París es
la capital de Francia y constituye una de las ciudades más importantes e
influyentes del mundo, siendo la más visitada de Europa.
A diferencia de otras grandes ciudades europeas, París no tiene un centro definido alrededor del cual se expande la ciudad, más bien todo París es centro, y esto es debido a que París no ha ido absorbiendo las pequeñas ciudades que se encontraban a sus afueras, sino que estas han mantenido su independencia administrativa pese a que el límite entre una de estas pequeñas ciudades y la gran ciudad de París es tan solo un paso de peatones. Este hecho de permanecer encerrada desde hace tiempo hace que todo París tenga un aspecto antíguo y clásico, y que un paseo por París sea un paseo por un lugar donde el tiempo no parece existir, donde pese al bullicio y al movimiento propio de una de las ciudades más importantes del mundo el visitante tendrá la sensación de encontrarse en un lugar que no ha cambiado durante décadas o incluso siglos.
Visitar la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o la Catedral de Notre Dame, acudir a un espectáculo de cabaret en el
mítico Moulin Rouge, o bien pasear
por algunos de los barrios
más pintorescos de la ciudad como Montmartre o
Montparnasse, son algunas de las experiencias que todo el mundo debería tener
la ocasión de disfrutar.
Cualquier
excusa es buena para viajar a París, tanto su cercanía con España, como
el precio de los vuelos
de bajo coste. Y si tenéis niños, ¿por qué no regalarles un viaje a Disneyland?
HISTORIA DE LA CIUDAD
La
historia de París comienza con su fundación por la tribu celta de los Parisii, que
se establecieron en una isla del Sena (Île de la Cité)
debido a su situación estratégica. Este primer poblado de pescadores y marinos
cayó en poder de los romanos en el año 62 a.C. que lo denominaron Lutecia.
La ciudad cambió su nombre por el de París en el siglo IV. Durante esta
época resistió la invasión de Atila, cuentan que por la intervención de Santa
Genoveva, desde entonces patrona de París.
Clodoveo, rey de los francos,
instaló en ella su capital en el año 508. En el 987 se instaló la dinastía
capeta que perduraría hasta 1328. París
ganó importancia a lo largo del siglo XI, entre otras causas, gracias al
comercio de la plata y a que formaba parte de la ruta de peregrinos y
comerciantes.
A principios del siglo XII los estudiantes y profesores
se enfrentaron a la autoridad episcopal y consiguieron de Inocencio III la
creación de una corporación "universitas". Luis IX concedió a Robert
de Sorbon la fundación de un colegio "La Sorbona". París se convirtió también en centro de
estudiantes.
Durante
el Siglo XIV París vivió al menos tres revueltas: la Rebelión
de los Comerciantes de 1358, a cuyo frente estuvo Etienne Marcel; la Revuelta
de los Maillotins de 1382, ciudadanos contra la subida de impuestos, y la de
1413 de Caboche, comerciante que encabezó una turba que llego a tomar la Bastilla.
Cuando
la pobreza hizo de París una ciudad
peligrosa, se nombró un lugarteniente de policía que se encargó de la
"persecución de la corte de los milagros". Estamos en el siglo del
racionalismo, de la enciclopedia, de las luces. El paro y la carestía de los víveres provocaron la Revolución de 1789 con
la histórica Toma de la Bastilla.
La situación económica se fue
agravando según pasaba el tiempo, vinieron los fusilamientos del campo de
Marte, se instaló La Comuna, la violencia de los "sanculottes" y el
asalto de las Tullerías.
Con la llegada de Napoleón al poder y la proclamación del Imperio París
vive una época de expansión. Tras la derrota de Napoleón, París
recapituló y se sometió a los aliados.
Torre Eiffel |
Desde 1815 hasta 1848 París vivió
una gran expansión, surgiendo grandes diferencias sociales que dieron lugar a
las conjuraciones de 1830 y 1848, del pueblo base y la burguesía contra los
grandes burgueses, acabando con una terrible represión en 1848 llevada a cabo
por la Asamblea Constituyente.
La tradición revolucionaria
resurgió tras la caída del imperio en
1870, acallada esta vez por las tropas prusianas. Un año después vino la
insurrección de La Comuna que finalizó con más de 20.000 muertos.
La
proclamación de la Tercera República es la época de la prosperidad económica de
París. En 1889 se construye la Torre
Eiffel, su máximo exponente.
Durante
la Primera Guerra Mundial París resistió y recibió numerosos bombardeos.
Durante la segunda los alemanes
no encontraron resistencia, pues París no
se defendió.
GASTRONOMÍA
La gastronomía francesa es sin dudas una de
las mejores del mundo. Cuando pensamos en la gastronomía parisina hay varios
productos que destacan entre los demás principalmente por su fama: baguette,
croissant, paté, queso y vino.
Son varias las comidas típicas y conocidas que
se ofrecen en París, gourmets que bien merece la pena degustar en una de las
múltiples terracitas de esta ciudad.
- Coq au vin: pollo especialmente combinado con verduras, vino y laurel
- Confit de pato: carne asada que se mezcla con ajo y sal.
- Quenelle: pasta de sémola que se debe mezclar con harina, leche y huevo. Se acompaña con carne de ternera o ave. Se fríe y se sirve con salsa bechamel o de tomate
Ratatouille Ratatouille: vegetales que se fríen todos juntos. Es un plato netamente vegetariano- Fondue: puede ser de queso, chocolate o carnes. En una cazuela especial se introduce aceite. Cuando hace ebullición cada comensal irá introduciendo unos tenedores largos especiales. La de queso se come con pequeños trozos de pan. En la de chocolate, se sumergen frutas. Las de carne se acompañan con diferentes salsas.
DE RUTA POR SUS LUGARES DE INTERÉS
Isla de la Cité
La Isla de la Cité fue el lugar donde nació París en el s. III a.c., cuando llegaron los primeros habitantes. La ciudad se fue expandiendo a las dos orillas del Sena durante la Edad Media, siendo durante años el centro de poder real y religioso. Son varios los monumentos que podemos visitar en esta isla parisina, siendo el principal y más famoso la catedral de Notre Dame.
Isla de la Cité
La Isla de la Cité fue el lugar donde nació París en el s. III a.c., cuando llegaron los primeros habitantes. La ciudad se fue expandiendo a las dos orillas del Sena durante la Edad Media, siendo durante años el centro de poder real y religioso. Son varios los monumentos que podemos visitar en esta isla parisina, siendo el principal y más famoso la catedral de Notre Dame.
Catedral de Notre Dame
El
nombre de la catedral significa Nuestra Señora y está dedicada a la Virgen
María. Es la catedral gótica por
excelencia, y una de las más antiguas del mundo.
Empezó a construirse en el año 1163 y no se
culminó hasta más de 180 años después, en el año 1345. Se emplaza en el lugar
donde se hallaba la primera iglesia cristiana de la ciudad, la Basílica de
Saint Etienne, construida a mediados del s. I a.C.
Fue testigo
de acontecimientos importantes en el curso de la historia, como la coronación
en 1431 de Enrique IV de Inglaterra, la coronación de Napoleón en 1804, o la
beatificación en 1909 de Juana de Arco.
En
literatura, Víctor Hugo la hace escena principal en el romance entre Cuasimodo
y Esmeralda llamado “El jorobado de Notre Dame”.
En sus ocho siglos de historia, la
Catedral de Notre Dame ha sido reformada
en varias ocasiones, siendo la más importante la de mediados del siglo
XIX. A lo largo de estos años se sustituyeron los arbotantes, se insertó el
rosetón sur, se reformaron las capillas y se añadieron estatuas.
Sus
dimensiones son colosales, y su fachada principal y más popular es la de
occidente con tres niveles horizontales y las dos torres de 69 metros de altura.
Accediendo a la parte superior de las torres, además de apreciar las
fantásticas vistas, podremos visitar el campanario en el que vivió el
mítico Jorobado de Notre Dame y
ver de cerca las múltiples gárgolas.
Para visitar las torres se accede a
través de la entrada del lateral izquierdo de la catedral y se suben 387 empinados escalones a pie, al
no disponer de ascensor.
Como consejo, la mejor opción es madrugar y llegar antes de
las 10 de la mañana para ser de los primeros en la cola. Ésta va
realmente lenta y durante el día puede durar más de dos horas.
La Santa
Capilla, también conocida como Capilla Real de la Île de la Cité, es una obra
maestra del gótico temprano. Construida entre los años 1241 y 1248, encargada
por Luis IX (San Luis de Francia) para guardar su colección de reliquias del
martirio de Jesucristo, la corona de espinas, la lanza, un trozo de la cruz…
Con
la compra de las Sagradas Reliquias a los emperadores de Costantinopla, Luis IX logró que el prestigio de París
creciera a nivel mundial, convirtiéndose en la segunda capital de la
cristiandad. Las reliquias costaron el triple que la construcción de la
iglesia.
A parte se
ser relicario, también cumplía la función de capilla real, que estaba compuesta
a la vez de dos capillas: la inferior, para la gente común, y la superior para
la corte.
La capilla inferior está dedicada a la Virgen y destacan las columnas azules con flores de lis, por ser el símbolo de Francia, y las columnas rojas con castillos de oro, por ser el símbolo de Castilla de donde venía Luis IX, siendo hijo de Blanca de Castilla. Era el lugar de culto del personal del palacio.
En la
capilla superior destacan las vidrieras representando escenas religiosas. Las
quince vidrieras que apenas dejan espacio a las escasas paredes, están compuestas por 1.113 escenas que narran la
historia de la humanidad, desde el Génesis hasta la Resurrección de
Cristo. A este lugar sólo podían acceder el rey y sus allegados, y fue
el lugar en el que se colocaron las reliquias.
A pesar de haber sido construida como un relicario, en la actualidad no
guarda ninguna de las reliquias que albergaba tras su construcción, sino
que las que sobrevivieron a la Revolución fueron depositadas en el Tesoro de la
Catedral
de Notre Dame.
Palacio de Justicia
Este es uno
de los edificios más importantes de la ciudad, y se ubica junto a la
Conciergerie.
Se construyó sobre el Palacio Real de Saint Louis, del cual solo
queda la Santa Capilla, y cuenta con unos doscientos mil metros cuadrados. Al
principio era una residencia real y se le llamo Palacio de Justicia tras la
Revolución Francesa, ya que fue el lugar donde se juzgaba a las
personas.
Sufrió varias remodelaciones a lo largo de su historia debido a
incendios y destrozos en las guerras civiles.
Conciergerie
El edificio de la Conciergerie, ubicado en el
Muelle del Reloj, también se conoce como Palais de la Cité.
En sus orígenes fue
la residencia de los reyes del s. X al XIV, y más tarde, en 1392, se convirtió
en prisión. En esa época, los presos estaban en la planta baja, mientras que
las plantas superiores estaban reservadas para el Parlamento.
La palabra "conciergerie", que en francés designa la vivienda del
conserje, fue el nombre que por extensión terminó tomando la prisión que
vigilaba, y de la cual muy pocos
salieron con vida y en la cual fueron ejecutados más de 2700 presos. Entre sus
prisioneros destacados se encontraba en 1793 María Antonieta.
Actualmente está abierta al público, y durante
el recorrido se puede ver una pequeña reconstrucción de las cárceles revolucionarias, en las que se
aprecian las diferentes
condiciones en las que vivían las personas pobres, que dormían en el
suelo, y las más adineradas, que
poseían camas, mobiliario e incluso algunos sirvientes.
Existe una reconstrucción muy detallada de la celda en la que se recluyó a María Antonieta tras un intento
de fuga, después del cuál situaron a unos guardias en su propia celda.
Puente Nuevo
A pesar
de ser llamado Pont Neuf, se trata del puente más antiguo de París, y de paso
sea dicho, también el más largo, ya que conecta la isla con la orilla derecha y
la izquierda del río.
Fue construido bajo el reinado de Enrique III, quien
colocó la primera piedra en mayo de 1578. Se concluyó en 1607, durante el
reinado de Enrique IV. La obra tardó en concluirse porqué se suspendió el
trabajo a causa de las guerras civiles.
Consta de siete arcos, y una especie de
balcones encima de las columnas en forma de semicírculo.
El
barrio latino
El Barrio
Latino de Paris, situado a escasos metros de Notre Dame, cruzando el Sena, es uno de los lugares más
animados sobre todo en la tarde y noche parisina, conformando el 5º arrondissement o distrito de la ciudad. Lo forman una serie de pequeñas calles y
callejuelas donde no hay más que bares y restaurantes de todos los lugares del
mundo y para todos los bolsillos, pudiendo tener en pocos metros distintos restaurantes griegos, italianos,
chinos o japoneses, y pubs irlandeses junto a típicos pubs al más típico estilo
fashion parisino. Sin la menor duda, el Barrio latino es uno de los pocos
lugares donde se puede comer barato en
París, aunque hay que decir que la calidad casi siempre es acorde con el
precio, así que si lo que queremos es probar las exquisiteces de la comida
francesa mejor es probar en otro sitio, ya que en el Barrio Latino la mayoría
de restaurantes ofrece comida para que el turista se quite el hambre.
El Barrio Latino es un lugar donde es muy
agradable pasear, y donde el no conocer la lengua francesa no suele ser un gran
inconveniente, ya que está atestado de turistas por lo que siempre nos podrán echar una mano.
Son varios los monumentos de interés que encontraremos en este barrio así como
en sus cercanías, entre ellos cabe destacar el Panteón.
Jardin des Plantes
Creado en
1635 como jardín medicinal para Luis XIII, el Jardin des Plantes ha
servido como lugar de investigación
para botánicos, médicos y farmacéuticos a lo largo de diferentes épocas.
Con el final de la Revolución se convirtió en el jardín botánico (Jardin des
Plantes), y en 1793 se instaló en las inmediaciones el Museo de Historia
Natural.
El Jardin des Plantes posee una
gran extensión y se encuentra dividido
en diferentes ambientes. Es un
lugar en el que se pueden contemplar las diferentes especies vegetales más que
una zona verde en la que tomarse un descanso. Algunas de las zonas que
merece la pena destacar son las siguientes:
- Ménagerie: Inaugurado en 1794 es uno de los zoológicos más antiguos del mundo.
- Laberinto: Una especie de cuesta realizada con setos que como laberinto deja mucho que desear.
- Árboles históricos: Diseminados a lo largo del jardín se pueden encontrar algunos árboles especialmente llamativos que fueron plantados a partir de 1734.
- Rosaleda: Creada en 1990, la rosaleda alberga 170 variedades de rosas europeas.
- Jardín alpino: Compuesto por más de 2.000 plantas procedentes de los Alpes, los Pirineos, América del Norte y el Himalaya.
- Museo de Historia Natural: Está compuesto por diferentes edificios que se extienden a lo largo de los jardines. Destaca especialmente la Galería de la Evolución en la que se pueden encontrar cientos de animales disecados.
Panteón
Se trata de
uno de los primeros monumentos neoclásicos del país.
Su construcción ordenada
por Luis XV al arquitecto Jacques-Germain Soufflot comenzó en 1764, pero tras
morir repentinamente y las dificultades económicas de la época, se terminó
veintiséis años más tarde, en 1790, en plena Revolución.
Cuando todavía no se
consagra como iglesia, se decide utilizar el edificio como mausoleo para
hombres ilustres, siendo remodelada y adquiriendo el aspecto actual.
Luego fue un lugar de culto tras la caída de Napoleón en 1830 volviendo a ser panteón. El Segundo Imperio lo devuelve a su uso como iglesia, hasta que en la Tercera República vuelve a tener un uso laico.
Algunas personalidades que aquí descansan son Víctor Hugo, Voltaire, Jean Jaurès, Louis Braille, Jean Monnet, Soufflot, Rousseau, o Marie Curie.
Puede verse en el interior una réplica del Péndulo de Foucault, experimento realizado por Léon Foucault en 1851, en el cual aprovechando la altura del edificio, instaló su péndulo para demostrar la rotación del planeta Tierra y la fuerza de Coriolis.
Luego fue un lugar de culto tras la caída de Napoleón en 1830 volviendo a ser panteón. El Segundo Imperio lo devuelve a su uso como iglesia, hasta que en la Tercera República vuelve a tener un uso laico.
Algunas personalidades que aquí descansan son Víctor Hugo, Voltaire, Jean Jaurès, Louis Braille, Jean Monnet, Soufflot, Rousseau, o Marie Curie.
Puede verse en el interior una réplica del Péndulo de Foucault, experimento realizado por Léon Foucault en 1851, en el cual aprovechando la altura del edificio, instaló su péndulo para demostrar la rotación del planeta Tierra y la fuerza de Coriolis.
Esta iglesia empezó a construirse en 1492 y no se
concluyó hasta 1622, si bien el campanario es del s. XVI, por lo que se trata
de una mezcla de estilo gótico y renacentista.
El interior alberga el relicario
de Santa Genoveva, la patrona de París y destacan elementos como la escalera de
caracol, la mampara del presbiterio que lo separa del coro (es la única iglesia
que lo conserva, en las demás se retiró porqué no permitía a los fieles ver al
sacerdote cuando oficiaba la misa), los vitrales o el púlpito sobre una talla
de Sansón, como si lo levantara, entre otros.
Se trata de
una de las universidades más antiguas del mundo, fundada en el s. XIII,
concretamente en 1257 por Robert de Sorbon, con el fin de dar estudios de
teología a los jóvenes pobres.
Actualmente se ubica en el mismo lugar donde se
fundó en la Edad Media, aunque también se han ampliado los edificios por el
Barrio Latino y a otros puntos de la ciudad.
Está dedicada a las letras, las
lenguas, las civilizaciones, humanidades, las ciencias sociales y las artes.
La
iglesia se construyó entre los años 1635 y 1642 por orden del Cardenal Richelieu,
director del colegio, y cuyos restos todavía descansan en el lugar.
Montparnasse
Perteneciente al 14
arroundissement, se encuentra el barrio de Montparnaisse, cuyo nombre proviene
del monte que existía en el lugar, y que en el siglo XVIII fue nivelado para
construir el bolevard Montparnasse. Esta zona se hizo famosa a principios del
S. XIX al convertirse en corazón
de la vida intelectual y artística de París, abriendo sus
puertas en la zona numerosos
clubs de baile y cabarés.
Destacan en esta zona entre otros monumentos representativos la
torre Montparnasse, así como las famosas
catacumbas de París.
Catacumbas de París
Las
catacumbas se crearon en 1786, para solventar los problemas de higiene que
sufría París debido a la gran cantidad de cementerios que había. Así que se
exhumaron los huesos y se almacenaron en unas canteras que se conocían como los
“túneles de París” que en ese entonces estaban es desuso.
En un inicio estos túneles sirvieron como canteras de piedra caliza
para construir gran parte de los monumentos y edificaciones que se pueden
visitar en la actualidad. En ésta época los túneles se llamaban Les Carrières
de Paris (las canteras de París).
Se calculan cerca de 6 millones de personas en más
de 300 kilómetros de túneles.
La entrada es en un pequeño edificio de color
verde en el centro de la place Denfert Rochereau, y la salida es a 700 m. en la
rue Reny Dumoncel.
Aunque la visita a las catacumbas es algo escalofriante, resulta curioso contemplar los infinitos
huesos humanos y calaveras agrupados formando extensas construcciones.
Torre Montparnasse
Con una altura de 210 metros, la Torre Montparnasse se alza como uno de los mejores miradores para contemplar
la ciudad desde las alturas.
Inaugurada
en 1973, la Torre Montparnasse fue el primer
edificio de oficinas que se construyó en el centro de la ciudad y fue la
causante de una enorme controversia, ya que los parisinos opinaban que desentonaba con el entorno clásico en
el que se ubicaba.
Torre Montparnasse desde los jardines de Luxemburgo |
En la actualidad cerca de 5.000 empleados trabajan en 53 de las plantas
del edificio, mientras que más
de 750.000 visitantes suben cada año hasta las terrazas de las plantas
56 y 59 para disfrutar de las mejores vistas de los principales monumentos
parisinos.
Tras
una subida exprés en uno de los ascensores calificados como de los más rápidos
de Europa, en la planta 56 es posible
disfrutar de unas impresionantes vistas de la ciudad protegidos por enormes
ventanales. Además de las vistas, también es posible aprender algunos
datos curiosos sobre la ciudad gracias a las aplicaciones multimedia, o bien transportarse a tiempos pasados por medio de
la exposición de fotos antiguas de París.
Las mejores instantáneas de la
capital se pueden tomar subiendo tres plantas más, en el piso 59. Desde ese
punto es posible contemplar la ciudad
como si se tratara de una maqueta, sin cristales de por medio.
Palacio y Jardines de Luxemburgo
Situado en el 6
arrondissement o distrito de París, encontramos los preciosos jardines de
Luxemburgo, que junto con el Palacio de Luxemburgo, actual sede del senado
Francés, componen una de las visitas más bonitas de la ciudad.
Los Jardines de Luxemburgo son uno de los lugares más populares de la ciudad
tanto para los parisinos como para los turistas, que pueden encontrar un lugar
de descanso merecido después de pasear por toda la ciudad. Entre las numerosas estatuas y esculturas que se
alojan en los jardines, es posible encontrar centenares de sillas de metal en las que relajarse y disfrutar de
la tranquilidad.
Se trata de un espacio agradable,
repleto de plantas y árboles bajo los que cobijarse durante los calurosos días
estivales, aunque también es posible realizar muchas otras actividades como
jugar al tenis o a la petanca, realizar cursos
de arboricultura, o bien elegir la apicultura para aprender a tratar con las abejas de la gran
colmena que habita en el jardín.
Entre las diferentes áreas de juego para los más pequeños destaca el estanque situado
junto al Palacio de Luxemburgo, en el que se pueden alquilar pequeños barquitos de vela para manejarlos con una vara,
como se hacía en los viejos tiempos. En el parque también hay un teatro de
marionetas.
La construcción del palacio y los
jardines tuvo lugar entre los años 1615 y 1617 cuando María de Médicis, cansada de la vida en el Louvre, decidió
ordenar la construcción de un palacio a
la italiana hecho a su medida.
Con el paso del tiempo se fueron
adquiriendo los terrenos más próximos al palacio para la ampliación de los
jardines, los cuales alcanzaron su máxima dimensión en 1792. Los siguientes
propietarios del palacio realizaron algunos cambios en los jardines, que
quedaron en el abandono en diversas ocasiones.
Se trata de un enorme edificio con un aspecto sencillo e
inacabado. Además de ser una de
las iglesias más altas de París, es una de las más conocidas gracias a su protagonismo en el Código da Vinci.
La Iglesia de Saint Sulpice resulta
imponente tanto desde el exterior como
cuando se accede a ella. Sus enormes paredes y columnas de piedra
desnuda le proporcionan un aspecto
inacabado que también puede verse en una de sus torres.
Uno de los principales atractivos
de la iglesia son los frescos de
Delacroix, situados a la derecha de la entrada, en la Capilla de los
Ángeles. También se puede observar una
figura de San Pedro (similar a la de la Basílica
de San Pedro en El
Vaticano) con el pie
desgastado por las caricias de miles de fieles.
El sacerdote Languet de Gercy
encargó a un astrónomo la construcción de un gnomon de la meridiana solar para calcular la fecha de Pascua mediante el
control de los equinoccios. Se trata de una columna de mármol que marca
la hora mediante la sombra que proyecta en el suelo.
Gracias a la existencia de este gnomon la iglesia
se salvó de ser destruida durante la Revolución Francesa y hoy se
conserva en óptimas condiciones.
La fuente, cuya estructura
principal es la de un arco de
triunfo, se enmarca dentro del plan de transformación
de París durante el Segundo Imperio puesto en marcha por Barón
Haussmann bajo Napoleon III
de cara a ocultar una antiestética fachada generada por las obras de apertura
del bulevar
Saint-Michel.
Descartada la idea inicial de
decorarla con una estatua monumental de Napoleón
Bonaparte, se optó finalmente por una obra que representara la lucha
del Bien y del Mal donde el Arcángel
Miguel, espada en mano, aparece sometiendo al Demonio.
La obra ocupa la totalidad de una de las paredes de un edificio de seis plantas, alcanzando los 26 metros de altura y 15 de ancho. La estatua del arcángel sometiendo al Demonio es obra de Francisque Duret. En la parte baja, dos dragones, escupen agua a un estanque situado a los pies de la escalinata que lleva hasta el pedestal de la escultura principal. La decoración de la fuente se completa con cuatro estatuas de bronce situadas sobre otras tantas columnas corintias adosadas de mármol rojo del Languedoc que representan a las cuatro virtudes cardinales: la templanza, la justicia, la prudencia y la fortaleza. Por último en la parte superior, se sitúa un panel de mármol verde con una inscripción que conmemora el edificio, rodeado por dos pilastras de apoyo, rematados en su cúspide por un frontón roto que muestra el escudo de armas del emperador.
Fue la última gran fuente parisina situada en
la fachada de un edificio, pues las posteriores se situaron en plazas o parques
de la ciudad
La abadía de Saint-Germain des pres fue
fundada por el rey merovingio
Childeberto I para
glorificar y santificar una reliquia de San Vicente
Mártir, su túnica, traída desde Zaragoza en el año 542. Es considerada por
los historiadores como el edificio religioso más antiguo de París.
Durante el periodo merovingio fueron
enterrados en ella el propio Childelberto, Chilperico I (584) y Clotario II (628). Los
cuerpos, cubiertos por un sudario o las ropas del rey, fueron colocados en tumbas
ubicadas en el coro,
por lo que la abadía de Saint-Germain-des-Près fue la primera necrópolis real de Francia, anterior a la abadía de
Saint-Denis.
En el siglo XVIII sufrió una
explosión fortuita que afectó al claustro
y un incendio en 1794
destruyó la importante biblioteca. Con la Revolución
francesa la abadía fue disuelta. En el edificio actual subsisten la iglesia y el palacio
abacial.
Museo de Orsay
Situado
en el 7 arrondissement de París, es uno de los distritos más importantes de París por
albergar entre otros la torre Eiffel. El Museo
de Orsay está dedicado a las artes
plásticas del siglo XIX y cubre los períodos artísticos que transcurren
entre las creaciones expuestas en el Museo del Louvre y las
del Centro
Pompidou, conteniendo pinturas
impresionistas y post-impresionistas, además de una gran colección de escultura, artes decorativas y elementos
arquitectónicos.
En las salas laterales de la planta
baja del extenso edificio se muestran obras pertenecientes al período de 1848 a
1870, mientras que en la zona central se pueden ver llamativas esculturas.
En la planta superior se muestran
las obras pertenecientes a la época floreciente entre 1874 y 1886, donde se
pueden encontrar las obras de grandes
maestros como Renoir, Cézanne, Gauguin o Monet. En esta planta se pueden
ver algunos elementos decorativos además de una preciosa sala de fiestas
decorada con todo lujo de detalles.
Ubicado en una antigua estación de tren que fue
inaugurada en el año 1900 con motivo de la Exposición Mundial de París, desde finales de la Segunda Guerra Mundial la estación fue quedando en abandono y en 1960 se planeó derruirla. Fue en el año 1977 cuando la estación se libró de
su fatal destino gracias a que se planteó la transformación del edificio en un
museo, que se vería inaugurado en 1986.
En la actualidad el edificio aún conserva
el antiguo encanto de la estación de trenes que albergó en el pasado, y
al contrario que otros museos demasiado extensos y complicados de recorrer
(como el Louvre), el Museo de Orsay resulta cómodo de visitar y sus exposiciones son muy completas. Todo esto
unido al ambiente especial que le otorga el antiguo edificio de la estación de
trenes, hace que sea uno de los mejores
museos en París.
Palacio Borbón
El Palacio
Borbón (Palais Bourbon)
es uno de esos edificios que en ocasiones pasan desapercibidos por muchas guías
turísticas, pero que merece la pena
visitar para observar su arquitectura y conocer su historia. Se
encuentra en el distrito siete, en la orilla izquierda del río
Sena y es la actual sede oficial de la Asamblea
Nacional.
El palacio fue construido en el año
1722 por orden de la Duquesa de Borbón,
hija del rey Luis XIV y Madame de Montespan.
Las obras se prolongaron hasta la
llegada de la Revolución Francesa.
El palacio fue confiscado y se declaró Patrimonio Nacional, quedando
prácticamente en desuso hasta 1795 cuando se le asignó la función de alojar el
futuro Consejo de los Quinientos.
Nuevas obras se realizaron en el interior con el fin de construir un gran hemiciclo
de asambleas, que se convertiría en uno de los espacios oficiales más grande
para la reunión de legisladores franceses. Se utilizó por primera vez en 1798.
La reforma exterior más importante
es la que ordenó Napoleón I en
1806, quien mediante los planos diseñados por Bernard Poyet, decidió modificar
la fachada norte instalando doce columnas neo griegas, dando al palacio el
aspecto que presenta en la actualidad y otorgándole un cierto parecido con la
cercana Iglesia de Madeleine, al
otro lado del río Sena.
Desde
el año 1830 el Palacio Borbón es
la sede oficial de la Asamblea Nacional. En su interior se pueden encontrar los
despachos de los diputados y salas de reuniones donde se debaten asuntos de
Estado. Además, en su interior se encuentra el Museo de la Asamblea Nacional, donde destaca su magnífica
biblioteca con un gran número de volúmenes y manuscritos confiscados a la
aristocracia.
Puente de Alejandro III
Es el más bonito de los puentes parisinos. Situado entre la explanada
de los Inválidos y el Grand y Petit Palais, fue inaugurado para la Exposición
Mundial de 1900.
La
decoración del puente resulta simplemente espectacular gracias a las
cuatro columnas de 17 metros, con caballos
alados dorados en la parte superior, que se encuentran situadas en los
extremos.
Preciosos candelabros negros,
querubines y otros elementos decorativos convierten el puente en una
construcción de ensueño que las parejas suelen elegir para realizar sus fotos
de boda.
Está formado por un solo arco de
acero, algo que constituyó todo un reto para aquella época.
Pont de l'Alma
El Pont de l´Alma no es uno de los más bellos de la ciudad,
tampoco el más largo ni el más antiguo, pero desde su construcción los
ojos de los parisinos se fijaban en él
para comprobar las crecidas del río.
Las mediciones se hacían mediante
la estatua de un zuavo (soldado de la infantería) que se encuentra tallada en
uno de los pilares del puente. Durante la Inundación de 1910 el cauce del Sena
llegó hasta los hombros del zuavo.
En la actualidad los turistas
también se acercan hasta el puente para visitar el túnel en el que la princesa Diana perdió la vida. En la parte
superior del túnel se puede ver la Llama
de la Libertad, un monumento con el que América agradeció a Francia la
restauración de la Estatua
de la Libertad, pero que muchos utilizan para colocar sus
ofrendas a la princesa fallecida.
Los Inválidos
El imponente complejo
arquitectónico formado por el Palacio Nacional de los Inválidos (Hôtel National
des Invalides) fue edificado en el siglo XVII como residencia para los soldados franceses retirados del servicio.
Durante el año 1674 comenzaron a ingresar los primeros huéspedes de los Inválidos, llegando a ser más de 4.000 a finales de siglo. Los soldados que habían prestado servicio a la armada francesa durante más de diez años podían retirarse y, lejos de lo que pudiera pensarse, no dedicaban su tiempo a contar anécdotas sobre la guerra y a jugar a las cartas, sino que lo aprovechaban para culturizarse y realizar algunos trabajos arreglando uniformes o zapatos, entre otras tareas.
El Palacio Nacional de los Inválidos es uno de los monumentos más importantes de París, no sólo debido a su gran riqueza artística y su imponente aspecto coronado por una preciosa cúpula dorada, sino por ser una parte importante del pasado de la armada francesa y acoger la sepultura de Napoleón.
Durante el año 1674 comenzaron a ingresar los primeros huéspedes de los Inválidos, llegando a ser más de 4.000 a finales de siglo. Los soldados que habían prestado servicio a la armada francesa durante más de diez años podían retirarse y, lejos de lo que pudiera pensarse, no dedicaban su tiempo a contar anécdotas sobre la guerra y a jugar a las cartas, sino que lo aprovechaban para culturizarse y realizar algunos trabajos arreglando uniformes o zapatos, entre otras tareas.
El Palacio Nacional de los Inválidos es uno de los monumentos más importantes de París, no sólo debido a su gran riqueza artística y su imponente aspecto coronado por una preciosa cúpula dorada, sino por ser una parte importante del pasado de la armada francesa y acoger la sepultura de Napoleón.
La iglesia de Los Inválidos fue concebida
para servir al rey y a los soldados, y aunque todos asistían a misa de
forma simultánea, debían acceder al templo por lugares diferentes.
La iglesia del domo fue construida entre 1677 y 1706. La capilla real pasó a convertirse en un panteón militar en el que se guarda el sarcófago con las cenizas de Napoleón I. Desde el exterior, la cúpula dorada de 100 metros de altura resulta llamativa desde diferentes partes de la ciudad.
La iglesia del domo fue construida entre 1677 y 1706. La capilla real pasó a convertirse en un panteón militar en el que se guarda el sarcófago con las cenizas de Napoleón I. Desde el exterior, la cúpula dorada de 100 metros de altura resulta llamativa desde diferentes partes de la ciudad.
La iglesia de los soldados está decorada con un centenar de trofeos que fueron arrebatados al enemigo, los cuales representan
la historia del ejército francés desde 1805 hasta el siglo XX.
En el
interior también se puede visitar el extenso Museo del Ejército.
Academia Militar
La École
Militaire es un gran edificio de estilo neoclásico ubicado en el extremo
sureste del Parque del Campo de Marte.
El edificio es obra de Jacques-Ange
Gabriel, mandado a construir por Luis XV quien quiere que sus militares estén
bien formados tras la Guerra de Sucesión Austríaca, que aunque fue ganada por
Francia denotó la falta de preparación.
Uno de sus alumnos más conocidos fue
Napoleón Bonaparte, quien estuvo desde 1784 a 1785.
Actualmente continúa con su
función y además alberga la administración central del Ministerio de Defensa.
Campo de Marte.
Este
parque se ubica entre la Academia militar y la Torre Eiffel. Su nombre viene
del dios romano de la guerra (Marte), pues se utilizaba para
ejercicios y desfiles militares cuando se creo la academia militar en 1765.
Posteriormente
la explanada ha sido el lugar de
celebración de diferentes acontecimientos, desde las fiestas revolucionarias hasta otros
más dramáticos como la matanza de
1791.
El Campo de Marte ha sido el escenario de las célebres exposiciones
mundiales realizadas en París en los años 1867, 1878 y 1889, viviendo muy de cerca el nacimiento del que
se convertiría en el símbolo de la ciudad, la Torre Eiffel.
En la actualidad el Campo de Marte es uno de
los lugares elegidos tanto por los parisinos como por los turistas para relajarse y disfrutar de un momento de
tranquilidad prácticamente bajo los pies de la Torre Eiffel.
Torre Eiffel
La Torre
Eiffel es el símbolo más emblemático de París. Construida para la Exposición
Universal de 1889, su diseñador fue el ingeniero francés Gustave Eiffel. Tiene
324 m. de altura contando la antena, y está formada por 10.000 toneladas de
acero. Fue el edificio más alto del mundo hasta la construcción del edificio
Chrysler de Nueva York en 1929.
Se construyó en poco más de dos años por cerca
de 250 trabajadores, y muchos artistas parisinos estuvieron en contra de su
construcción, pues la veían como un monstruo de hierro y dada su baja
rentabilidad al terminar la exposición, se planteó derruirla en diferentes ocasiones,
aunque finalmente se conservó para
experimentos científicos, meteorología y telegrafía. A principios del
siglo XX, con la llegada de las guerras mundiales, las autoridades encontraron
su utilidad como antena de
radiodifusión y con ella captaron mensajes que ayudaron a los
aliados de forma decisiva. Hoy día su uso sigue siendo como torre para la radio y televisión,
además de haberse convertido en uno de los monumentos más visitados del mundo, recibiendo
al año más de siete millones de visitas.
Se pueden
visitar 3 niveles, subiendo por ascensor o por escaleras, aunque de esta última
forma solo se pueden visitar los dos primeros niveles, siendo obligatoria la
subida en ascensor hasta el tercer y último nivel
Los mejores momentos para subir a
la torre son la primera hora de la
mañana, cuando aún no se han formado interminables colas, o bien al anochecer para disfrutar de la ciudad de
las luces en todo su esplendor.
Jardines de Trocadero
Estos jardines se ubican entre el Sena y el Palacio
de Chaillot, justo después de la Torre Eiffel. Estos jardines se crearon en
1937 para la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas en la vida
moderna y el diseñador fue Roger-Henri Expert.
Está repleto de estatuas y
fuentes que se iluminan por la noche entre las que destaca la Fuente de
Varsovia.
El nombre de estos jardines se debe al antiguo Palacio de Trocadero que estaba en el
lugar donde hoy se encuentra el Palacio de Chaillot.
Palacio Chaillot
Este palacio se ubica en la colina Chaillot.
En sus
orígenes fue un palacio construido por Catalina de Médicis, más tarde fue un
convento por orden de la reina de Inglaterra y luego el Palacio de Trocadero
mandado a construir por Luis XVIII.
El edificio fue demolido en parte y
reconstruido para la Exposición Internacional de 1937.
El palacio alberga el
Museo del Hombre, el Museo de la Marina, la Ciudad de la Arquitectura y el
Patrimonio (antiguo Museo de los Monumentos Franceses) y además es la sede del Teatro
Nacional de Chaillot.
Aquarium de París
Ubicado en
los Jardines del Trocadero, cuenta con más de 10.000 peces e invertebrados en
los 43 acuarios, entre los cuales destacan, el mayor tanque de tiburones de
Francia y un acuario táctil.
También alberga tres salas de cine donde se
proyectan documentales y películas infantiles y se realizan actividades para
toda la familia como espectáculos, talleres y charlas educativas sobre el
ecosistema marino.
Estatua de la Libertad
Millones de veces filmada, fotografiada,
dibujada o pintada, la Estatua de la Libertad de Nueva York es conocida en el
mundo entero, aunque un gran número de personas desconocen que en París se alza
una segunda Estatua de la Libertad.
En la isla de los cisnes, sobre el
río Sena y algo alejada de los circuitos turísticos (aunque relativamente
cercana a la Torre Eiffel) aquella espera nuestra visita. Visible desde algunos
de los cruceros que se hacen por el río Sena y, evidentemente, desde la orilla
del río, la estatua parisina es una réplica exacta de la estadounidense aunque un
cuarto más pequeña que ésta, con 11,5 metros de altura.
Toda ella hecha en bronce, fue un regalo del gobierno de EE. UU. a la
ciudad de París con ocasión de la Exposición Universal de 1898 y para celebrar
el centenario de la Revolución Francesa.
Otro dato que todavía más personas desconocen
es que ésta no es la única Estatua de la Libertad que se alza en París. Y es
que el viajero que se acerque hasta el bonito parque de Luxemburgo, descubrirá
una réplica aún de menor tamaño, que en realidad, más que de una réplica se
trata del verdadero original, puesto que es el modelo sobre el que Gustave
Eiffel finalizó en 1884 la que se alza en New York.
Arco del Triunfo
Se trata
del arco más famoso de París, y se ubica en la Plaza Charles de Gaulle, la
rotonda más grande del mundo, ya que en ella convergen 12 avenidas,
separando a
su vez tres distritos de la ciudad.
Con
unas dimensiones de 50 metros de
alto y una base de 45 por 22 metros, se comenzó su construcción en 1806 por orden de Napoleón, inspirado en
el Arco de Tito de Roma, para conmemorar sus victorias, y se terminó treinta
años después, bajo el reinado de Luis Felipe, que lo dedicó a la gloria del
ejército de la Revolución y del Imperio.
En cada uno de los pilares hay una
estatua que representan: El Triunfo, La Resistencia, La Paz y La Marsellesa.
Además, en ellos se encuentran grabados los
nombres de las batallas ganadas por los ejércitos napoleónicos y
los de 558 generales franceses, algunos de los cuales murieron en combate y sus
nombres se encuentran subrayados.
En la base del Arco del Triunfo se encuentra la Tumba del Soldado Desconocido, un monumento erigido en 1921 que con una llama siempre
encendida representa a todos los franceses que murieron en la Primera Guerra
Mundial y nunca fueron identificados.
El Arco del Triunfo ha sido testigo
de innumerables momentos
históricos entre los que se podría destacar el paso de los restos
mortales de Napoleón el 15 de diciembre de 1840 y los desfiles militares de las
dos guerras mundiales en 1919 y 1944.
Dentro
del arco hay una especie de museo donde se explica la historia de su
construcción y se puede subir hasta arriba para obtener una bonita
panorámica de la ciudad.
A pesar
de que su altura es muy inferior a la de la Torre Eiffel, las vistas desde la parte
superior del Arco del Triunfo resultan igual de impresionantes. El dinamismo de París en la confluencia de doce de
sus principales avenidas es digno de admirar. Las vistas de los Campos Elíseos y
de Barrio
de la Defensa tampoco desmerecen la subida.
Se trata de
una iglesia ortodoxa rusa dedicada a San Alejandro, el Gran Príncipe de Rusia,
fallecido en 1263.
Su construcción nace a raíz de que los rusos ortodoxos
residentes en Francia no tenían más que la embajada rusa para rezar, y el
espacio no era el suficiente, entonces, el cura de la embajada propone
construir una iglesia en 1847, proyecto que acepta Napoleón III.
Se financia
por Alejandro III y por gran cantidad de rusos de todas partes del mundo.
Se
construyó en estilo neobizantino y se consagró en 1861.
Fue el primer lugar de
culto para la comunidad ortodoxa en el país y actualmente es la sede central en
la Europa Occidental.
Se convirtió en catedral en 1922, cuando el arzobispo la
convierte en sede de la diócesis.
Precisamente en esta catedral se casó Pablo
Picasso con la bailarina rusa Olga Khokhlova en julio de 1918, primera mujer del pintor y madre de su primer hijo.
Parc Monceau
Situado
en el 8 arrondisement de la ciudad, uno de los más turísticos y emblemáticos, este
parque lo mandó a construir Felipe de Orleáns, Duque de Chartres en 1778.
Quiso
tener en el jardín réplicas en miniatura de algunas construcciones tan
características como un templo romano, un castillo gótico, una pagoda, o una
pirámide egipcia.
Durante la Revolución Francesa, Felipe de Orleáns fue
guillotinado, y el parque pasó a manos públicas, hasta la Restauración
Borbónica que volvió a la monarquía.
Fue escenario del primer aterrizaje de
salto en paracaídas en 1797.
Tuvo protagonismo en la Semana Sanguinaria durante la Comuna de París y fue inmortalizado por Monet en 1878. Actualmente se conserva la pirámide, la Naumaquia, que es el estanque rodeado de columnas corintias, la rotonda de Claude-Nicolas Ledoux construida tras morir Felipe de Orleáns, y el Pabellón Chartres. También puede verse estatuas de mármol de músicos y pintores entre la vegetación.
Tuvo protagonismo en la Semana Sanguinaria durante la Comuna de París y fue inmortalizado por Monet en 1878. Actualmente se conserva la pirámide, la Naumaquia, que es el estanque rodeado de columnas corintias, la rotonda de Claude-Nicolas Ledoux construida tras morir Felipe de Orleáns, y el Pabellón Chartres. También puede verse estatuas de mármol de músicos y pintores entre la vegetación.
Campos Elíseos
Con una longitud de casi dos kilómetros que comunican el Arco del Triunfo y la Plaza de la Concordia, los
Campos Elíseos componen la arteria más
bella y conocida de París, además de una de las avenidas más famosas del mundo.
Alberga hoteles de lujo, tiendas de alta costura, galerías de arte, y es
el punto de encuentro de los parisinos a la hora de festejar triunfos
deportivos o el fin de año. Además, en ella se sitúa la línea de meta de la última etapa
del Tour de Francia.
El nombre de los Campos Elíseos procede de la mitología griega y
designaba un lugar equivalente al paraíso cristiano.
Esta avenida se crea en el reinado de Luis XIV y el
encargado de diseñarla es André Le Nôtre, pero no es hasta el Segundo Imperio,
tras la construcción de bellas mansiones que conoce el glamour actual.
La Avenida de los Campos
Elíseos está rodeada por los Jardines de los Campos Elíseos, unos jardines de
estilo inglés con alamedas de castaños.
En este espacio se encuentran el Teatro
Marigny, el Teatro de Rond Point, el restaurante Ledoyen, el Café Lenôtre, el
Grand Palais y el Petit Palais.
Palacio del Eliseo
El Palais de l’Elysée es la sede de la Presidencia
de la República Francesa.
Data del s. XVIII, y era propiedad de
Jeanne-Antoinette Poisson, más conocida como Madame de Pompadour, al parecer amante
de Luis XV, hasta que fue confiscado durante la Revolución
Francesa.
Desde 1848 es la residencia oficial del Presidente de la República de
Francia.
Solamente puede visitarse durante las jornadas europeas del
patrimonio.
Grand Palais
Este edificio, al igual que su vecino el Petit
Palais, comenzó a construirse en el año 1897 con el fin de albergar la
Exposición Universal de 1900, en el mismo lugar donde se alzaba el Palacio de
la Industria, construido para la Exposición de 1855.
De su arquitectura destaca
la ornamentación en la fachada de piedra y el gran techo acristalado con vigas
de hierro y acero al estilo art nouveau.
Los treinta primeros años se dedicó al
arte, luego en 1937 se instaló el Palais de la découverte, Palacio del
Descubrimiento, y a su vez se utilizaba para salones comerciales, como el del
automóvil, y desde 1964 se instaló la Galería Nacional del Gran Palacio, para
realizar exposiciones temporales provenientes de museos franceses.
Es Monumento
Histórico desde 1975.
Petit Palais
Este edificio ubicado en los Campos Elíseos se
construyó para la Exposición Universal de 1900, y el arquitecto encargado fue
Charles Girault.
Es un conjunto de cuatro edificios que rodean un jardín
semicircular con el porche adornado.
Actualmente alberga el Museo de Bellas
Artes de la Villa de París, donde se muestran pinturas, dibujos y objetos de
arte desde la Edad Media al Renacimiento, una colección de mobiliario del s.
XVIII, y una colección de pinturas de artistas franceses como Eugène
Delacroix.
El palacio posee una excelente decoración en los vestíbulos y las
zonas de paso, que fue elaborada durante más de veinte años. También merece
la pena visitar el jardín central, remanso de paz donde se encuentra
situada la cafetería del museo.
Plaza de la Concordia
Situada
entre los Campos
Elíseos y los Jardines de las Tullerías, es una de las plazas más representativas de
París. Se construyó entre 1755 y 1779 y su elemento característico principal lo
constituye el obelisco de 23 m. de altura situado en el centro. Este obelisco es
de granito rosa proveniente de Lúxor de más de 3.000 años de antigüedad, regalo
del virrey de Egipto, Muhammad Ali.
Al principio
se llamó Plaza de Luis XV, luego fue la Plaza de la Revolución, donde se
instaló la guillotina que sesgó cabezas a más de 1.200 personas incluidas Luis
XVI, María Antonieta y Robespierre.
Al finalizar el Terror, tomó el nombre
actual para recordar las masacres que en ella tuvieron lugar.
Alrededor de
la plaza se encuentran 8 estatuas femeninas representando las ocho ciudades más
grandes e importantes de Francia.
La
Plaza está cerrada sólo por uno de sus lados, donde se encuentran los imponentes edificios de la sede del
Ministerio de la Marina y el Hotel de
Crillon, uno de los más antiguos y lujosos del mundo.
Desde el obelisco se obtienen unas preciosas vistas
de París. De un lado los Jardines
de las Tullerías con el Museo del Louvre de
fondo, en lado contrario se pueden contemplar los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo. Al
frente tenemos la vista del Palacio Borbón, y si nos giramos, a nuestra espalda
aparece la bonita iglesia de la Madeleine.
Iglesia de la Madeleine
Situada muy
cerca de la Plaza de la Concordia,
en una zona muy comercial de alto standing, la Iglesia de la Madeleine llama muchísimo la atención por
su arquitectura en forma de templo clásico griego.
La construcción comenzó en 1764 por
Contant D´Ivry, siendo luego reconstruida con planos de Guillaume Couture,
aunque a causa de la Revolución
Francesa las obras se interrumpieron de 1790 a 1805,
transformándose en 1806 en Templo homenaje a la Gran Armada, función que tuvo
hasta que se acabó de construir el Arco del Triunfo, que la relevó en esa función.
En 1842 volvió a
ser iglesia católica, función que continúa representando en la actualidad.
En la
fachada principal se sitúa un extenso
frontón en el que se representa un altorrelieve de El Juicio Final. A su alrededor
tiene 52 columnas corintias de 20 metros de altura que le confieren su aspecto
de templo griego.
Su
interior es todo de mármol y está formado por una sola nave con tres cúpulas que no
resultan visibles desde el exterior. Sobre el altar mayor se puede ver
una escultura que representa la Asunción de la Magdalena, mientras que en la
cúpula que lo recubre se encuentra un fresco sobre la historia del
cristianismo. Merece la pena prestar especial atención al órgano de tubos de la
iglesia, considerado uno de los mejores de la ciudad.
Si bien
el interior de esta iglesia no es tan
interesante como el exterior, merece la pena como mínimo subir sus escaleras
para contemplar desde allí la Rue
Royal, con la plaza de la Concordia
y el Obelisco al fondo.
Columna Vendome
La columna
Vendôme es un monumento parisino
situado en la Plaza Vendôme,
creada entre los siglos XVIII y XIX erigida por orden de Napoleón
Bonaparte, para celebrar su victoria en la batalla de
Austerlitz.
Tiene una altura de 44 metros y 3,60 de diámetro medio, y está
coronada por una estatua
de Napoleón I
vestido de general romano, esculpida por Auguste Dumont, y que su
sobrino, Napoleón III,
mandó erigir. A lo largo de los años ha sido nombrada también Columna de Austerlitz.
Jardín de las Tullerías
El Jardín de
las Tullerías se ubica entre el Louvre y la Plaza de la Concordia y con algo
más de 25 hectáreas es el parque más grande de París, declarado Monumento
Histórico en 1914.
Fue el primer jardín de París que tuvo carácter público, y en la
actualidad es uno de los más
concurridos y encantadores de la capital.
En 1564 comenzaron las obras de construcción del Palacio de las Tullerías, el cual, bajo las caprichosas órdenes de Catalina de Medicis, iría acompañado por unos preciosos y extensos jardines de estilo florentino. El palacio y sus jardines deben su nombre a las fábricas de "tuilles" o tejas, que antes se encontraban situadas en ese lugar.
En 1564 comenzaron las obras de construcción del Palacio de las Tullerías, el cual, bajo las caprichosas órdenes de Catalina de Medicis, iría acompañado por unos preciosos y extensos jardines de estilo florentino. El palacio y sus jardines deben su nombre a las fábricas de "tuilles" o tejas, que antes se encontraban situadas en ese lugar.
Los jardines se convirtieron en el lugar
de celebración de lujosas fiestas en las que los invitados disfrutaban
entre los verdes parajes, fuentes y esculturas. En aquella época los jardines
se encontraban rodeados por altos muros que protegían la privacidad de la alta
sociedad.
Tras el traslado de la Corte a Versalles, el
palacio y los jardines quedaron en el abandono y no volvieron a recuperar su
esplendor hasta su vuelta, cuando los
jardines fue transformados al estilo inglés. Posteriormente Napoleón
ordenó la construcción del Arco de Triunfo del Carrusel, uniendo los jardines
con el Louvre.
En 1870
el Palacio de las Tullerías fue
destruido a manos de la Comuna de París, pero los jardines lograron
salvarse y sobrevivir hasta nuestros días como jardines públicos.
Arco de triunfo del Carrusel
Este arco se
ubica en la Place du Carrousel, junto donde antes se levantaba el Palacio de
las Tullerías, destruido en 1870 durante la Comuna de París.
Se construyó entre
los años 1806 y 1808 para conmemorar las victorias de Napoleón de 1805.
Tiene
19 metros de alto, las columnas están decoradas con escenas de las victorias en
mármol rosa y en un principio se coronó con los caballos de la Basílica de San
Marcos de Venecia.
Tras la
restauración de los Borbones, devolvieron los caballos y en 1828 se reemplazó
por una cuadriga esculpida por el Barón François Joseph Bosio, que conmemora la
restauración borbónica tras la caída de Napoleón.
Museo del Louvre
El Museo del
Louvre se ubica en el primer arrondissement de París, una de las zonas más
clásicas de la ciudad, llena de grandes mansiones, plazas y jardines con
esculturas.
Es una zona muy concurrida debido a la cantidad de tiendas que hay
sobretodo en la Rue de Rivoli y en la de Saint Honoré.
Es el Museo
Nacional de Francia y uno de los museos más importantes y más visitados del
mundo con más de ocho millones de visitantes anuales. Tiene unas dimensiones
asombrosas, 160.000 metros cuadrados de exposiciones que convierten a este
museo en uno de los más grandes del mundo, haciendo necesaria su visita en más
de una jornada si no queremos terminar exhaustos.
Se ubica en el Palacio Real del Louvre, que data del s. XII, aunque quien se encargó de darle el aspecto actual fue Catalina de Médicis. Fue residencia real hasta la época de Luis XIV a finales del s. XVII, en que se trasladó toda la corte al recién construido Palacio de Versalles.
Se ubica en el Palacio Real del Louvre, que data del s. XII, aunque quien se encargó de darle el aspecto actual fue Catalina de Médicis. Fue residencia real hasta la época de Luis XIV a finales del s. XVII, en que se trasladó toda la corte al recién construido Palacio de Versalles.
A principios
del s. XVIII se instaló la Academia Francesa, y tras la Revolución el edificio
se dedicó a funciones artísticas y científicas.
El Museo del Louvre abrió sus
puertas el 8 de noviembre de 1793.
En una importante reforma en la década de
1980, se instaló la pirámide de cristal inaugurada en 1989 y diseñada por Ieoh
Ming Pei, con el fin de centralizar a los visitantes, pues se accede a través
de ella al interior de un vestíbulo que distribuye a los visitantes por las
diferentes alas del museo.
Las
colecciones del museo mostradas son anteriores al impresionismo, ya que las
obras del impresionismo se trasladaron al Museo de Orsay y las de arte
contemporáneo y moderno, al Centro Pompidou.
Las obras, más 300.000 piezas,
provienen de colecciones de la monarquía francesa, de las piezas requisadas en
las guerras napoleónicas, de la iglesia y de donaciones de coleccionistas
privados.
Se pueden ver colecciones de pintura, escultura, antigüedades
orientales y artes del islam, firmados por artistas de sobra conocidos.
La inmensa colección está organizada de forma temática en
diferentes departamentos: antigüedades orientales, antigüedades egipcias,
antigüedades griegas, romanas y etruscas, historia del Louvre y el Louvre medieval,
pintura, escultura, objetos de arte, artes gráficas y arte del Islam.
Victoria Alada de Samotracia |
Libertad guiando al pueblo |
La Gioconda |
Algunas de
las piezas más famosas son, La Gioconda, La Virgen de las Rocas, ambas de
Leonardo da Vinci, La Libertad Guiando al Pueblo de Delacroix, El Rapto de las Sabinas de Jacques-Louise
David, El entierro de Cristo de Tiziano, La nave de los locos de El Bosco, Las
bodas del Caná de Veronese, El niño mendigo de Murillo, y esculturas como La
Venus de Milo, El escriba sentado, o Victoria alada de Samotracia entre muchas
otras.
Palacio Real
Este palacio
fue encargado por el Cardenal Richelieu a Jacques Lemercier y las obras se
iniciaron en 1624.
En él vivió Ana de Habsburgo con el cardenal Mazarino y su
hijo Luis XIV, tras ésta quedarse viuda de Luis XIII.
Actualmente es la sede del Consejo de
Estado del Gobierno y no puede visitarse, pero sí sus jardines, que también
fueron deseo del Cardenal Richelieu. Tenían estanques, estatuas, alamedas de
olmos y un bosque. A principio del s. XVIII se abrieron al público, si bien el
aspecto actual es de la época de Carlos X que decidió modificarlos.
Forum Des Halles
Les Halles significa los mercados, y eso es lo que
había en el lugar desde mediados del s. XII hasta la década de 1969 que se
trasladó a las afueras de París.
En el lugar se construyó un centro comercial
subterráneo con paredes de cristal.
Actualmente dentro del Forum les Halles se
puede visitar el Pavillion des Arts, donde se realizan exposiciones temporales
que cuenta con un jardín en la azotea.
Cercana se encuentra la Fontaine des
Innocents, una fuente renacentista que debe su nombre al Cementerio de los
Inocentes que ocupó el mismo lugar hasta la Revolución Francesa.
En sus
alrededores es habitual ver como se reúnen los raperos y hiphoperos de París.
Iglesia de San Eustaquio
Es una de
las iglesias que recibe más visitantes de la ciudad y está considerada como uno
de los edificios religiosos más bonitos. Originariamente, en el s. XIII, en su
lugar había una capilla dedicada a Santa Inés y luego se fue ampliando y se le
cambió el nombre probablemente porque se trasladaron las reliquias del mártir
San Eustaquio.
Construida entre los años 1532 y 1633 es de estilo gótico tardío, considerada una obra
maestra, y tiene unas dimensiones considerables.
En esta iglesia tomó la
comunión Luis XIV, se bautizó Richelieu y Molière, que también se casó allí.
A
parte de ser una de las iglesias más bonitas es famosa por su órgano con 8.000
tubos, superando el de Notre Dame. Se organizan conciertos a lo largo del año
donde también participa el Coro de San Eustaquio.
Centro Pompidou
Situado en
el 4 arrondissement de la ciudad, este centro cultural se crea por iniciativa
del que fuera presidente de la República Georges Jean Raymond Pompidou. También
conocido como Beaubourg, este museo alberga una de las mejores colecciones de arte moderno y contemporáneo del mundo,
comparable con la del Moma de
Nueva York o la del Tate Modern de Londres.
Inaugurado en 1977 en uno de los
barrios más antiguos de la ciudad, el Centro Pompidou fue una obra pionera de la arquitectura contemporánea,
capaz de crear un gran contraste con el gris paisaje urbano de la zona gracias
al vidrio, las vigas metálicas, las
escaleras mecánicas en forma de oruga, los grandes conductos de ventilación y sus
colores vivos.
El edificio está dividido en seis plantas de 7.500 metros cuadrados cada
una, de las cuales la cuarta y la quinta acogen las exposiciones
permanentes del Museo Nacional de Arte Moderno.
La quinta planta está dedicada al
arte moderno, desde comienzos del siglo XX hasta 1960, destacando especialmente
los trabajos de Matisse, Picasso,
Kandinsky o Miró.
En la planta cuarta es posible
realizar un recorrido a través de las obras contemporáneas realizadas desde
1960 hasta la actualidad, entre las que abundan los trabajos minimalistas y conceptuales.
Hotel De Ville
Esta mansión
es la sede del ayuntamiento de París desde 1357.
La construcción actual se
encarga en 1533 a los arquitectos Domenico de Cortone y Pierre Chambiges y no
se termina hasta 1628.
Fue reconstruida en 1874 en estilo neorrenacentista,
tras ser destruida en la Comuna de París en 1871. En su interior alberga
exposiciones temporales.
En su parte frontal
se encuentra la plaza del Hotel de Ville, antigua Place de Grève, que desde
la Edad Media fue testigo de ejecuciones, quemas de libros, rebeliones,
celebraciones y huelgas.
Marais
La zona del
Marais antiguamente era un pantano, que no empezó a edificarse hasta que
Enrique IV mandó a construir lo que actualmente es la Plaza des Vosges. Luego la
zona comenzó a atraer a las clases más
selectas de la sociedad, que construyeron
las más exquisitas residencias y palacetes. En la actualidad aún se
pueden visitar algunos de ellos convertidos en museos, como es el caso del Museo Carnavalet, el Museo Picasso, el Museo Cognacq-Jay o la
Casa de Victor Hugo.
Hoy en día el barrio continúa siendo una zona muy agradable y tranquila en la
que se puede encontrar una gran variedad de restaurantes y tiendas. En la zona
reside la comunidad judía más grande de
Europa, además de conformar el barrio
gay de la ciudad.
Plaza de los Vosgos
Se trata de
la plaza más antigua de París, y se inauguró en 1612 como Place Royal. Mandada
a construir por Enrique IV en seguida se convirtió en el prototipo a seguir en
las plazas residenciales europeas.
A su alrededor hay 36 casas simétricas con
arcadas en las plantas bajas, buhardillas y techos inclinados, donde vivieron
algunas personalidades de la época como el Cardenal Ricehelieu entre 1615 y
1627 o Víctor Hugo entre 1832 y 1848.
Casa de Víctor Hugo
El novelista
Victor Hugo vivió de 1832 a 1848 en el segundo piso del Hôtel de Rohan-Guéménée
en la Place des Vosges.
En la casa–museo se hace un recorrido de su vida antes,
durante y después del exilio, mostrándose varios recuerdos, libros,
manuscritos, dibujos, mobiliario.
Museo Carnavalet
En este
museo se pueden ver colecciones de pintura, escultura, maquetas, dibujos,
estampas, fotografías, carteles, documentos, objetos y mobiliario, que muestran
la evolución de la ciudad de París, desde la prehistoria hasta nuestros
tiempos.
Está emplazado en dos mansiones renacentistas del s. XVI.
Esta mansión
aristocrática fue construida en 1624 y es una de las más bonitas de la ciudad.
En ella vivió Maximilien de Béthune, duque de Sully, responsable de las
finanzas de Enrique IV.
Desde 1967 es la sede del Centro de Monumentos
Nacionales, donde se encargan de fomentar las visitas a los monumentos del Estado,
conservarlos, restaurarlos y mantenerlos. Detrás de la mansión hay unos
espectaculares patios de estilo renacentista.
Situada al límite de los distritos 4, 11 y 12 de
París, la Bastilla fue construida por Carlos V en el s. XIV para albergar una
fortaleza que defendían las puertas de entrada a la ciudad. Más tarde, el
cardenal Richelieu la convirtió en prisión y fue escenario del primer acto de
la Revolución el 14 de julio de 1789 cuando se tomó y se liberaron a sus
reclusos. En 1792 se decidió crear una plaza en el lugar con la instalación en
junio de 1794 de una guillotina que llegó a ejecutar en el lugar a 73 personas. En 1840 se inauguró la Colonne de Juillet
(Columna de Julio), para conmemorar las víctimas de la revolución de julio de
1830. Cuenta con 52 m. de altura y en la punta con una figura dorada y alada que
representa a la libertad.
En esta plaza podemos visitar también el moderno edificio de la ópera, que tiene capacidad para 2700 espectadores en unas instalaciones con cinco escenarios móviles y un techo de acristalado, sin duda una obra maestra del ingenio tecnológico.
Plaza República
La zona
alrededor de la Plaza de la República es un lugar tranquilo, sobretodo por el
Canal San Martín, con sus plataneros y puentecitos. Aquí hay importantes
comunidades procedentes de la India, Turquía y Pakistán, respirándose cierto
ambiente bohemio.
En la plaza
de la República encontramos esta estatua de 1884, instalada por la recién
proclamada república, en 1879.
La escultura representa a Marianne, la madre
patria francesa, en bronce, de unos diez metros de altura, sobre una base de
piedra de quince metros de altura. En la base hay figuras que representan la
libertad, la igualdad y la fraternidad, que son los valores de la república
francesa y sus ciudadanos.
Puerta de San Martín
Este arco de
triunfo de 17 m de altura está construido en piedra caliza y mármol en la parte
superior.
Fue construido en 1674 también por orden de Luis XIV para conmemorar
sus victorias.
Puerta de San Denis
Este arco de triunfo mide unos 24 metros de alto y
unos 5 metros de ancho. Lo mandó a construir Luis XIV en 1672 sobre un bastión
que había mandado a construir Carlos V. Con él se conmemora la victoria sobre
el Rin y sobre el Franco Condado.
Está inspirado en el Arco de Tito en Roma, y
se ubica en Boulevard Saint Denis esquina con Rue Saint Denis.
La Bolsa
Situado en el 2 arrondissement, este edificio
circular en sus orígenes fue una mansión construida en el s. XIII para Jean II
de Nesle, quien al morir sin hijos la dejó a Blanca de Castilla, y así fue
pasando de mano en mano por la monarquía.
Más tarde, en 1498, en el lugar se
hizo un convento para niñas, en 1572 lo adquirió Catalina de Médicis como
residencia personal y en 1720, después de tener varios propietarios más, Victor
Amadeo de Saboya crea la Bolsa de París. La cúpula de cobre se añadió en 1813.
Ópera Garnier
Situada en el Palacio Garnier, perteneciente al 9 distrito de París, la
Ópera Garnier es un imponente edificio
neobarroco que, junto con la
Ópera de la Bastilla, conforma la Ópera Nacional de París. Se trata del
lugar que inspiró la conocida obra
"El Fantasma de la Ópera".
Tras la
decisión de Napoleón III de crear un nuevo edificio para la ópera, se organizó un certamen en el que más de 170 arquitectos
presentaron sus proyectos. Finalmente el joven arquitecto Charles
Garnier fue el que logró llevar a cabo el diseño del edificio.
Antes de que el edificio se finalizara, Napoleón decidió que era
necesario construir una avenida que uniera la ópera con el Palacio de las
Tullerías, por lo que decenas de
familias fueron expropiadas de sus casas para que su ambición se viera
satisfecha. Paradójicamente el emperador nunca utilizó la avenida que había
ordenado construir.
Los trabajos de construcción del
edificio comenzaron en 1860, pero no se verían finalizados hasta 1875 debido a
diversas complicaciones como la falta
de estabilidad del terreno, la guerra de 1870 o la caída del régimen imperial.
Finalmente, después del elaborado
trabajo realizado por 14 pintores y
artesanos y 73 escultores, en
1875 tuvo lugar la inauguración del edificio, a la cual el propio arquitecto no fue invitado por
haber tenido trato con Napoleón, por lo que tuvo que costearse una
entrada y colocarse en un segundo plano.
Durante el recorrido por el Palacio Garnier es posible contemplar el lujo y la opulencia que rodeaba a las personas que acudían a la ópera, no sólo para disfrutar del espectáculo, sino para ver y ser vistos.
Durante el recorrido por el Palacio Garnier es posible contemplar el lujo y la opulencia que rodeaba a las personas que acudían a la ópera, no sólo para disfrutar del espectáculo, sino para ver y ser vistos.
Algunos de los puntos más
llamativos del edificio son los “foyers”, vestíbulos en los que los
espectadores paseaban durante los entreactos, los cuales están ricamente decorados con pan de oro y
preciosos mosaicos.
La sala de espectáculos, decorada
en tonos rojos y dorados, está iluminada por una enorme araña de cristal instalada en el curioso techo decorado con unas extrañas pinturas que parecen realizadas por un niño pequeño. Resulta llamativo el pequeño tamaño de la sala,
que sólo cuenta con 1.900 asientos de
terciopelo rojo, si lo comparamos con las vastas dimensiones del
edificio, que ocupa 11.000 metros cuadrados.
Probablemente uno de los elementos
más llamativos del edificio sea la gran
escalera de mármol blanco con una balaustrada de mármol verde y rojo que
une los dos niveles.
Galerias
LaFayette
Se trata de un gran almacén
de París situado en el Bulevar Haussmann.
Actualmente recibe más de 20 millones de visitantes al año, es decir, unos
55.000 diarios, y se trata de la mayor superficie comercial del mundo
occidental y del principal gran almacén europeo por cifra de negocios.
Merece la pena su visita para
admirar la opulencia que se respira en estos grandes almacenes “todo lujo”, en
los cuales no falta ninguna de las marcas más internacionales.
Capilla Expiatoria
Encargó su
construcción Luis XVIII de Borbón en 1815, para consagrar la memoria de su
hermano, Luis XVI y a su mujer María Antonieta, por lo que sus tumbas se
encuentran aquí instaladas.
Pigalle
Aunque se puede visitar de día y la visita
puede resultar curiosa, a Pigalle hay
que ir de noche, que es cuando el barrio está de verdad animado. Aunque no
estemos atraídos por la cantidad de establecimientos que ofrecen espectáculos eróticos y similares, el
espectáculo de luces al más puro estilo "Las Vegas" resulta
llamativo.
Pigalle
se encuentra al norte de París,
al final del 9 arrondissement e inicio del 18, muy cerca de Montmartre, así que una buena opción puede ser visitar el Sagrado Corazón de Montmartre por la
tarde aún con buena luz, disfrutar del atardecer en lo alto de la colina, cenar
en la Place du Tertre disfrutando
de un ambiente sin igual y luego bajar dando un paseo hasta Pigalle, donde
podemos tomar algo en cualquiera de sus pubs
o discotecas, o por qué no,
hacer como miles de turistas hacen todos los años, entrar al archifamoso Moulin
Rouge y disfrutar del famoso "French Cancan", un espectáculo
único en el mundo.
Construido
en 1889 por el español Josep Oller, que también
era propietario del Olimpia, desde
hace más de cien años el Moulin Rouge es un lugar de visita obligada para
muchos turistas, pues continúa ofreciendo en la actualidad gran variedad de espectáculos para todos
aquellos que quieren evocar el ambiente bohemio de la Belle Époque y que todavía
está presente en el interior del local. No obstante, el estilo y el nombre del
Moulin Rouge de París han sido imitados por otros muchos cabarets en todo el
mundo.
El Moulin Rouge presenta hoy en día "Féerie", una espectacular revista en la que no faltan las plumas, brillo, y lentejuelas. 60 artistas
en escena para 2 horas de deslumbramiento total. Al mismo tiempo podemos disfrutar de una
gastronómica y tradicional cena francesa con champán organizada por la renombrada Maison
Dalloyau, en una sala para 850 personas, con una decoración Belle Epoque.
Montmartre
Montmartre se encuentra en el 18
arrondisment de Paris, en la zona norte de la ciudad, y es uno de los barrios con
mayor encanto, si no el que más, de la ciudad. Sus calles en cuesta, sus
escaleras, y sus inconfundibles y acogedores cafés, hacen de Montmartre una cita inexcusable para
el turista. Si bien todo el barrio es realmente bonito, la guinda nos la
encontramos al llegar a la parte alta de la colina, a donde podemos acceder,
bien dando un paseo por sus bonitos jardines y escaleras, o bien utilizando el funicular de Montmartre, que nos
dejará a los mismos pies de la Basílica
del Sagrado Corazón evitando así la subida tras 197 empinados escalones.
También es posible subir por la parte de atrás de la colina, por sus empinadas
y curvadas calles, llegando a la Place
du Tertre.
Place du Tertre
Situada detrás de la Basílica de Montmartre, la Plaza es un lugar siempre concurrido,
principalmente por los turistas, aunque también por los parisinos, atraídos por
esta Plaza mágica y sus animadas terrazas y su gran ambiente.
Tanto la plaza como sus calles adyacentes
están llenas de tiendas de recuerdos y restaurantes tradicionales para todos
los bolsillos, todo enfocado para recibir y ofrecer al visitante todo lo que
necesita.
Aparte de la singular composición de la
plaza, con restaurantes y terrazas por todos lados, destaca la presencia
masivas de pintores, artistas
urbanos que acuden allí a pintar la plaza, hacer retratos a todo aquel que lo
desee o vender sus pinturas en plena calle. Precisamente esta afluencia de
artistas hace que a Montmartre
se le llame a menudo el “Barrio de los
Pintores”.
Basílica
del Sagrado Corazón
La Basílica del Sacre Coeur está en pleno
alto de la colina de 130 metros, desde donde la vista de París es realmente
espectacular.
Sus
orígenes datan de 1870, en aquel año Francia,
en guerra con Alemania, no vivía su mejor momento, ya que parte de su
territorio se hallaba ocupado por el enemigo y además las relaciones con el
Vaticano no pasaban por su mejor momento.
Entonces se
empiezan a achacar las desgracias del país más a un castigo de Dios que a una
errónea política exterior, lo que se tradujo en la idea generalizada de que era
necesario construir un templo para redimirse ante Dios y suplicar el perdón por
las faltas cometidas.
De este modo, en 1872 el Cardenal Guibert aprueba la
construcción de una iglesia, y elige Montmartre
como lugar más apropiado para ellos. En 1873 la Asamblea Nacional aprueba el
proyecto, y con ello se da luz verde de forma definitiva a la construcción de
la iglesia.
Encargada la obra a Paul Abadie, comenzó a construirse en 1875 y se completó en 1914, siendo consagrada como basílica a los
cinco años de su construcción, el 16 de octubre de 1919, lo que la convierte en lugar de peregrinaje, un santuario
que atrae cada año a miles de peregrinos de toda Francia y el mundo entero.
Como curiosidad, destacar que la construcción se realizó con dinero
obtenido con colectas en toda Francia, estando los nombres de los donantes,
muchos de ellos modestos, inscritos en la piedra de la Basílica.
Las dimensiones de Sacré Coeur
hablan por si solas: 83 metros de longitud en su torre principal, y 35 metros de anchura. La basílica ofrece la posibilidad de su subir hasta su cúpula para contemplar la
ciudad.
Existen varios
lugares de París que aunque no se encuentran tan cerca del centro, bien merece
la pena su visita. En este caso deberemos valorar el número de días de que
disponemos para ver si este desplazamiento no nos impide disfrutar de otros
monumentos más representativos de París.
Castillo de Vincennes
Construido a finales del siglo XII,
el Castillo de Vincennes es la única residencia real francesa construida durante la Edad Media que
conserva su forma original. Se encuentra situado a las afueras de París, en un
bosque de más de 6 hectáreas.
El Castillo de Vincennes, con un imponente torreón de 50 metros es uno
de los más altos de Europa. Está rodeado por una muralla de 1.100 metros de longitud coronada con
nueve torres, y a su vez protegido por
un foso de 27 metros de anchura.
Al igual que la mayor parte de las fortalezas, el Castillo de Vincennes comenzó su historia como una casa de campo ubicada en una zona de caza. Posteriormente fue remodelada y diferentes generaciones de monarcas lo eligieron como lugar de residencia.
Entre los siglos XVI y XIX el torreón se transformó en una prisión real, en la que fueron encarcelados generales, aristócratas y personajes ilustres como Diderot, el Conde de Mirabeau, Fouquet, o el Marqués de Sade.
En el interior de sus murallas, la Santa Capilla del Castillo de Vincennes fue edificada tomando como modelo la Sainte Chapelle de la Île de la Cité, aunque es mucho más sobria y carente de decoración
La iglesia posee una enorme iluminación que le otorgan los extensos ventanales en los que apenas se conservan las valiosas vidrieras.
Al igual que la mayor parte de las fortalezas, el Castillo de Vincennes comenzó su historia como una casa de campo ubicada en una zona de caza. Posteriormente fue remodelada y diferentes generaciones de monarcas lo eligieron como lugar de residencia.
Entre los siglos XVI y XIX el torreón se transformó en una prisión real, en la que fueron encarcelados generales, aristócratas y personajes ilustres como Diderot, el Conde de Mirabeau, Fouquet, o el Marqués de Sade.
En el interior de sus murallas, la Santa Capilla del Castillo de Vincennes fue edificada tomando como modelo la Sainte Chapelle de la Île de la Cité, aunque es mucho más sobria y carente de decoración
La iglesia posee una enorme iluminación que le otorgan los extensos ventanales en los que apenas se conservan las valiosas vidrieras.
La Basílica de Saint-Denis se
encuentra situada en el barrio con el mismo nombre, al norte de París. La basílica
es conocida por ser el lugar de
sepultura de la monarquía francesa, además de tratarse del primer templo que se construyó en estilo
gótico.
San
Dionisio, primer obispo de París y santo patrón de Francia, fue enterrado en el
lugar en el que más tarde se erigiría en su honor la abadía de Saint-Denis.
Durante el año 1136 comenzó la transformación del templo al carácter gótico,
que no se vería completado hasta finales del siglo XIII.
Durante
la Revolución de 1793 las tumbas de la basílica fueron profanadas y los
restos de los miembros de la realeza fueron enterrados en una fosa común, donde
permanecieron hasta 1817. Desde entonces los restos que fueron identificados
descansan en sus tumbas, mientras que los
huesos de los monarcas que no pudieron diferenciarse permanecen en el gran
osario situado en la cripta.
La
Basílica de Saint-Denis es un templo
grandioso con una gran luminosidad que le otorgan las coloridas
vidrieras. La parte más especial de la basílica es la compuesta por el
deambulatorio, el coro y la cripta, que forman parte del museo en el que se
exponen las tumbas de los reyes de
Francia.
Entre los grandiosos sepulcros se
pueden encontrar las tumbas de
personajes históricos como Luis
VIII el León, Felipe IV el Hermoso, Carlos V el Sabio, Isabel de Baviera, Ana
de Austria o María Antonieta.
Está considerado el principal centro de negocios y
actividad empresarial no solo de París,
sino de toda Francia. Como
muestra de su importancia económica, valga el dato de que en esta ciudad de los negocios se produce
tanto dinero como el Producto Interior Bruto de Grecia (número 40 del mundo).
En
realidad, La Defense no forma
parte del término municipal de París,
sino del de Puteaux, pero pese a
esto la cercanía con la capital es tal, que partiendo del Arco del Triunfo de los Campos
Elíseos en metro podremos llegar a la explanada en menos de 10 minutos,
y eso habiendo atravesado antes paradas de otra ciudad distinta, Neuilly-Sur-Seine, la más rica de las
ciudades que encierran a París.
Cuando uno llega a la Defense y sale del metro o bien de la terminal de autobuses, se
encuentra en mitad de una gran explanada
de cemento, a cuyos laterales aparecen modernos centros comerciales, y
detrás de estos, un sinfín de torres y enormes rascacielos acristalados,
característicos de una arquitectura moderna, y con mil formas distintas, de
manera que parecen competir entre sí para ver cual es el más bello y original.
Esta arquitectura puede que no sea del agrado de los amantes de lo más clásico,
aunque sí que suele impresionar y asombrar a la mayoría de los visitantes que
acuden allí.
Pasear por
la explanada de la Defense es como pasear por un museo de arte moderno al aire
libre, y es que esta explanada alberga multitud de esculturas y
fuentes, a la cual más sorprendente y llamativa, alguna incluso obra genios de la
talla de Salvador Dali.
En cualquier
caso existe un peculiar edificio que por sí solo bien merece acercarse hasta
allí, el llamado Grand Arche de la
Défense, o El Gran Arco
de la Defense, un moderno edificio en forma de arco que preside como si fuese
un altar la explanada de la Defense.
El Gran
Arco de la Defense es un prodigio de la arquitectura moderna, diseñado
por el arquitecto Otto Von Spreckelsen, e inaugurado en 1989 para conmemorar el
bicentenario de la Revolución Francesa.
Sin duda el hecho de ver de cerca este singular edificio-monumento justifica
una pequeña excursión si se dispone del tiempo necesario para ello.
Bois de Boulogne
Situado al oeste de París, el Bois
de Boulogne o Bosque de Boulogne es un enorme parque que ofrece más de treinta y cinco kilómetros de caminos,
un auténtico paraíso para todos
aquellos que deseen disfrutar de la naturaleza.
La zona estaba ocupada por el
antiguo bosque de Rouvray desde cientos de años atrás. Las tierras fueron
convertidas en reserva real de caza,
y posteriormente Isabel de Francia fundó una abadía.
En el transcurso de la Guerra de
los Cien Años el bosque funcionó como escondite
para muchos forajidos, hasta que en 1417 fue destruido en un incendio intencionado.
En la segunda mitad del siglo XV
Luis XI repobló el bosque, lo cerró y colocó varias puertas. En 1852 Napoleón
III ordenó la construcción del parque, que fue dotado de grandes
espacios de césped y todo tipo de plantas.
El parque cuenta con una extensa y variada vegetación formada
en su gran mayoría por cedros, que cubren más de la mitad del bosque. Existen dos extensos lagos situados a
diferentes niveles, que se encuentran unidos por una cascada.
En el norte del parque se sitúa el Jardin d'Acclimatation, una zona muy
recomendable para visitar con niños ya que se trata de un parque de atracciones
y una reserva de animales.
DE RUTA POR LOS ALREDEDORES DE PARÍS
Versalles
A sólo 25
kilómetros, una media hora de París, llegamos a Versalles, una ciudad burguesa
de unos 87.000 habitantes donde se encuentra el palacio más famoso y grandioso
de toda Francia.
El
Palacio de Versalles tiene su origen en 1624, cuando Luis XIII compra un
terreno y se construye una modesta casa que utiliza para ir de caza, y que con
el paso de los años va ampliando.
Su hijo,
Luis XIV (el Rey Sol) cuando empieza su reinado se interesa en la propiedad y
le pide a Le Vau y Le Nôtre en 1661 que la transformen en un palacio,
triplicando la superficie, decorando con todo lujo y adornando los jardines con
un invernadero, un zoológico, esculturas y estanques. La
construcción de los jardines fue un duro trabajo, ya que el terreno estaba ocupado por bosques y
terreno pantanoso, por lo que se necesitó la ayuda de miles de hombres
que se ocuparon de transportar tierra y todo tipo de árboles.
En 1668
decide ampliar aún más el palacio y optan por una construcción de estilo
italiano que rodea el primer palacio, volviendo en 1678 a reformarlo con el fin
adaptarlo para recibir a toda la Corte, para lo cual se añaden las dos alas
laterales. Versalles fue creciendo, y los más de 5.000 cortesanos se fueron
construyendo casas alrededor del palacio donde tenían sus pertenencias y se
alojaba su propio servicio.
La última
etapa de ampliación tiene lugar entre 1678 y 1692, llevada a cabo por Mansart,
cuando se inicia la construcción de la Capilla Real, y la Galería de los
Espejos. Luis XIV deseaba tener una gran galería como la que tenía el Palacio
del Louvre, así que cierran una terraza del edificio nuevo, en la fachada
oeste, naciendo así la Galería de los Espejos, con 73 metros de largo, que a su
vez servía para comunicar los departamentos del rey con los de la reina.
En este año también se empieza a construir el Estanque de los Suizos, la Fuente de Neptuno y el Gran Trianón que era el lugar donde el rey se alejaba de la Corte. En 1682 el rey se instala, aunque el palacio aún está por terminar. Durante los dos años siguientes, se prepara y decora el Salón Oval, el lugar donde se exponía la colección de arte real.
En este año también se empieza a construir el Estanque de los Suizos, la Fuente de Neptuno y el Gran Trianón que era el lugar donde el rey se alejaba de la Corte. En 1682 el rey se instala, aunque el palacio aún está por terminar. Durante los dos años siguientes, se prepara y decora el Salón Oval, el lugar donde se exponía la colección de arte real.
En 1685
se construyen las Caballerizas, el ala norte para los cortesanos y un nuevo
invernadero, sustituyendo al anterior y para 1689 estaban listos los
Departamentos del Rey y los Departamentos de la Reina.
El 1 de
septiembre de 1715, Luis XIV muere. Cuando el Rey Sol muere, Luis XV tan solo
tiene 5 años, así que Felipe de Orleáns ejerce como tutor y regente, y éste
decide trasladarse al Palacio Real del Louvre, mientras que la Corte se aloja
en las Tullerías.
Cuando el
pequeño monarca cuenta con 12 años vuelve a Versalles.
Fue en esta época cuando
se construye el Salón de Hércules, la Ópera y el Pequeño Trianón y se
transforman los Departamentos del Rey, de la Reina y de las princesas; el
arquitecto encargado fue Ange-Jacques Gabriel, mientras que Robert Cotte se
encargó de la decoración.
También se creó el Salón del Consejo transformando
el antiguo Gabinete del Rey y el Salón de las Thermes (o de las Pelucas).
Vista de los jardines con el pequeño Trianón al fondo |
En 1774
comienza el reinado de Luis XVI y en esa época también se realizaron
reformas en el palacio. Se construye el Belvedere y el Templo del Amor.
Luis XVI le regala a su
esposa María Antonieta el Pequeño Trianón, donde ella se refugia de la Corte, y
tiene su intimidad, cerca de los jardines y el Caserío.
Luis XVI
y María Antonieta con la Corte vivieron en el palacio hasta que fue tomado por
el pueblo el 6 de octubre de 1789, por lo que la familia real se vio obligada a
trasladarse nuevamente a París.
Luis XIV fue
guillotinado en 1793, al igual que su esposa María Antonieta, terminando así la
monarquía absolutista en Francia.
Después de
esto el palacio quedó vacío y tras la caída de la monarquía fue saqueado y se
utilizó en ocasiones puntuales, como en la coronación del emperador alemán en
1871 en la Galería de los Espejos. Se usó también como refugio durante la
Comuna de París, fue centro de las elecciones presidenciales de la III y IV
República, y en 1919 se firmó el Tratado de Versalles que dio por terminada la
Primera Guerra Mundial.
Actualmente
el Palacio de Versalles está a disposición de la presidencia y se utiliza para
la recepción de jefes de estado, albergando también museo desde 1837.
El Palacio
tiene 700 habitaciones, 2513 ventanas, 352 chimeneas, 6300 cuadros, 483
espejos, 67 escaleras, 2000 esculturas y estatuas, 15000 grabados y 50000
objetos de decoración y muebles.
Cuenta con algo más de 67.100 metros
cuadrados, y 50.000 están abiertos al público.
Los jardines se extienden en 800
hectáreas, entre las que hay repartidos 55 estanques.
El conjunto
palaciego de Versalles está comprendido por el Palacio de Versalles, el Gran
Trianón y el Pequeño Trianón, entre otros edificios como las Caballerizas y los
jardines.
Aldea de la Reina en el Pequeño Trianón |
Durante
la visita al Palacio de Versalles es posible recorrer infinidad de estancias
con una gran riqueza artística entre las que merece la pena destacar la enorme
capilla y los Grandes Aposentos del Rey
y la Reina, que poseen una gran cantidad de elementos decorativos.
También goza de especial
importancia la Galería de los Espejos,
una impresionante galería de 73 metros de longitud que posee 375 espejos. Se
trata de una de las estancias más importantes del palacio, ya que fue el lugar en el que en 1919 se pondría fin
a la Primera Guerra Mundial con la firma del tratado de Versalles.
Es prácticamente imposible recorrer
la totalidad de los jardines ya que son demasiado extensos, pero existen
diferentes formas de intentarlo, por ejemplo alquilando una bicicleta o un coche eléctrico, o bien con el
trenecito que recorre los jardines. Algunos
de los puntos más importantes del jardín son el Gran Trianón, un pequeño palacio de mármol rosa, o el Dominio de María Antonieta, lugar en
el que la esposa de Luis XVI disfrutaba de una vida sencilla y campestre.
Desde abril hasta octubre es posible asistir a los espectáculos en los que las fuentes mueven sus aguas al ritmo de la
música. Es importante informarse antes sobre los horarios porque sólo se
realizan durante algunas horas cada día.
La ciudad de
Fontainebleau se ubica a unos 70 kilómetros al sur de París, y es muy visitada
por los turistas y parisinos que huyen de la ciudad.
La estrella
de esta ciudad es el Palacio Real de Fontainebleau declarado en 1981 Patrimonio
de la humanidad, aunque su precioso bosque con más de 20.000 hectáreas y antiguo
coto real de caza declarado Parque Nacional, también merece una visita.
Fontainebleau
tiene su origen en una aldea a principios del s. XII. Luis VII construyó allí
una residencia para cuando iba de caza y una capilla, que fue consagrada por
Thomas Becket, Arzobispo de Canterbury exiliado en Francia.
Lo que queda
actualmente de la época medieval es la torre del homenaje.
Luis IX, conocido como San Luis IX, a mediados del s. XIII amplió la residencia de caza y construyó un castillo y un convento–hospital. Lo que vemos actualmente es la Capilla de la Trinidad, reconstruida en el s. XVI, que sustituye la capilla del convento fundado por San Luis
Luis IX, conocido como San Luis IX, a mediados del s. XIII amplió la residencia de caza y construyó un castillo y un convento–hospital. Lo que vemos actualmente es la Capilla de la Trinidad, reconstruida en el s. XVI, que sustituye la capilla del convento fundado por San Luis
El castillo
fue sufriendo remodelaciones y ampliaciones a lo largo de los años, según los
caprichos de cada soberano, por eso tiene un estilo heterogéneo.
Por él pasaron
todos los monarcas franceses desde Luis VII hasta Napoleón a principios del s. XIX,
aunque también pasaron por allí Luis XVIII, Carlos X, Luis Felipe y Napoleón
III.
La familia real se alojaba por temporadas, por lo que no fue un palacio
donde se residiera continuamente.
Francisco I
a principios del s. XVI fue el que más remodeló la estructura dándole un aire
renacentista y la estructura actual.
Él tuvo expuestos en el palacio obras como
la Mona Lisa o La Virgen del las Rocas de Leonardo Da Vinci entre otras
muchas.
Se introdujo el Manierismo en Francia en esta época, con la decoración
de interiores y jardines. Fue el primero en decorar las galerías con frescos,
el autor fue Rosso Florentino.
Este estilo fue conocido en Francia como Estilo
Fontainebleau, que se fue transmitiendo a otros países centroeuropeos.
Catalina de
Médicis y Enrique II lo ampliaron la segunda mitad del s. XVII, los arquitectos
Jean Bullant y Philibert Delorme fueron los encargados de las remodelaciones y
los pintores Francesco Primaticcio y Niccolò dell’Abbate decoraron el Salón de
Baile.
En el palacio
nacieron los 6 de los 10 hijos que le dio Catalina de Médici: Francisco II,
Isabel (futura reina de España porqué se casa con Felipe II de España),
Claudia, Eduardo Alejandro, (futuro Enrique III) Victoria y Juana.
Enrique IV,
a principios del s. XVII le añadió el Patio de los Príncipes, la Galería de
Diana de Poitiers, la Galería de los Ciervos y el Patio Enrique IV.
También
creó el canal de 1200 metros y su jardinero Claude Mollet ideó los parterres,
nunca utilizados hasta entonces.
En el palacio nacen los hijos de Enrique IV y
Margarita de Valois, entre los que se encuentran Isabel (futura reina de España
cuando se casa con Felipe IV), Gastón de Orleáns y el que sería Luis XIII.
Luis XIV,
hijo de Luis XIII, rediseñó los jardines confiándole el trabajo a André Le
Nôtre. En el palacio nació Luis Delfín de Francia en 1661, fruto del matrimonio
con su prima María Teresa de Austria.
A principios
del s. XVIII se celebra en la Capilla de la Trinidad el matrimonio entre Luis
XV, bisnieto de Luis XIV, con María Leszczynska.
Durante esta época Luis XV
manda a construir nuevas viviendas para la Corte, por lo que se construye otra
ala.
Tras la
Revolución Francesa, Napoleón restaura por completo el palacio ya que la
mayoría de residencias reales se vieron saqueadas.
El Palacio
Real de Fontainebleau fue escenario de importantes acontecimientos, por
ejemplo: el 16 de septiembre de 1629 se firma el Tratado de Paz entre
Inglaterra y Francia, Luis XIV firmó en 1685 el Edicto de Fontainebleau o
Edicto de Nantes por el cual se exiliaron los protestantes; Napoleón firmó el
Tratado de Fontainebleau con el español Manuel de Godoy en 1807 en el que
acordaron España y Francia invadir Portugal; el Papa Pío VII estuvo encarcelado
entre 1812 y 1814; o durante la Segunda Guerra Mundial, que se utilizó como
cuartel general de los alemanes y más tarde fue el cuartel general de los
aliados y sede de la OTAN.
El famoso
palacio que cuenta con 1.900 habitaciones, siendo uno de los palacios mejor
decorados. Los techos y las paredes están recubiertos de paneles de madera,
excepcionales tallas y la mayoría de muebles son originales de la época renacentista.
Las Salas
Renacentistas son impresionantes por su fabulosa decoración siendo las más
importantes la Galería de Francisco I, la Sala de Baile y la Cámara de Madame
d’Etampes.
En el
palacio hay tres capillas, la Capilla de la Trinidad y la de San Saturnino que
a su vez está dividida en dos: la Capilla Inferior y la Capilla Superior o
Capilla Real.
El palacio
se ubica entre cuatro patios principales y tres jardines: el Patio Oval, el
Patio de la Fuente, el Patio de Honor, el Patio de las Oficinas, el Gran
Parterre, el Jardín Inglés y el Jardín de Diana. También se encuentran otros
elementos como son la Cueva de los Pinos o el Pabellón del Estanque creado por
Le Vau, además del parque que se extiende en 130 hectáreas.
En el interior
del Palacio se instalaron cuatro museos a partir del s. XIX.
- El Museo Chino de la Emperatriz creado en 1863 por orden de Eugenia, esposa de Napoleón III, con colecciones de Extremo Oriente provenientes de regalos y saqueos.
- El Museo de Napoleón I, creado en 1986, que reúne objetos, mobiliario, joyas, armas, trajes, documentos y obras de arte pertenecientes a la familia de Napoleón.
- La Galería de Pinturas, creada en 1998 que se ubica frente a la Galería de Diana con obras del s. XVII.
- La Galería de Muebles creada en 2009 con muebles del castillo, ubicado en la planta baja en el apartamento de caza.
Chantilly
La ciudad de Chantilly se encuentra a unos 50
kilómetros al norte de París, en el departamento de Oise a orillas del río
Nonette. Cuenta con poco más de 11.000 habitantes, y es muy
visitada por su Palacio, ubicado en medio de 7.800 hectáreas de bosques, que
también alberga el Museo Condé, con una importante muestra de pintura antigua y
además famosa por las carreras de caballos, pudiendo también visitar el Museo
Vivo del Caballo.
En los
terrenos en los que se encuentra el palacio había una fortaleza medieval
perteneciente a la familia de Orgemont. Cuando Pierre d’Orgemont muere sin
hijos, le lega la finca a Guillermo de Montmorency en 1484, perteneciente a una
familia noble muy poderosa.
La primera
mansión se construyó alrededor de 1530 por orden de Anne de Montmorency,
próximo a Francisco I y Enrique II. El encargado fue Pierre Chambiges. Esta
construcción ya no existe, puesto que se reemplazó por el Gran Palacio.
El
mismo Anne de Montmorency mandó a construir el Pequeño Palacio en el año 1560,
se cree que el arquitecto fue Jean Bullant, también construyó la terraza donde
ahora se ve la estatua ecuestre de Paul Dubois y siete capillas, de cuales solo
quedaron tres.
Años más
tarde, pasa a manos de su nieto, Enrique II de Montmorency, quien participa en
las guerras contra los protestantes.
En la rebelión contra Luis XIII es acusado
de deslealtad y muere decapitado en Toulouse en 1632, por lo que el rey
confisca Chantilly, mandando construir posteriormente la Casa de Sylvie.
En 1643, el
palacio es devuelto a la hermana de Enrique II de Montmorency, Carlota de
Montmorency que es la esposa en Enrique II de Borbón-Condé, III Príncipe de
Condé y también madrina de Luis XIV.
El hijo de
ambos, Luis II de Borbón-Condé, conocido como el Gran Condé, transformó el
parque, contratando a André Le Nôtre, futuro jardinero de Versalles y de
Fontainebleau, y construyó canales a mediados del s. XVII.
A finales
del s. XVII, el hijo del Gran Condé, el príncipe Enrique Julio de Borbón-Condé,
transforma el edificio en un gran palacio, encargándole el trabajo a Jules
Hardouin Mansart y se completa con los trabajos de Jean Aubert.
El nieto
de Enrique Julio de Borbón-Condé, Luis Enrique VII Príncipe Condé que fue
primer ministro de Luis XV, le manda al mismo Aubert construir los establos,
haciendo decorar el pequeño palacio, y creando la fábrica de porcelana.
Castillo de Enghien |
Durante la Revolución Francesa, el palacio sirve de prisión y sus colecciones se llevan a Louvre. Los jardines se ven devastados y el palacio queda seriamente dañado.
Tras 1815
en la Restauración, el príncipe Luis José restaura el palacio y encarga el
Jardín Inglés a Victor Dubois.
Posteriormente Enrique de Orleáns, duque de Aumale, e hijo de Luis
Felipe I de Francia lo reconstruye por completo entre 1875 y 1881 con los
diseños de Honoré Daumet.
Fue el Duque de Aumale quien cede Chantilly al
Instituto de Francia en 1884 a cambio de que se abra al público y se cree el
Museo Condé.
El Palacio se compone de dos edificios anexos, el Château
Grand, destruido durante la Revolución Francesa y reconstruido en la década de
1870, y el Château Petit que fue construido alrededor de 1560 por Anne de
Montmorency.
De los
Grandes Apartamentos se distinguen la Antecámara, la Cámara del Príncipe, el
Rincón del Gabinete, la Gran Singerie, la Galería de las Batallas y la Sala de
Música.
A los
Pequeños Apartamentos se accede por la escalera principal. Se puede visitar el
Salón de Guisa, la Cámara de la Duquesa, el Tocador de la Duquesa, la Sala de
Baños del Duque de Aumale, la Cámara del Duque, el Salón Condé y el Salón de
Mármol.
Gabinete de los libros |
La capilla
data de 1882, fue construida por Honoré Daumet por orden del Duque de Aumale,
aproximadamente donde estaba la anterior capilla antes de la Revolución. Su
arquitectura es similar a la capilla del Palacio de Ecouen. Alberga numerosas
reliquias y destacan, entre otros elementos, las vidrieras y los paneles de
marquetería.
El Museo
Condé, en el Palacio de Chantilly se exponen pinturas de antes de 1850. Es el
segundo museo de Francia de pintura antigua, detrás del Louvre. Se compone de diferentes
galerías: la Galería de los Ciervos, la Galería de Pintura, la Galería de
Psique, el Santuario, el Gabinete de las Gemas, la Tribuna y las Galerías de
Logis que incluyen la Sala Clouet, la Sala Carolina, el Salón de Orleáns, el
Salón Isabel, el Gabinete de Giotto, la Sala de Minerva y la Sala de Smalah.
Los establos
del Palacio de Chantilly fueron construidos por Jean Aubert entre los años 1719
y 1740 por orden de Luis Enrique de Borbón-Condé. Podían albergar hasta 240
caballos y los 500 perros que utilizaban para ir de caza por los extensos
bosques de Chantilly.
Milagrosamente no se vieron afectados por la Revolución.
En
1982 se instaló el Museo Vivo del Caballo.
Los jardines del palacio son impresionantes, 115 hectáreas en donde distinguimos el Jardín Francés de Le Nôtre, el Jardín Inglés, La Hameau (La Aldea), la Jeu de Paume (Pistas de tenis), la Casa de Sylvie y el Palacio de Enghien.
Los jardines del palacio son impresionantes, 115 hectáreas en donde distinguimos el Jardín Francés de Le Nôtre, el Jardín Inglés, La Hameau (La Aldea), la Jeu de Paume (Pistas de tenis), la Casa de Sylvie y el Palacio de Enghien.
El Jardín Francés, fue diseñado en el s. XVII por
André Le Nôtre para el Gran Condé. Es característico que el eje del jardín no
pasa por el palacio, sino por una estatua de Anne de Montmorency.
En el medio
se encuentra el Gran Canal de Chantilly, de algo más de 3 kilómetros, superior
al de Versalles. El agua canalizada es del Nonette, un afluente del río Oise.
El Jardín
Inglés se ubica entre el palacio y las Grandes Caballerizas. Lo diseño Victor
Dubois en 1819, en la Restauración para el príncipe Luis José de
Condé.
Destacan la Isla del Amor y el Templo de Venus en el centro del jardín.
La Isla del
Amor era el lugar donde los príncipes de Condé recibían a los invitados en
verano, está rodeada de fuentes y termina en una glorieta enrejada con una
estatua de Eros.
El Templo de
Venus, se ubica en un estanque con cisnes y en el centro se encuentra una copia
de la estatua de Venus, diosa de la Belleza y el Amor.
Situado a 32 km
al este de la capital francesa, en una posición privilegiada entre los
aeropuertos internacionales de Charles de Gaulle y Orly, es el quinto complejo
de negocios más grande de Francia. Con más de 160 millones de visitas desde su apertura en el 1992, estas cifras
han permitido a este parque de atracciones llegar a ser el primer destino turístico europeo.
Más de 30.000 metros cuadrados, 68 restaurantes, 54 tiendas y una
capacidad hotelera en toda la zona de 8.000 habitaciones, en Disneyland París podrán
disfrutar no sólo los más pequeños, sino también los mayores en cualquiera de
las 52 atracciones del parque.
También podrán provechar para hacer shopping, comer en uno de los numerosos
restaurantes, hacer deporte (golf, tenis, skating, etc) y participar en los
espectáculos que cada día se organizan.
El complejo
Disneyland París consta de dos parques
temáticos, Disneyland Park y Walt Disney Studios Park, una zona comercial y
de entretenimiento, Disney Village, un campo de golf, Golf
Disneyland, siete hoteles oficiales Disney y otros siete asociados.
Disneyland Park es el parque más clásico y el
preferido por los niños dentro de Disneyland Resort. Es el parque que más visitantes atrae y el primero
que se inauguró. En él podréis encontrar a todos los personajes Disney y
comprender por qué se ha convertido en un éxito.
Walt Disney Studios es el
parque de Disneyland Resort París
pensado para una audiencia más adulta. Su temática es el cine y las
atracciones son de un nivel superior al Parque
Disneyland.
Las entradas en Eurodisney cuestan 64 euros
(adulto/día) para acceder al Parque Walt Disney Studios o al Parque Disneyland.
Comprando la entrada por Internet conseguiréis mejores precios y evitaréis
colas, podéis hacerlo en la web oficial del parque: Aquí