilla y los Grandes Aposentos del Rey y la Reina, que poseen una gran cantidad de elementos decorativos.

  También goza de especial importancia la Galería de los Espejos, una impresionante galería de 73 metros de longitud que posee 375 espejos. Se trata de una de las estancias más importantes del palacio, ya que fue el lugar en el que en 1919 se pondría fin a la Primera Guerra Mundial con la firma del tratado de Versalles.

  Es prácticamente imposible recorrer la totalidad de los jardines ya que son demasiado extensos, pero existen diferentes formas de intentarlo, por ejemplo alquilando una bicicleta o un coche eléctrico, o bien con el trenecito que recorre los jardines. Algunos de los puntos más importantes del jardín son el Gran Trianón, un pequeño palacio de mármol rosa, o el Dominio de María Antonieta, lugar en el que la esposa de Luis XVI disfrutaba de una vida sencilla y campestre.

  Desde abril hasta octubre es posible asistir a los espectáculos en los que las fuentes mueven sus aguas al ritmo de la música. Es importante informarse antes sobre los horarios porque sólo se realizan durante algunas horas cada día.



Fountainebleau



  La ciudad de Fontainebleau se ubica a unos 70 kilómetros al sur de París, y es muy visitada por los turistas y parisinos que huyen de la ciudad.

  La estrella de esta ciudad es el Palacio Real de Fontainebleau declarado en 1981 Patrimonio de la humanidad, aunque su precioso bosque con más de 20.000 hectáreas y antiguo coto real de caza declarado Parque Nacional, también merece una visita.

  Fontainebleau tiene su origen en una aldea a principios del s. XII. Luis VII construyó allí una residencia para cuando iba de caza y una capilla, que fue consagrada por Thomas Becket, Arzobispo de Canterbury exiliado en Francia. 
Lo que queda actualmente de la época medieval es la torre del homenaje.

  Luis IX, conocido como San Luis IX, a mediados del s. XIII amplió la residencia de caza y construyó un castillo y un convento–hospital.
 Lo que vemos actualmente es la Capilla de la Trinidad, reconstruida en el s. XVI, que sustituye la capilla del convento fundado por San Luis
  El castillo fue sufriendo remodelaciones y ampliaciones a lo largo de los años, según los caprichos de cada soberano, por eso tiene un estilo heterogéneo.
 Por él pasaron todos los monarcas franceses desde Luis VII hasta Napoleón a principios del s. XIX, aunque también pasaron por allí Luis XVIII, Carlos X, Luis Felipe y Napoleón III. 
La familia real se alojaba por temporadas, por lo que no fue un palacio donde se residiera continuamente.
  Francisco I a principios del s. XVI fue el que más remodeló la estructura dándole un aire renacentista y la estructura actual.
 Él tuvo expuestos en el palacio obras como la Mona Lisa o La Virgen del las Rocas de Leonardo Da Vinci entre otras muchas.
 Se introdujo el Manierismo en Francia en esta época, con la decoración de interiores y jardines. Fue el primero en decorar las galerías con frescos, el autor fue Rosso Florentino. 
Este estilo fue conocido en Francia como Estilo Fontainebleau, que se fue transmitiendo a otros países centroeuropeos.

  Catalina de Médicis y Enrique II lo ampliaron la segunda mitad del s. XVII, los arquitectos Jean Bullant y Philibert Delorme fueron los encargados de las remodelaciones y los pintores Francesco Primaticcio y Niccolò dell’Abbate decoraron el Salón de Baile.

  En el palacio nacieron los 6 de los 10 hijos que le dio Catalina de Médici: Francisco II, Isabel (futura reina de España porqué se casa con Felipe II de España), Claudia, Eduardo Alejandro, (futuro Enrique III) Victoria y Juana.

  Enrique IV, a principios del s. XVII le añadió el Patio de los Príncipes, la Galería de Diana de Poitiers, la Galería de los Ciervos y el Patio Enrique IV.
 También creó el canal de 1200 metros y su jardinero Claude Mollet ideó los parterres, nunca utilizados hasta entonces. 
En el palacio nacen los hijos de Enrique IV y Margarita de Valois, entre los que se encuentran Isabel (futura reina de España cuando se casa con Felipe IV), Gastón de Orleáns y el que sería Luis XIII.

  Luis XIV, hijo de Luis XIII, rediseñó los jardines confiándole el trabajo a André Le Nôtre. En el palacio nació Luis Delfín de Francia en 1661, fruto del matrimonio con su prima María Teresa de Austria.
  A principios del s. XVIII se celebra en la Capilla de la Trinidad el matrimonio entre Luis XV, bisnieto de Luis XIV, con María Leszczynska.
 Durante esta época Luis XV manda a construir nuevas viviendas para la Corte, por lo que se construye otra ala.

  Tras la Revolución Francesa, Napoleón restaura por completo el palacio ya que la mayoría de residencias reales se vieron saqueadas.

  El Palacio Real de Fontainebleau fue escenario de importantes acontecimientos, por ejemplo: el 16 de septiembre de 1629 se firma el Tratado de Paz entre Inglaterra y Francia, Luis XIV firmó en 1685 el Edicto de Fontainebleau o Edicto de Nantes por el cual se exiliaron los protestantes; Napoleón firmó el Tratado de Fontainebleau con el español Manuel de Godoy en 1807 en el que acordaron España y Francia invadir Portugal; el Papa Pío VII estuvo encarcelado entre 1812 y 1814; o durante la Segunda Guerra Mundial, que se utilizó como cuartel general de los alemanes y más tarde fue el cuartel general de los aliados y sede de la OTAN.

  El famoso palacio que cuenta con 1.900 habitaciones, siendo uno de los palacios mejor decorados. Los techos y las paredes están recubiertos de paneles de madera, excepcionales tallas y la mayoría de muebles son originales de la época renacentista.
  Las Salas Renacentistas son impresionantes por su fabulosa decoración siendo las más importantes la Galería de Francisco I, la Sala de Baile y la Cámara de Madame d’Etampes. 

  En el palacio hay tres capillas, la Capilla de la Trinidad y la de San Saturnino que a su vez está dividida en dos: la Capilla Inferior y la Capilla Superior o Capilla Real.

  El palacio se ubica entre cuatro patios principales y tres jardines: el Patio Oval, el Patio de la Fuente, el Patio de Honor, el Patio de las Oficinas, el Gran Parterre, el Jardín Inglés y el Jardín de Diana. También se encuentran otros elementos como son la Cueva de los Pinos o el Pabellón del Estanque creado por Le Vau, además del parque que se extiende en 130 hectáreas.  

  En el interior del Palacio se instalaron cuatro museos a partir del s. XIX.
  • El Museo Chino de la Emperatriz creado en 1863 por orden de Eugenia, esposa de Napoleón III, con colecciones de Extremo Oriente provenientes de regalos y saqueos.

  • El Museo de Napoleón I, creado en 1986, que reúne objetos, mobiliario, joyas, armas, trajes, documentos y obras de arte pertenecientes a la familia de Napoleón.

  • La Galería de Pinturas, creada en 1998 que se ubica frente a la Galería de Diana con obras del s. XVII.

  • La Galería de Muebles creada en 2009 con muebles del castillo, ubicado en la planta baja en el apartamento de caza.
Chantilly

  La ciudad de Chantilly se encuentra a unos 50 kilómetros al norte de París, en el departamento de Oise a orillas del río Nonette. Cuenta con poco más de 11.000 habitantes, y es muy visitada por su Palacio, ubicado en medio de 7.800 hectáreas de bosques, que también alberga el Museo Condé, con una importante muestra de pintura antigua y además famosa por las carreras de caballos, pudiendo también visitar el Museo Vivo del Caballo.
  En los terrenos en los que se encuentra el palacio había una fortaleza medieval perteneciente a la familia de Orgemont. Cuando Pierre d’Orgemont muere sin hijos, le lega la finca a Guillermo de Montmorency en 1484, perteneciente a una familia noble muy poderosa.

  La primera mansión se construyó alrededor de 1530 por orden de Anne de Montmorency, próximo a Francisco I y Enrique II. El encargado fue Pierre Chambiges. Esta construcción ya no existe, puesto que se reemplazó por el Gran Palacio.
 El mismo Anne de Montmorency mandó a construir el Pequeño Palacio en el año 1560, se cree que el arquitecto fue Jean Bullant, también construyó la terraza donde ahora se ve la estatua ecuestre de Paul Dubois y siete capillas, de cuales solo quedaron tres.

  Años más tarde, pasa a manos de su nieto, Enrique II de Montmorency, quien participa en las guerras contra los protestantes.
 En la rebelión contra Luis XIII es acusado de deslealtad y muere decapitado en Toulouse en 1632, por lo que el rey confisca Chantilly, mandando construir posteriormente la Casa de Sylvie.

  En 1643, el palacio es devuelto a la hermana de Enrique II de Montmorency, Carlota de Montmorency que es la esposa en Enrique II de Borbón-Condé, III Príncipe de Condé y también madrina de Luis XIV.


  El hijo de ambos, Luis II de Borbón-Condé, conocido como el Gran Condé, transformó el parque, contratando a André Le Nôtre, futuro jardinero de Versalles y de Fontainebleau, y construyó canales a mediados del s. XVII.

  A finales del s. XVII, el hijo del Gran Condé, el príncipe Enrique Julio de Borbón-Condé, transforma el edificio en un gran palacio, encargándole el trabajo a Jules Hardouin Mansart y se completa con los trabajos de Jean Aubert.



  El nieto de Enrique Julio de Borbón-Condé, Luis Enrique VII Príncipe Condé que fue primer ministro de Luis XV, le manda al mismo Aubert construir los establos, haciendo decorar el pequeño palacio, y creando la fábrica de porcelana.

Castillo de Enghien
  El hijo de Luis Enrique, Luis José de Borbón-Condé (VIII Principe de Condé) a mediados del s. XVIII hace construir el Jeu de Paume y el castillo de Enghien, el jardín anglo-chino y el Hameau, que son un conjunto de cinco casas rústicas, simples en su exterior pero con mucho lujo en su interior que le sirven de inspiración a María Antonieta para el Pequeño Trianón de Versalles.

  Durante la Revolución Francesa, el palacio sirve de prisión y sus colecciones se llevan a Louvre. Los jardines se ven devastados y el palacio queda seriamente dañado.
  Tras 1815 en la Restauración, el príncipe Luis José restaura el palacio y encarga el Jardín Inglés a Victor Dubois.

  Posteriormente Enrique de Orleáns, duque de Aumale, e hijo de Luis Felipe I de Francia lo reconstruye por completo entre 1875 y 1881 con los diseños de Honoré Daumet.
 Fue el Duque de Aumale quien cede Chantilly al Instituto de Francia en 1884 a cambio de que se abra al público y se cree el Museo Condé.

  El Palacio se compone de dos edificios anexos, el Château Grand, destruido durante la Revolución Francesa y reconstruido en la década de 1870, y el Château Petit que fue construido alrededor de 1560 por Anne de Montmorency. 

  De los Grandes Apartamentos se distinguen la Antecámara, la Cámara del Príncipe, el Rincón del Gabinete, la Gran Singerie, la Galería de las Batallas y la Sala de Música.

  A los Pequeños Apartamentos se accede por la escalera principal. Se puede visitar el Salón de Guisa, la Cámara de la Duquesa, el Tocador de la Duquesa, la Sala de Baños del Duque de Aumale, la Cámara del Duque, el Salón Condé y el Salón de Mármol. 

Gabinete de los libros
  En el Pequeño Palacio se creo el Gabinete de los Libros en 1876, el diseño estuvo a cargo de Honoré Daumet, que ideó un espacio para albergar la colección de libros del Duque de Aumale y que tuviera espacio para leer y trabajar.
 No hay mucho lujo en la decoración, solamente el techo está decorado con las insignias de los compañeros del Gran Condé.
 La colección de libros tiene un valor incalculable, hay unos 13.000 volúmenes, más de 1.500 manuscritos, unos 11.000 textos literarios y unos 200 manuscritos medievales. Algunos libros fueron impresos antes del año 1500.
 Desde antes de la Revolución estos libros eran buscados por los coleccionistas por su valor y rareza.

  La capilla data de 1882, fue construida por Honoré Daumet por orden del Duque de Aumale, aproximadamente donde estaba la anterior capilla antes de la Revolución. Su arquitectura es similar a la capilla del Palacio de Ecouen. Alberga numerosas reliquias y destacan, entre otros elementos, las vidrieras y los paneles de marquetería.

  El Museo Condé, en el Palacio de Chantilly se exponen pinturas de antes de 1850. Es el segundo museo de Francia de pintura antigua, detrás del Louvre. Se compone de diferentes galerías: la Galería de los Ciervos, la Galería de Pintura, la Galería de Psique, el Santuario, el Gabinete de las Gemas, la Tribuna y las Galerías de Logis que incluyen la Sala Clouet, la Sala Carolina, el Salón de Orleáns, el Salón Isabel, el Gabinete de Giotto, la Sala de Minerva y la Sala de Smalah.

  Los establos del Palacio de Chantilly fueron construidos por Jean Aubert entre los años 1719 y 1740 por orden de Luis Enrique de Borbón-Condé. Podían albergar hasta 240 caballos y los 500 perros que utilizaban para ir de caza por los extensos bosques de Chantilly.
 Milagrosamente no se vieron afectados por la Revolución.
 En 1982 se instaló el Museo Vivo del Caballo.
  Los jardines del palacio son impresionantes, 115 hectáreas en donde distinguimos el Jardín Francés de Le Nôtre, el Jardín Inglés, La Hameau (La Aldea), la Jeu de Paume (Pistas de tenis), la Casa de Sylvie y el Palacio de Enghien.
  El Jardín Francés, fue diseñado en el s. XVII por André Le Nôtre para el Gran Condé. Es característico que el eje del jardín no pasa por el palacio, sino por una estatua de Anne de Montmorency.
 En el medio se encuentra el Gran Canal de Chantilly, de algo más de 3 kilómetros, superior al de Versalles. El agua canalizada es del Nonette, un afluente del río Oise.

  El Jardín Inglés se ubica entre el palacio y las Grandes Caballerizas. Lo diseño Victor Dubois en 1819, en la Restauración para el príncipe Luis José de Condé.
 Destacan la Isla del Amor y el Templo de Venus en el centro del jardín.

  La Isla del Amor era el lugar donde los príncipes de Condé recibían a los invitados en verano, está rodeada de fuentes y termina en una glorieta enrejada con una estatua de Eros.

  El Templo de Venus, se ubica en un estanque con cisnes y en el centro se encuentra una copia de la estatua de Venus, diosa de la Belleza y el Amor.

Disneyland París

  Situado a 32 km al este de la capital francesa, en una posición privilegiada entre los aeropuertos internacionales de Charles de Gaulle y Orly, es el quinto complejo de negocios más grande de Francia. Con más de 160 millones de visitas desde su apertura en el 1992, estas cifras han permitido a este parque de atracciones llegar a ser el primer destino turístico europeo.

  Más de 30.000 metros cuadrados, 68 restaurantes, 54 tiendas y una capacidad hotelera en toda la zona de 8.000 habitaciones, en Disneyland París podrán disfrutar no sólo los más pequeños, sino también los mayores en cualquiera de las 52 atracciones del parque. También podrán provechar para hacer shopping, comer en uno de los numerosos restaurantes, hacer deporte (golf, tenis, skating, etc) y participar en los espectáculos que cada día se organizan.
 El complejo Disneyland París consta de dos parques temáticos, Disneyland Park y Walt Disney Studios Park, una zona comercial y de entretenimiento, Disney Village, un campo de golf, Golf Disneyland, siete hoteles oficiales Disney y otros siete asociados.

  Disneyland Park es el parque más clásico y el preferido por los niños dentro de Disneyland Resort. Es el parque que más visitantes atrae y el primero que se inauguró. En él podréis encontrar a todos los personajes Disney y comprender por qué se ha convertido en un éxito. 

  Walt Disney Studios es el parque de Disneyland Resort París pensado para una audiencia más adulta. Su temática es el cine y las atracciones son de un nivel superior al Parque Disneyland.
  Las entradas en Eurodisney cuestan 64 euros (adulto/día) para acceder al Parque Walt Disney Studios o al Parque Disneyland. Comprando la entrada por Internet conseguiréis mejores precios y evitaréis colas, podéis hacerlo en la web oficial del parque: Aquí

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 Valencia es una tierra idílica para los  amantes de las rutas moteras . Tanto es así que cuenta con un templo dedicado a esta disciplina,  el Circuito de Cheste.     La bondad de su clima mediterráneo permite disfrutar de las dos ruedas en condiciones óptimas prácticamente durante todo el año.    Además, cuenta con un relieve de  gran diversidad paisajística que  garantiza animadas curvas de montaña, o relajantes paseos por la costa para sentir la brisa marina.    Por ello, son muchas y muy variadas las opciones disponibles en las carreteras de la comunidad valenciana a la hora de realizar una buena ruta motera.    En este artículo se proponen algunos recorridos de interés por la orografía valenciana, en su mayoría circulares, que discurren por carreteras nacionales y autonómicas. Rutas confeccionadas para todo tipo de motocicletas de asfalto, y diseñadas para disfrutar de los bonitos paisajes de interior que nos ofrece la Comunidad Valenciana.      Los mapas se mu

ROUTE 550 - UN PASEO POR LA COSTA DE GALICIA

  Situada en la provincia de A Coruña, la carretera AC-550 discurre sinuosa desde la localidad de Ribeira hasta Cee. Con un espectacular final en el faro de Finisterre, fin del mundo conocido para los antiguos romanos, esta ruta nos lleva por uno de los tramos más bonitos del litoral gallego, mostrándonos algunos de los grandes tesoros naturales e históricos de Galicia, entre los que destacan El Parque Natural de las Dunas de Corrubedo, el Castro de Baroña, o la cascada del río Xallas.   Nuestra ruta comienza en Ribeira, situada en el extremo de la península del Barbanza.  Posee una población cercana a los 28.000 habitantes y constituye uno de los principales puertos pesqueros del litoral gallego. Justo en el puerto pesquero comienza la AC-550 que desde aqui se dirige por la Avenida del Ferrol hasta la salida de la ciudad en que encontramos el parque de San Roque, lugar de esparcimiento, museo arqueológico, y principal mirador de la ciudad.   En este punto podemos tomar un desv

LA COMARCA DEL BARBANZA - AROUSA NORTE

  La Comarca del Barbanza se sitúa al sur de la Provincia de  A Coruña, en la orilla Norte de la ría de Arousa. L a integran los municipios de Rianxo, Boiro, Pobra Do Caramiñal y  Ribeira. Aunque no está incluida, el municipio de Porto do Son suele relacionarse en muchas guías de viaje debido a su cercanía con estos pueblos, y a encontrarse formando parte de la península del Barbanza. Desde hace unos años, para fomento de turismo y otras acciones, los municipios de la comarca se han unido en la Mancomunidade denominada Arousa Norte.     El nombre de esta comarca proviene de la cadena montañosa del Barbanza presente en el centro de esta península, y en la cual el monte Iroite con 685 metros es el punto más alto. Los puntos más altos de la Comarca del Barbanza lo forman el Alto del Barbanza (667 metros) Alto de Barazal (640 metros) y Os Forcados de A Curota (618 metros).   La península del Barbanza es una tierra